🤍 Capítulo 18 ♥

24 7 3
                                    

Es hora de volver...

Mientras más guardas tu dolor, más crece, convirtiéndose en una bomba de tiempo, una que no sabes cuándo estallará en tu interior.
Kris controló su bomba por mucho tiempo, sintiéndola a un segundo de reventar; mas nada es eterno. Cuando algo va a pasar no importa cuanto lo retrases, sea lo que sea termina por pasar.
La bomba en el interior de la castaña humana se activó y la cuenta atrás no logró alcanzar a detener. Explotó. Explotó y ella no pudo hacer nada aparte de encerrarse y sacar todo ese dolor de dentro.

La castaña llorosa respira, abraza sus propias piernas, sentada en el piso. Temblando busca relajarse, calmarse al menos para poder bañarse y salir a enfrentarse a Susie una vez más.

Se levanta apoyando su palma en el piso, el tacto frío la asalta ante esto. Frente al espejo del lavabo se haya de nuevo, ahora viendo las lágrimas que siguen recorriendo sus mejillas. Respira de nuevo, esta vez de forma más profunda.

No tiene caso. Nunca lo tuvo.

No tiene sentido que pese al tiempo le siga doliendo. Lo mejor siempre ha sido olvidarlo mas nunca lo ha logrado…

¿Por qué las cosas tenían que ser así?

Narra Ralsei.

Después de los sucesos de esa tarde llegamos a casa luego de un trayecto en coche sin hablar, para entonces el cielo estaba teñido de unos hermosos colores pasteles cálidos. Era una linda tarde y la noche prometía ser similar… o eso pensaba mientras me ponía la ropa de dormir y me reunía con madre e hija que descansaban en la sala observando un programa en el televisor.
Kris ocupaba un camisón de un azul opacado sin ningún grabado junto a unos pantalones de cuadros con diferentes tonalidades del mismo color de su prenda superior.
La figura materna, en cambio, aún vestía la ropa con la que había partido por la mañana junto a nosotros.

Cuando nuestras miradas se encontraron ella se levantó y subió en busca de algo mientras yo me sentaba junto a la castaña.

Ella descansaba su cuerpo a lo largo del sofá, que al ser tan grande daba y sobraba espacio para acomodarnos los dos en este, pese a eso, decidí darle su espacio y sentarme junto al brazo contrario del que ella estaba.

–Hey… Ralsei… –Mi contraria empieza la conversación, se acomoda de nueva forma en el sofá, ahora sentada con los pies flexionados contra su pecho. No se ve bien. Respira profundamente antes de continuar. –Creo… creo que está volviendo a pasar… lo de aquella vez…

Mi alma se saltó un latido, miré a la castaña con los ojos abiertos mientras ella se abrazaba a sí misma con fuerza. Estaba nerviosa, asustada.

Ajena a lo que podría ocurrir, la señora Toriel bajó y entró al baño.

No podía entrar yo en pánico, eso solo empeoraría…

–Dime que estás sintiendo. –Pedí acercándome a ella, a su vez apoyé mi mano en su hombro para de una u otra forma darle al menos un poco de apoyo.

–Mi alma… mi alma está palpitando muy fuerte contra mi pecho. –Sus manos se abren y cierran contra sus piernas. Toma una fuerte respiración antes de enterrar su cabeza entre sus brazos. –Y mi cabeza… mi cabeza me duele mucho… –Empezó mecerse luego de terminar de hablar.

No sabía que hacer, mas no me atreví a decirle. Tenía que ayudarla de alguna manera.

La abracé, queriendo primero calmarla y luego intentaría de alguna manera evitar que perdiera el control sobre su propio cuerpo.

–¿Quieres subir a tu cuarto? –Quizás lo mejor sea dejarla reposar en su cama y evitar que la señora Toriel se dé cuenta, mientras menos involucrados hayan será mejor.

 🤍𝚃𝚠𝚘 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora