🤍Capitulo 2❤️

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¿Dónde estoy?

Abrir mis ojos, fue mala idea.

Al instante de siquiera intentarlo, se coló por entre mis semiabiertos párpados, causándole estragos a mis ojos y cabeza, una fuerte luz.

Un quejido, apenas audible, se escapó por entre mis labios. Moví mi cuerpo, para poder quedar acostado de lado, a la par que recogía mis pies hasta el punto en el que tuvieron su encuentro con mi lanuda frente.
Mi cuerpo presentó algún que otro síntoma de molestia, los cuales me daban a entender que no había recibido heridas física, solo moretones.

Pasé quizás unos segundos en esa pose, parpadeando e intentado fallidamente abrir por completo mis adorolidos ojos. Mas no fue hasta que pude acostumbrarme a la luz del lugar, que por fin incorporarme un poco.

Ya sentado recorrí el lugar con mi vista, no recuerdo haber estado nunca aquí, siquiera... ¿esto formará parte del Dark...?

La fuente... Fui absorbido por la fuente... Osea que no estoy en el Dark World, sino en el Ligth World.

Una sonrisa, ilusionada se formó en mis labios. ¡Las vería de nuevo! Pensé.
Pero primero lo primero.

Revisé mi cuerpo, asegurando que no tuviera ninguna herida de verdad, en el proceso confirmando la presencia de solo algunos moretones casi invisibles por mi pelaje y viendo como mi ropa se había transformado.
En lugar de mi típica túnica, traía puesto un buzo con gorro verde, que en el centro se ubica estampado un corazón negra. Los pantalones eran iguales en el color, mientras que mis patas eran cubiertas por un par de botas rosadas como mi bufanda en mi mundo. Lo único que se conservó, fueron mis espejuelos.

Ponerme de pie fue horrible, la emoción me llevó a intentarlo con movimientos bruscos y a consecuencia, ser perjudicado por un gran dolor de cabeza acompañado de un leve mareo.

No me volví a sentar, ni cree más contacto físico con el piso que no fuera el de mis pies, resistí la oleada apoyado en una pared volviendo a inspeccionar la habitación y riéndome de las similitudes que habían entre esa habitación el mundo al que pertenezco.

Superando, aun que no fueran todos, los malestares que me aquejaban en aquellos momentos, me encaminé a una de las puertas que ví en la habitación, la más cercana a mí que se encontraba a mi izquierda.
Tomé y giré la perilla, estaba cerrada.
Pero en el exacto momento en el que dí media vuelta, una fuerte patada en la habitación adyacente hizo que mi pobre corazón se saltara un latido.

¡Mierda! ¡Otra vez es solo un estúpido almacén de suministros! -Esta voz era inconfundible para mí, provenía de Susie. —Como sea, solo terminemos con esto.

Me apresuré a la otra puerta, escuchando los fuertes y rápidos pasos de mi amiga. Sus pasos empezaron ser lejanos para cuando abrí la puerta, pero mi atención fue captada por alguien más, quien percibí que era una adolescente humana con similitud física a Kris, pero esta chica poseía una piel morena algo pálida, un cabello, descuidado y castaño oscuro, que llegaba hasta sus hombros y su flequillo cubría sus ojos. Vestía un sweter verde olivo, que su cuello cubría, con una franja amarilla en el centro, acompañado de unos pantalones holgados cafés que llegaban a sus tobillos mostrando unas zapatillas del mismo color.

En sus manos sostenía una caja, mientras que con su pie derecho trataba de cerrar las puertas que aseguro fueron golpeadas.

Quizás se percató de mi mirada, porque volteo a ver en mi dirección.

Y para entonces, no supe bien que decir, balbuceaba. —Y-Yo... Perdón que te mi-mitara tanto... Es--Es que te pareces a una amiga y quería comprobar si eras ella... -Dije un poco rápido, casi en susurros, bajando mi visión hasta mis manos, jugando con mis dedos.

Esa chica dejó la caja de lado y caminó hasta estar cerca de mí.

¿Ralsei? -Su voz me sobresaltó, la voz de Kris que había escuchado en contadas ocasiones, era ella.

Al instante alcé mi cabeza, rebosante de alegría. Asentí y quise saltar a sus brazos, pero fue ella quien hizo eso.

Ambos caímos al piso, entre risas mías, por lo brusco que había sido.
Uno al otro nos aferrabamos.

V-veo que no soy el único feliz. -Comenté sintiendo el color apoderarse de mi cara, estaba algo nervioso por estar tan cerca de la pelicastaña.

Y aunque no obtuve una respuesta verbal, supe que el sentimiento de alegría era mutuo.

~Continuará~
Frío ¡Yeiii!✨💙

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