Capítulo 48.

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Demián se encontraba leyendo un libro a Taylor, su cabeza dolía y su paciencia comenzaba a terminarse, el castaño no mejoraba pese a sus esfuerzos. Ya varias noches había llorado, lamentándose de aquel accidente, si no fuera porque su pequeña le daba fuerzas día a día, seguro ya habría cometido una locura.

***

El coche se detuvo y Alex miro por la ventana con curiosidad, ya llevaban varios tiempo en el coche.-¿En dónde estamos?-

-hay unas personas que necesitan verte.-el rubio bajo del coche y le abrió la puerta al Omega, quien bajo con su pequeño.

Los tres se acercaron a la casa, pero en cuanto subieron los tres escalones de entrada, la puerta de aquella casa se abrió, dejando ver a aquellas dos personas que lo había cuidado de niño.

La mujer dejo salir sus lágrimas al ver a su hijo después de mucho tiempo.-¡Hijo!-se acercó corriendo y sin dudarlo lo envolvió entre sus brazos. Finalmente podía abrazar a su pequeño de nuevo.-eres tu, mi pequeño.-

El padre del omega se acercó para abrazar a su hijo, comenzando a llorar en cuanto lo tuvo entre sus brazos.

El pequeño Noa, quien estaba detrás del pelinegro, se aferró a la ropa de su padre y miro con curiosidad a los mayores.-papi, ¿Estás bien?-

Los mayores se alejaron solamente para mirar a aquel pequeño.-¿Es tu hijo?-

Alex solo se limito a mover la cabeza. Los adultos miraron al pequeño, notando que era casi idéntico a Alex cuando aún era tan solo un niño.

-eres bellísimo.-susurro la mujer queriendo abrazar a su nieto, cosa que no hizo para no incomodarlo.

El padre limpio sus lágrimas y se dirigió a su hijo.-queriamos verte, no sabíamos nada de tí.-

-me fuí porque sabía que no querían verme.-respondió un poco desconcertado.

-¿Que no qué? Cariño eres nuestro único hijo.-

-nos partía el alma no saber nada de ti.- aclaro su padre mirándolo con tristeza.

-deberiamos entrar. Tenemos mucho de que hablar.-

Las cinco personas entraron a aquella casa, Alex no entendía muy bien lo que pasaba, así que se limito a quedarse de pie cerca de la puerta principal junto al rubio mientras que sus padres conversaban con el pequeño Noa.

-¿Que hacemos aquí? ¿Cómo supiste dónde encontrar a mis padres?-pregunto sin entender las cosas.

-te lo diré si prometes no molestarte. Ayer encontré a Vlad en un bar, hablé con él y me explico que todo el tiempo te mintió, tus padres siempre te buscaron.-

-todo el tiempo me mintió.-repitió analizando las palabras que el rubio decía, frunció el ceño.-¿Que hacías tú en un bar? ¿Que tanto hablaste con Vlad?-

-Vlad está arrepentido. Quiere cambiar y poder estar con su hijo, quiere ser mejor. Fue él quien me dio el número y la dirección de tus padres, quiere arreglar todo lo que rompió.-

-lamento interrumpir.-la madre de Alex se acercó con una sonrisa tímida.-¿Quieres hablar?-el Omega asintió y la mujer se marchó con una sonrisa.

Jack miro a Alex y le sonrió dulcemente, tratando de tranquilizar al Omega.-estare afuera, es un momento que tienen que pasar en familia.-

Alex dudo pero sintió. Era verdad, además eran sus padres, no le harían daño.-de acuerdo.-

***

Demián entro a aquella habitación con su pequeña, sus padres no podían cuidarla ese día, así que debía llevarla consigo, no le molestaba, pero jamás la había llevado ya que no quería que su hija viera de ese modo a su madre/padre, solamente la había llevado cuando cumplió su primer año, pero fue una visita rápida.

-hola amor. Isabela viene conmigo. Mis padres no pudieron cuidarla está vez.-dejo sus cosas sobre el pequeño sillón y bajo a su pequeña para que pudiera dar sus pasos frente al Omega.-aprovecharé para mostrarte que ya camina.-

La pequeña pelinegra miraba todo con curiosidad, al ver la camilla se acercó, comenzó a reír y a jalar las sábanas que cubrían al Omega.-mamá.-

Demián se sorprendió, comenzó a reír y se acercó a su pequeña para tomarla entre sus brazos.-¡¿Escuchaste?! ¡¿Oíste eso amor?! ¡Dijo mamá! Jamás había dicho eso, tampoco había balbuceado.-el alfa está demasiado emocionado, pero nuevamente cayó en la realidad, su Omega estaba dormido, se había perdido una cosa más de su pequeña. Con tristeza, y unas ganas enormes de llorar, se acercó al Omega, besando con ternura su frente. -nuestra hija te necesita Taylor. Despierta, por favor.-

Después de lo sucedido, Demián dejo a su pequeña sobre la cama, cuidandola de que no le hiciera daño a Taylor ni tampoco fuera a desconectar algo que no debía.

El tiempo pasó rápidamente, cosa que Demián noto hasta que una enfermera entro a la habitación.-perdona, la hora de visita está por terminar.-

-entiendo. Gracias.-se acercó a su pequeña y la sujeto entre sus brazos.-es hora de irnos a casa.-la pequeña observo a su padre, negó con su pequeña cabecita y peleó por bajar de nuevo a la cama, pero Demián se lo impidió dejándola de pie en el suelo. Se acercó al Omega y beso con dulzura sobre su cabello.-prometo venir mañana. No olvides que te amo.-

Demián cargo a su pequeña, quién al ver qué se alejaban del castaño, comenzó a llorar, Isabela quería quedarse con su madre.

La habitación quedó solamente con el paciente, quién entre sueños escucho un pequeño llanto, disgustado comenzó a moverse.

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SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora