Gabriel Agreste tomaba tranquilamente su té de la tarde en el jardín. Aunque no era precisamente un fan de estar al aire libre, disfrutaba de la serenidad de este lugar.
Cerró los ojos y se concentró en el suave sonido de la fuente. Empezó a pensar en cómo había cambiado su vida durante los últimos meses; como se sentía libre sin el peso de Emilie sobre sus hombros. Para ser honesto, había días en los que extrañaba su voz o su olor, pero era natural, la había amado demasiado; sin embargo, estaba seguro de que nunca cambiaría su vida actual por recuperarla.
Lo que había sucedido con ella era una tragedia, tal vez un error que ambos cometieron, pero él estaba trabajando para perdonarse a sí mismo, para aliviar la culpa que sentía a veces por la noche.
Especialmente cuando Nathalie tenía uno de esos ataques de tos. Aunque dejó de usar los miraculous, sus ataques volvían una o dos veces por semana, recordando a Gabriel sus pecados.
Nathalie...Su Nathalie, la mujer que comenzó como asistente y terminó como el amor de su vida. Su apoyo, su amigo, su confidente, su amante, su recordatorio cotidiano de una vida mejor.
Gabriel sonrió.
De una cosa estaba seguro, amaba a esta mujer, la mujer que lo había convertido en un mejor hombre, un mejor padre.
—Quiero casarme con ella—. dijo Gabriel en voz alta, tomándose a si mismo por sorpresa. Abrió los ojos y analizó sus propias palabras.
¿Realmente quería casarse con ella?
Estaba seguro de que, después de Emilie, no volvería a casarse, ¿verdad?
Pero... Nathalie Sancoeur, por otro lado, estaba sentada en la sala de estar llorando fuertemente.
¿Qué había hecho ella? Había enviado a Emilie Agreste a la tumba. Gabriel estaba trabajando muy duro para recuperarla y luego ella se interpuso en el camino; Gabriel dejó su causa inicial por ella. ¿Era ella tan valiosa? ¿Valió la pena?
—Oh, Emily, lo siento mucho.
—¿Nathalie?-- preguntó Adrien, parándose en las escaleras, viendo como su mamá lloraba.
—Adrien.— respondió Nathalie secandose las lágrimas.
—¿Qué pasó?—. pregunto bajando las escaleras y sentándose a su lado.
—Yo solo... no se, solo tenía ganas de llorar...yo...—. Darien la abrazó con fuerza mientras la pobre mujer sollozaba en sus brazos.
—Nunca quise...robarle a tu padre.
—¿A qué te refieres mamá?
—Mhmmm.
—No.— dijo tomando su rostro entre sus manos. —Mamá, escucha, no robaste nada. Mi padre perdió a mi madre y encontró refugio y amor en ti, eso esta bien. Se enamoró de ti, no le robaste a nadie.
Ella parpadeo.
—Además estoy seguro de que mi mamá está contenta de que tú seas la mujer que está con mi papá. Quien lo ama y lo cuida al igual que a mi.
—Oh, Adrien.— Nathalie lo abrazó. Sus palabras realmente la consolaron.
Pero...Nathalie se congeló. —¿Mamá?— de repente palideció. —¿Nat?
—Quiero vomitar—. dijo corriendo hacia el baño
—Oh Dios. Esto no va a pasar—. dijo Nathalie, sentada en el piso del baño por segundo día consecutivo.
De repente la golpeó como agua helada. —Y si...— salió corriendo del baño y agarró su celular. Tenia una aplicacion que monitorear sus ciclos menstruales y si, se le había atrasado por 2 semanas hasta ahora.
—Ay...— ni siquiera pudo terminar la frase, solo se sentó en el borde de la cama contemplando la pared.
Después de unos minutos sintió que la adrenalina recorría su cuerpo. Ella sonrio y comenzo a reír histéricamente. Se dejó caer en la cama y comenzó a gritar y reir como loca. ¿Estaba pasando esto realmente? ¿De verdad iba a tener un bebé con Gabriel Agreste? Salió de la cama y salió corriendo de la mansión, necesitaba llegar a una farmacia.
—¿Adrien?— preguntó Gabriel antes de entrar a la habitación de su hijo.
—¿SÍ padre?— Adrien estaba sentado en su escritorio trabajando en su tarea.
—¿Puedo hablar contigo?
—Por supuesto—. Se puso de pie y caminó hacia el sofá. Una vez que estuvieron sentados cómodamente, Gabriel comenzó a murmurar.
—Bueno...to.... solo... escucha... solo quería preguntarte...
—¿Si?
Nathalie estaba parada en el baño esperando los 5 minutos que duró la prueba de embarazo. Se mordía las uñas con ansiedad. Quedaban 2 minutos.
—Me preguntaba...
—¿Sí padre?
—Tu... ¿qué tu...?
Quedaba 1 minuto. 2 líneas significaban embarazada, 1 línea significaba que no estaba embarazada.
—Adrien, ¿te parece bien...?
Nathalie finalmente tomó la prueba en sus manos.
—¿Qué me case con Nathalie?
2 líneas.
¡Oh Dios!— gritaron Adrien y Nathalie al mismo tiempo aunque en diferentes habitaciones.
—¡Claro que sí padre! Me encantaría que te casaras con ella, ¡Ahora sería mi mamá.
—Gracias—. sonrió Gabriel, sosteniendo a su hijo en sus brazos. —Te amo.
—Yo también te amo, padre.
Nathalie todavía tenía la prueba en sus manos. Era obvio, los mareos, las náuseas, los vómitos y su retraso, estaba embarazada. Puso su mano en la pared para no caerse, todo el lugar se arremolinaba a su alrededor, su corazón latía como loco, su estómago estaba revuelto. Estaba teniendo un bebé con el hombre al que amaba, el hombre al que había amado todo el tiempo.
—Esto es una locura.— murmuró ella. —¡Locura!
Puso sus manos en su vientre. —Hola...Soy yo, mamá—. sonrió y las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. —Ahora tenemos que decirle a papá y a tu hermano sobre ti.
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Instintos Maternales
FanfictionNinaGaetana es la autora de este libro, todo el credito es para ella, yo solo traduzco. Cuando Adrien Agreste enferme de apendicitis, Nathalie Sancoeur será quien lo cuide. ¿Este evento estresante ablandará el corazón duro y frío de su padre? ¿Gabri...