Capítulo 42.

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Jack manejaba a toda velocidad, agradecía haberle dado su número a aquel pequeño, que pese a su edad era demasiado listo como para llamarle.

Al llegar a los departamentos, freno de golpe llamando la atención del portero, quién se asustó al ver qué aquel alfa irradiaba irá.

-no puede pasar.-

-hay un chico Omega pelinegro, tiene un pequeño castaño, Noa.-

-no le puedo dar información de la gente que renta aquí.-

-¡Maldita sea!-molesto, tomo a aquel chico del suater y lo empujó hacia la pared, apresandolo contra está. -¡Dígame qué maldito apartamento es!-

-tercer piso, 34.-lo soltó y corrió hacia las escaleras.-¡Espere!-

Jack subía las escaleras rápidamente, mientras aquel chico lo seguía a duras penas.

Al estar frente al departamento 34, Jack comenzó a empujar la puerta con su propio peso, logrando abrirla.

Dentro había muchas cosas tiradas, y algunas rotas, gotas de sangre pintaban la habitación. Busco por toda la sala y no encontró a nadie.

-¿Que sucedió aquí?-pregunto asustado el portero.

El rubio entro a la habitación, la cuál también estaba desordenada, sin embargo un débil cuerpo detrás de la cama le hizo acercarse.

El Omega estaba abrazando sus rodillas, lloraba silenciosamente mientras algo de sangre rodaba de su boca y su nariz.

El corazón de Jack comenzó a doler, ver a aquel Omega tan asustado y lastimado, era una horrible escena.

-Alex.-

El Omega levanto la mirada, comenzó a llorar aún más y señalaba hacia una puerta del fondo.-Noa... Noa... Lo encerré en el baño.-

Jack fue rápidamente, con dificultad abrió la puerta, encontrando a un pequeño castaño asustado, sus ojos estaban rojos, pero intentaba simularlo, intentaba hacerle ver qué no había llorado.

-ven, ven conmigo.-cargo al pequeño y lo apego a su cuerpo, lo saco de la habitación evitando que mirase a su papá/mamá. Se acercó al portero y este lo acepto en sus brazos.-llévelo abajo, intentaré calmar a Alex, que no vea nada.-

Rápidamente el joven se fue con el pequeño, nuevamente Jack se acercó al Omega.-Alex...-de inmediato el Omega abrazo a aquel alfa, quién lo rodeo con extremo cuidado, temía lastimarlo más de lo que estaba. -tranquilo. Ya estoy aquí.-saco su celular y mando un mensaje de voz a uno de sus amigos.-Diego, necesito que vengas de inmediato a la ubicación que te voy a mandar, cuando estés acá te explico.-

***

El peliazul llegó de inmediato, entabló unas cuantas palabras con su amigo rubio, quién trato de explicarle la situación.

Ambos se acercaron al pequeño, que jugaba balanceando sus pequeñas piernas.-Noa. Este es uno de mis mejores amigos. Se llama Diego.-

El alfa extendió su mano hacia el pequeño con una sonrisa cálida.-hola Noa. ¿Te parece si te llevo a comer algo dulce?-

El menor levanto la mirada.-¿Mamá puede ir conmigo?-

-por ahora no. Llevaré a mamá con un amigo, tu mami necesita que la ayuden.-

Los ojos del pequeño comenzaron a cristalizarse, sin embargo hacia lo posible para no llorar.-¿Le hizo mucho daño? Es porque yo no hice nada.-

-¡Claro que no!-Jack se inclinó y miro al pequeño con el corazón roto.-Noa, lo que pasó no es culpa tuya. Ahora, ve con Diego, cuando mamá este lista podremos ir a comer algo dulce juntos.-

-bien.-el menor se acercó al coche del peliazul.

-cuidalo mucho, trata de que no piense en esto.-susurro al ver cómo el menor se alejaba.

-descuida.-

***

El alfa pelinegro estaba revisando a aquel Omega, la sangre ya había sido retirada, ahora el Omega vestía un pantalón acogedor y una camisa del alfa rubio.

-afortunadamente no hay nada roto, los moretones se desvaneceran con el tiempo. Pero te recetare un medicamento para el dolor y la inflamación.-Daniel terminó de checarlo, anoto los medicamentos en la receta y se la entrego al Omega. -otra sugerencia, denuncialo.-dicho aquello, se acercó a su hermanastro. -¿Puedo hablarte?-

El rubio salió junto a su hermanastro, se quedaron de pie frente a aquella puerta.-¿Realmente está bien?-

-mejorara. ¿Dijiste que había un niño?-

-su hijo.-

-¿Que tanto vio, no está herido?-

-aun no lo sé.-

-intenta averiguarlo. Tal vez el pequeño también fue herido.-

-lo que se es que debo ayudarlo, ¿Tal vez terapia?-

-posiblemente. Para ambos.-

La puerta de abrió dejando ver a aquel débil Omega.

-hey.-Jack se acercó y lo sujeto del brazo para ayudarlo a estar de pie.

-gracias por ayudarme. Te pagaré lo antes posible.-

-nadie te está cobrando.-

El Omega sonrió con debilidad. Aún así pensaba pagar ese dinero.-debo volver a casa. Tengo que limpiar y Noa debe comer.-

-por Noa no te preocupes, un amigo lo llevo a comer y... ¿Volver? ¿Estás loco?-

-tarde o temprano debo regresar.-

-¡Nada de eso! Se quedarán en mi departamento.-

-¿Que?-

-gracias a lo que pasó no pienso dejarlos solos. Piensa en Noa, el no puede ver cómo le hacen daño a su familia.-al ver qué el Omega estaba por negar, lo sujeto del rostro y lo obligó a mirarlo.-vendrán conmigo. Estarán bien.-

***

-esta será su habitación, Noa dormirá contigo para que no vaya a suceder un mal entendido. No es mucho, pero es mejor que estar en donde tarde o temprano pueden llegar a hacerte daño.-

-es más que suficiente.-el Omega observo la habitación, era cálida y acogedora.

El timbre del departamento sonó.-ya vuelvo.-

Alex se miro al espejo, su labio tenía una marca notable, su ceja tenía una pequeña cinta micropor, tratando de cubrir aquella pequeña pero dolorosa herida.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse al recordar lo que había pasado, los gritos, los golpes, y el llanto de su pequeño.

-¡Mamá!-la voz de su pequeño lo saco de sus pensamientos.

Rápidamente volteo mirando a su hijo acercarse.-¡Noa!-con lágrimas en los ojos, lo abrazo, podía escuchar el suave sollozo de su hijo.-mi pequeño.-

En cuanto el pequeño entro corriendo, los alfas se quedaron en la sala, dándole espacio a madre e hijo.

-comio una hamburguesa y lo lleve por un helado.-

-gracias. Te depositaré por la mañana.-

-nada de eso. Es un niño encantador.- pese a estar en la sala, podían ver la habitación en dónde el Omega y su hijo se encontraban.-nos encontramos a Ian en el elevador, piensa lo mismo que yo.-

-¿Cómo es que aún en esta época los omegas sufren tales acosos?-

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SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora