No comprendo
Narra KrisDesperté sobresaltada, provocando que todos en el salón me miraran raro.
Otra estúpida pesadilla...
—¿E-estás bi-bien K-Kris? -Preguntó mi maestra con su voz temblorosa y semblante preocupado.
Todas las miradas se centraron en mi persona, como de costumbre, nadie se percató de lo incómodo que resultó ser para mí.
Me limito a asentir.
Al todos ver, como mi voz brilló por su ausencia, regresaron a sus asuntos, que muy pocos consistían en atender la clase. Creo que solo Noelle y Berdly lo hicieron.
Apoyé mi mentón en la palma de mi mano.
Si me dormía, tendría otra pesadilla.
Mas, mis párpados estaban pesados, muy pesados. No he dormido bien en... ¿Cuatro días?... ¿Cinco? Siendo sincera, no lo sé y no me importa.¿Para qué tener la cuenta de los días que han pasado desde x suceso?
Mis pesadillas son de desde que tengo memoria, pero nunca había dejado de dormir una noche por ellas. Normalmente despertaba, tomaba agua, me relajaba y dormía hasta el día siguiente.
Pero estas... Cada vez que duermo vuelven, una y otra vez. Todo esto empezó luego del Dark World.
Mi conciencia parecía alejarse del aula, mis párpados cada vez, más cerrados, el lugar más negro, hasta que...
—¡Kris y yo los buscaremos! -La voz ruda y energética de Susie me devuelve al mundo de golpe como si me hubieran lanzado al suelo.
He estado más paranoica que nunca por alguna razón desconocida.Quise dar media vuelta a mirarla con duda. Pero ella ya se había levantado y se encontraba casi que arrastrando mi aún soñolienta persona por el aula, soltándome solo al llegar al pasillo. Froté mis ojos, arrastrando mis pies luchando por estar detrás de la dinosauria morada.
—Oye... ¿De VERDAD estás bien? -Me habla resaltando la antepenultima palabra, deteniéndose a solos pasos del armario.
Asentí...
¿Estaba preocupada por mí?
Mi amiga guardó silencio, pareció incluso buscar algún tipo de contacto visual con mis ocultos ojos.
Se rindió. —Veamos si suerte está de nuestro lado y podemos volver al otro mundo.
Hice una pequeña mueca luego de que mi contraria se encaminara de nuevo al closet.
¿De verdad ella todavía guarda la esperanza de poder regresar?
No voy a mentir, anhelo ver ese mundo otra vez, ahí me sentí libre... Viva, como hace mucho no me sentía, pero ya pasó, no creo poder volver...
Que equivocada estaba...
Una fuerte sonido, de un puerta siendo pateada volvió a provocar en mí un sobresalto.
Susie y su amabilidad
—¡Mierda! ¡Otra vez es solo un estúpido almacén de suministros! -Se quejó aún con su pierna levantada y la desilusión impregnada en su voz. —Como sea, solo terminemos con esto.
La enfadada y desilusionada adolescente cogió una de las cajas que tenían pinta de haber sido llevadas recientemente a ese lugar, la falta de polvo y telarañas nos lo indicó.
Susie se fue con sus pasos rápidos y estruendosos, dejándome a mí con una caja en manos y la tarea de cerrar la puerta sola.
Solo por no soltar la caja, para volver a cogerla en segundos, traté de cerrar el armario con mis pies.
Obviamente no podía. Pero igual traté.
Y probablemente me hubiera quedado ahí hasta lograr mi objetivo de no haber sentido como era observada.
No parecía que fuera una mirada acusadora, solo era... ¿Curiosa?
Fruncí mi seño antes de volver a ver y dar con algo inesperado. Un par de ojos rosados, asustadizos.
—Y-Yo... Perdón que te mi-mitara tanto... Es--Es que te pareces a una amiga y quería comprobar si eras ella...
Balbuceaba evitando mi mirar. Me dió igual el cubo de cartón que se mantuvo por poco más en mis manos. Lo dejé en una esquina y me acerqué a pasos sordos al pequeño monstruo, aunque no era mucho más chiquito que yo.
Su voz, enseguida la reconocí, pero me negué a pensar que podría ser él. Era imposible.
—¿Ralsei? -Dije en un susurro casi inaudible. Este chico debería de sentirse orgulloso, es el único ser que nos de mi familia y ha oído mi voz.
Al instante alzo su cabeza, rebosante de alegría. Asintió.
Fue algo extraño lo que recorrió mi cuerpo. No entiendo que, pero no ignoré el instinto de abrazarlo.
Ambos caímos al piso, entre risas suyas, por lo brusca que había sido.
Uno al otro nos aferrabamos.—V-veo que no soy el único feliz. -Comentó, se oía nervioso.
Él era cálido, suave, confortable. No quería alejarme de él, escondí mis ojos en su hombro.
Pero, volví a la realidad. Estábamos en hora de clases, tenía que llevar algo a la clase. Si salieran a buscarme, sería un problema.
Poco a poco me incorporé, ayudando al peliblanco a repetir mi acción.
Tenía una idea.
Cuando ya estuvimos parados, agarré su muñeca y lo guíe a la habitación sin uso.
—¿Eh? Kris.
Dentro ya, hice presión en sus hombros indicando que se sentara.
—¿Quieres que me quede aquí? -Preguntó dudoso. Levanté mi pulgar en seña de que estaba en lo correcto. —Oh, okey. -Solo se acomodó y sonrío.
Salí serrando la puerta al par pensaba en lo bien que se siente que alguien entienda mis gestos a la primera.
Serré el closet, para luego regresar la caja a mis brazos.Primero le diría a Susie de Ralsei, luego lo buscamos y luego veremos que hacer.
Espero que todo salga bien, porque siento una especie de presión encima de mis hombros.
Y no me agrada.
~Continuará~
✨Gracias por leer❤️ :3
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🤍𝚃𝚠𝚘 𝙷𝚎𝚊𝚛𝚝𝚜❤️
RandomUno, siempre estuvo solo. Otro, creo una barrera de acero en su mundo para alejar a todos y evitar ser lastimado. Uno positivo. Otro negativo. Uno lleno de esperanzas. Otro vacio. ¿Podrían dos seres así amarse? Alguien que expresa emociones cada que...