Si, puedo.

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El jardín estaba bellamente decorado con luces tenues y flores, el rosa dorado era el color predominante. Había una mesa central decorada con rosas y un "N & G" iluminado colgado en la parte de atrás. Algunas otras mesas esparcidas por el jardín, cada una con flores y velas. Había camareros sirviendo cócteles y canapés, con música suave de fondo. Todos los amigos de Adrien junto con algunos de los amigos de Nathalie y Gabriel estaban allí.

Las manos de Gabriel estaban temblorosas. ¿Y si no le gustaba la sorpresa? ¿Y si ella lo odiaba?

Nathalie había salido con Penny a celebrar su cumpleaños. Penny estaba al tanto del plan que Gabriel y Adrien habían preparado, y se suponía que traería a Nathalie de regreso a las 8:00 pm.

Gabriel siguió caminando en círculos en el jardín, de vez en cuando mirando el reloj, perdido en sus pensamientos.

—¿Padre?

—¿Si?—él respondió.

—Cálmate, todo estará bien.

—Son las 07:55,¿y si les pasa algo? ¿Qué pasa si ella dice que no?

—Padre—repitió el niño sosteniendo a su padre y girándose para mirarlo de frente.

—A ella le encantará. Ella te ama y sé que estará encantada de ser tu esposa....

Antes de que pudiera terminar la oración, ambos escucharon un motor entrando por la puerta principal.

—¡SILENCIO TODOS ELLA ESTÁ AQUÍ! - gritó Adrien apagando las luces y pausando la música.

Después de unos minutos se abrió la puerta del jardín.

—Ven conmigo, quiero fumar un cigarro— dijo Penny.

—iSORPRESA!— gritaron todos tirándole pétalos de rosa a Nathalie, justo en el momento en que cruzaba el marco.

Adrien encendió las luces y la música.

—¿Qué...?—empezó a mirar a todos.

—¡Feliz cumpleaños, Nat!— sonrió Penny.

—¿Lo sabías?— preguntó Nathalie.

—Claro que sí, tonta.

Nathalie se sorprendió.

—Felicidades, mamá— gritó Adrien mientras abrazaba a la mujer.

—Gracias, muchas gracias.

Nathalie se tomó su tiempo para agradecer y abrazar a todos. Excepto por una persona que permaneció en silencio en la parte trasera del jardín frente a la mesa principal. Gabriel. Nathalie caminó lentamente hacia él.

—¿Planeaste todo esto?— ella preguntó.

—Adrien y esa chica, Marinette, lo hicieron— respondió él —¿Te gusta?

—¿Me estás tomando el pelo? Me encanta- dijo echándole los brazos al cuello.

—¿Champán? - preguntó un camarero ofreciéndoles dos copas.

—Gracias respondió Gabriel tomando el suyo.

—Umm... ¿Puedo tomar un vaso de agua con gas?

—Si, señora— respondió el camarero alejándose.

—¿Qué pasa, Nat? Te encanta el champán— preguntó Gabriel.

—Es que...es que no tengo ganas de beber esta noche— mintió —Entonces,

¿Mi regalo?

Gabriel la examinó durante un minuto.

—Ven conmigo— dijo, acercando a Nathalie a la fuente. Estaba bellamente decorado con velas y pétalos.

—Gabriel, necesito decirte algo..

—Nathalie...

—Lo siento, adelante— dijo ella.

—¿Estás segura?

—Si, por favor— sonrió ella.

—Nathalie...—suspiró Gabriel —... En estos últimos meses, me di cuenta de lo mucho que significas para mí. Llegué a comprender el significado del amor desinteresado. Te convertiste en mi mejor amiga, mi cómplice, mi amante, mi universo entero. Eres la única razón por la que podría salir de mi agujero oscuro, la razón por la que mi hijo y yo volvemos a estar cerca. Me enseñaste tanto sobre la vida, la paternidad... el amor. Yo.. yo sólo... no quiero vivir sin ti un día más. Na-Nathalie Sancoeur, ¿me harás el honor de ser mi esposa? — Gabriel abrió la cajita que contenía un hermoso anillo y se arrodilló ante ella.

Esto fue surrealista. ¿Estaba pasando esto realmente? El corazón de Nathalie latía como nunca antes. Tanto se sentía mareada, tanto que...

Cuando Nathalie abrió los ojos, Gabriel la estaba llevando adentro. —Gabriel..

—iNathalie! Te desmayaste de la nada - se detuvo en el marco de la puerta.

—Bájame— exigió ella.

—Necesitas un médico, Nat, por favor.

—¡Bájame, AHORA!— ella gritó.

Gabriel hizo lo que ella dijo.

—Estoy bien— sonrió ella.

—Nathalie, te desmayaste, necesitas que te revise un médico, tú...

—Estoy bien, no me pasa nada— insistió ella. Todo el mundo los miraba; la preocupación se podía ver en sus rostros. —ESTOY BIEN— gritó Nathalie a todos.

—Mamá, papá tiene razón. Deberías ir a..

—¡NO! - dijo Nathalie.

—Nathalie, no puedes desmayarte solo porque...— comenzó Penny.

—Sí, puedo...— dijo ella. Sintió que le ardía la cara, todos la miraban, todos parecían muy preocupados. Especialmente Gabriel. Era hora.

Tomó el rostro de Gabriel entre sus manos y lo atrajo hacia sí. —Sí, puedo.

El solo la miró fijamente, el miedo en sus ojos.

—Estoy embarazada— susurró ella.

—¿Qué?— Los ojos de Gabriel se abrieron sorprendidos.

—Estoy embarazada— repitió ella sonriendo. —No puedo tomar alcohol, vomito todo el tiempo y me desmayo. Estoy embarazada.

—¿Estás segura?— preguntó.

—Si, idiota— se rió ella.

—Oh... mi...—comenzó Gabriel.

—¡Estoy embarazada!— anunció a todos. Hubo un profundo silencio y luego la gente comenzó a aplaudir y temblar. Adrien corrió hacia sus padres y los abrazó a ambos.

—No puedo creer que voy a ser hermano mayor, gracias chicos— dijo el

niño.

—Nathalie...—dijo Gabriel.

—¿Sí?— ella levantó los ojos hacia él.

—Nada— sonrió y la besó apasionadamente, iniciando una nueva ronda de aplausos y awws.

—Oh, espera— dijo Nathalie alejándose un poco.

—¿Qué?— preguntó Gabriel.

—Si quiero casarme contigo— sonrió ella. Gabriel le devolvió la sonrisa y tiró de ella para besarla.

Instintos MaternalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora