¿Dónde está Chat Noir?

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Nathalie tardó un tiempo en convencer a Gabriel de que atacara como HawkMoth nuevamente. Parecía que estaba enfocando toda su atención en Adrien, y en ella, de cierta manera. Se sintió halagada por sus acciones, pero sabía que lo estaban distrayendo de lo que realmente quería.

Y ella iba a devolverlo.

—¡Nathalie! ¿Dónde está Chat Noir?— preguntó Gabriel furioso.

—No tengo idea, señor. Es la segunda vez consecutiva que deja a Ladybug sola.

"Vamos gatito, aparece" pensó Marinette mientras intentaba comunicarse con el teléfono celular de Vhat Noir.

—Plagg, debería estar allí, ayudando.— dijo Adrien caminando frenéticamente por su habitación.

—No, chico, deberías estar descansando. Ha pasado una semana desde que te operaron.

—¡Ahg! Esto es tan frustrante. -- dijo Adrien, sentándose en su cama. —¿Y si Hawkmoth la captura? ¿Y si le pasa algo?

—Ella está bien, Adrien. Ella se las ha arreglado sola antes. Vamos, hay que buscar un poco de camembert para este kwami que se muere de hambre.

—Eres tan dramático, Plagg.

Gabriel se sentó en su sillón habitual en la sala de estar. Nathalie se sentó a su lado.

—¿Está todo bien?— ella preguntó.

Gabriel tardó un rato en responder, pero finalmente lo hizo.

—Simplemente no entiendo. ¿Por qué no ha aparecido Chat Noir? Necesito su miraculous también, sin su anillo, tener el miraculous de Lady Bug no sirve de nada.

—Entiendo, señor. Pero lo lograremos. Aparecerá eventualmente. El no la va a dejar atrás.

—Ya no estoy tan seguro.

Nathalie se quedó helada. —¿Acerca de?

—Cualquier cosa. No entiendo nada.

Gabriel ya no entendía su plan, no entendía sus sentimientos por Nathalie. No entendía nada. Cerró los ojos y suspiró.

—Señor, siempre haré lo que sea necesario para hacerlo feliz. Lo prometo. — dijo Nathalie.

—Haces suficiente Nathalie.

Las palabras de Gabriel significaron mucho más de lo que Nathalie se dio cuenta. Sus palabras significaban que ella ya lo hacía feliz. Estaba tan concentrada en lograr esta misión que no vio más allá de las palabras.

Gabriel, Nathalie y Adrien cenaron juntos.

—¿Cómo te sientes, hijo?

—Mucho mejor, padre. Gracias. -- respondió el niño. —Nath, ¿puedes pasarme las papas por favor?

—Claro, toma— extendió un plato lleno de puré de papas.

—Me encantan estas cenas familiares. — confesó Adrien. —Deberíamos haber hecho esto antes, ¿verdad?

—Mmh-hmm— asintió Nathalie.

Gabriel solo asintió y continuó con sus cenas.

Adrien se dio cuenta de inmediato de lo incómodos que se sentían Nathalie y Gabriel el uno con el otro, pero ¿por qué? Estaba claro que ambos tenían sentimientos el uno por el otro, ¿que pasó? No podía entender claramente por qué. 

Instintos MaternalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora