Capítulo 50.

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Taylor escuchaba atento lo que aquel alfa decía, le parecía lógico lo que había dicho sobre querer un bebé, pues siempre había temido quedarse solo.

Lo que no terminaba de entender, era como aquel alfa y él pudieron enamorarse tan de repente con el problema que Jack había creado.

-¿Cómo se llama la bebé?-

-Isabela.-no pudo evitar sonreír ampliamente al recordar a su pequeña y adorable niña.-y es hermosa. En todo el tiempo en el que estuviste dormido nunca balbuceó ni mucho menos dijo una palabra, pero cuando la traje y trate de mostrarte sus pasos, ella se acercó a la cama y dijo mamá. Supongo que reconoció tu aroma.-

-¿Mi aroma?-

El alfa asíntio.-mientras estabas dormido me recomendaron envolver a nuestra hija con tus prendas, o tenerlas cerca de ella, para que no te olvidará.-

-ya veo.-

-¿Quieres conocerla?-el alfa estaba emocionado, pero el Omega se veía un poco nervioso, incluso se podría decir que algo incómodo.-descuida. Será cuando estés listo.-

***

Jack iba en camino al kinder en donde el pequeño Noa estaba estudiando, solía ser así, cuando Alex no podía recogerlo, Jack lo hacía.

Después de la visita con los padres de Alex, el Omega se veía un poco más aliviado. Ya se habían mudado a la casa que el rubio había comprado para Alex y para Noa, había planeado que sería para ellos solamente, más sin embargo vivían los tres juntos a petición del Omega, pues había convencido al rubio de quedarse, diciéndole que no quería estar solo en aquella casa, que aún le asustaba la idea de estar solo.

Alex había comenzado a trabajar, no era un trabajo de planta, pero cada vez que lo solicitaban en aquel lugar, la paga era muy buena, se podría decir que valía la pena.

En cambio Noa iba de maravilla en la escuela, sus notas eran buenas y tenía muchos amigos con los que jugaba y se divertía.

El alfa bajo del coche y espero a que las maestras le entregaran al pequeño, quién al verlo dibujo una amplia sonrisa y se acercó corriendo.

-hola campeón.-saludo agachandose y abrazando al pequeño.-¿Cómo te fue?-

-hice muchos dibujos.-el menor lo tomo del brazo y comenzó a jalarlo suavemente.-ven conmigo.-

-¿A dónde?-

-Camila, Rick.-dos pequeños voltearon curiosos.-él es mi papá.-

Al escuchar esas palabras saliendo de la boca del pequeño, el rubio no pudo evitar sentir una enorme emoción, que el pequeño lo considerara como su padre le parecía algo lindo.

-hola.-saludo la pequeña.-¿Dejaría a Noa ir a mi fiesta de cumpleaños pasado mañana?-

-¿Fiesta de cumpleaños?-

-mi mamá dijo que puedo llevar a mis amigos a casa a jugar.-

Aunque se sentía honrado de que el pequeño lo considerara su padre, sabía que no tenía autoridad para darle permiso al pequeño, eso no le correspondía y lo tenía en claro.

-deberiamos preguntarle a Alex primero.-

-¡Mamá!-la pequeña grito hacia un grupo en donde había omegas hombres y mujeres.

Una mujer de cuerpo bien definido, cabellos rubios y ondulados, con un dulce aroma a canela, se acercó a la pequeña, quién le sujeto la mano a su madre y la miro con ternura.-mamá, ¿Le das nuestra dirección al papá de Noa? Por si lo dejan ir a mi fiesta.-

La mujer levanto la mirada, sus ojos oscuros se juntaron con los del rubio, quién sintió un pequeño escalofrío ante la mirada de la mujer.

-claro. ¿Puede darme su número? Le mandaré la ubicación.-

-ah, claro.-el rubio le dictó su número y la mujer lo apunto en su celular, mandando de inmediato la ubicación.

-estamos en contacto. Vámonos Camila.-la mujer tomo la pequeña mano de su hija y comenzaron a alejarse.

-adiós Noa.-se despidió la pequeña y el castaño solamente se despidió con un suave movimiento de mano.

El niño, que todo el tiempo se quedó callado, sonrió al ver a su madre acercándose.

-¡Mamá!-grito y salió corriendo.

Jack y Noa se dirigieron al coche del rubio, ambos subieron y se dirigieron a casa mientras platicaban de cosas que el menor había hecho en el kinder.

***

Cuando el Omega pelinegro llegó, fue recibido con una deliciosa cena en la mesa y una enorme sonrisa por parte de su pequeño y del rubio.

-¿Tienes hambre?-

-demasida.-

Los tres tomaron asiento y se dedicaron a comer, el menor hablo con Alex de todo lo que había hecho en el kinder, Alex estaba orgulloso de que su pequeño finalmente pudiera sonreír y vivir las etapas de su vida como debía ser.

***

Cuando terminaron de cenar, Jack y Alex se dedicaron a lavar los platos mientras que el pequeño miraba la televisión.

-por cierto. Una compañera de Noa lo invito a su fiesta de cumpleaños, es el sábado.-comentó el rubio al terminar la labor que hacían.

-¿El sábado? ¿Noa quiere ir?-

-hace un rato me dijo que si.-

-no sé. Jamás lo he dejado solo. Además no sé quién lo invito.-el Omega se seco las manos y se quitó el delantal que cubría su ropa.

-la niña se llama Camila, su madre se llama Gabriela.-hablo el rubio imitando la acción del Omega, agarro su celular, abrió el chat que mantenía con aquella mujer, y le entrego el teléfono al pelinegro.-me mando la ubicación de su casa.-

Alex observo la foto de aquella mujer, una punzada se hizo presente en su pecho, molestó le entrego el celular a su dueño.-no sé si sea buena idea.-

-Noa casi no sale, necesita convivir.-

-¿Por qué insistes tanto?-

-Noa debe conocer más lugares, divertirse. Pienso que...-

-de acuerdo.-molesto lo interrumpio.-ve con Noa a esa casa y diviertanse.-sin más, se dio media vuelta y subió las escaleras, escuchándose la puerta de su habitación abrirse y cerrarse de golpe.

El rubio no comprendía lo que pasaba, pero tampoco dejaría las cosas como estaban.

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SOLO QUERÍA UN BEBÉ. (2da parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora