𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐𝟕

179 10 0
                                    


No quise subir a la escoba así que caminé con ella por los pasillos de Hogwarts, asegurándome de no cruzarme con nadie, ni un prefecto, ni un profesor, solo tenía que bajar unos cuantos pisos. Hasta que de la nada se me paro el corazón cuando escuche a dos personas correr en mi dirección. Sin poder ocultarme me enfrente a ellos.

Podrían ser alumnos, si ese era el caso, estaba perdida porque se darían cuenta que llevaba el polo del Diggory y estaba arruinada porque sabía que al día siguiente todo Hogwarts especularían de quien era el polo y el candidato más mencionado sería el castaño, sin pensar en que cosas se imaginarían. La mejor opción era que fuera un profesor y más si lo conocía, simplemente inventaría una excusa del porque estaba con ese polo y todo se solucionaría.

Se llevó una gran decepción cuando no vio ni a un profesor, ni a unos alumnos, vio a el idiota de Macmillan junto con una chica, él estaba con su traje todo mal acomodado y su boca manchada de labial, labial que estaba esparcido en los labios de la chica. Ni bien me vieron se detuvieron en seco, con una cara de terror.

─No es lo que parece. ─soltó rápido con cara de miedo hasta que se fijó bien en mí y cambio su cara de temor por la que siempre lleva, confiado y orgulloso─. No diré nada. Si tu no dices nada.

─No tengo nada malo que esconder. ─ ¿mentí...?

─Se nota que tú y Cedric la pasaron bien, por favor. ─se rio a lo que yo resople.

─No tengo que darte explicaciones. Diggory y yo no somos iguales que tú. No es mi culpa que tengas la mente muy abierta.

─La abierta es otra.

Mi paciencia se acabó y lo señale con la varita en su cuello a la vez que el hizo lo mismo. Los dos subíamos las varitas haciendo que nuestros cuellos se estiraran. Sentí una mano en mi hombro que me empezó alejar de él, pero no bajamos las varitas.

─Que tal, si hacemos como si esto no paso, simplemente sigues tu camino y nosotros el nuestro.─ hablo la chica junto a Macmillan. Baje mi varita y ella lo obligo hacerlo también a la vez que lo jalaba pasando por mi costado, los dos nos miramos retadoramente─. Lo siento mucho. ─inesperadamente alzo su varita y señalo mi ropa, al momento sentí como la ropa se secaba. La chica que juraba era de Ravenclaw se despidió con una sonrisa hasta salir de mi campo de visión, con las quejas de su pareja. Saqué el aire que tenía retenido y seguí mi camino con más cuidado.

Entre despacio a la casa común, no quería despertar a nadie, estaba un 99% segura que todos estaban durmiendo, hasta se podía escuchar los ronquidos que emitían los hombres. Camine de puntitas hasta la puerta de la habitación de hombres, y de pronto abrieron la puerta haciendo que me golpeara la nariz y cayera de trasero. Alcé la mirada y vi a George. Ni bien me vio me tendió una mano.

─Ana, ¿Qué ha- ─calló cuando se fijó con que polo estaba y mostro su cara picarona, me hubiera reído si no fuera porque no quería que le cuente a alguien. Iba excusarme, pero él hablo primero, cambiando de expresión─. Yo no vi nada.

Me guiño un ojo y paso por mi costado. Aliviada entre y fui para la cama de Harry. vi su chaqueta a un costado, me la puse y me saqué la falda para ponerme un short de Harry que usaba como pijama.

Mire a Harry dormir, estaba sudando. Esas pesadillas que tenía lo están torturando por dentro, pero no podía hacer nada al respecto, Harry tenía que luchar consigo mismo, Yo solo podía protegerlo afuera.

─ ¿Puedo? ─dije cuando Harry se despertó y se puso sus anteojos para verme. Se hizo a un costado y me eche dándole la espalda. Ya mañana le diría lo que descubrí- lo que descubrimos Diggory y yo.

─¿Te diste una ducha? Tu cabello esta mojado. ─asentí. Él solo suspiro cansado y se sacó los lentes─. Buenas noches, Cayetana.

─Buenas noches, Harry.

𝐀𝐍𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 - 𝐂𝐄𝐃𝐑𝐈𝐂 𝐃𝐈𝐆𝐆𝐎𝐑𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora