Lucifer: La dama del diablo

CAPÍTULO 10: Gabriel está de vuelta

-¿Dónde está Tim?- pregunté al ver que llegaba Lydia sola.

-Está en el polideportivo de la facultad de deportes. Tenía que grabar un trozo de un video con su compañero. O eso me ha dicho, ¿vamos a buscarlo?- preguntó Lydia.

-Sí, vamos. ¿Qué tal tu examen de Economía? - Pregunté colocándome a su lado para comenzar a andar, el polideportivo no se encuentra tan lejos de donde estábamos.

-Creo que bien. La parte teórica me lo sabía todo, la parte práctica he estado trabajando mucho en ello y espero no haberla liado en algún numerito.

-Seguro que esta superbién y si tienes algún fallo ya sabes que no te descontaran tanto.

La facultad de deportes es la que está en frente de la nuestra. Me parece una de las facultades más completas y bonitas, realmente la gente de aquí tiene muy buen rollo y entusiasmo en lo que hacen, cosa que admiro de los estudiantes de esta. Tiene un gimnasio, un gran polideportivo, al que vamos, clases para las teóricas, trillones de campos tanto de futbol, básquet, beisbol... Es simplemente increíble, todo está muy bien distribuido. Si se me dieran bien, haría una de esas carreras solo, por lo bonita que es.

-¿En qué piensas tanto?- preguntó Lydia.

-La facultad de deportes es preciosa.

-¿Qué estudiarías?

-No sé, el futbol me gusta. Pero como no se me dan bien los deportes. - Encogí los hombros.

-Bueno, yo opino que también es bonita, pero ni aunque me paguen mil de millones no pienso entrar en una carrera relacionada con el deporte.

-Es qué tú eres muy vaga Lydia. - Dije entre risas.

-Lo sé, en educación física del instituto, cuando el profesor no miraba andaba y cuando miraba seguía corriendo. O cruzaba para que parezca que corrí más... O simplemente me sentaba. - Explicaba riéndose. - Qué buenos recuerdos.

-Sin duda tú y los deportes no os lleváis bien. - Dije contagiada por su risa.

La verdad es que no es la única que hacía eso.

-No, pero, en cambio, ir al gimnasio si me gusta. Muy curioso.

-Y tanto.

Entramos dentro de la facultad, las puertas de cristal grueso que había a mi izquierda daban la entrada al polideportivo. Allí estaba Tim, quien estaba guardando la cámara junto a su compañero que guardaba el trípode.

-Bien, nos vemos mañana para editar el video. Tengo que irme, tengo clase de Administración ahora.- dijo el chico con una media sonrisa para despedirse.

-Adiós Saúl. Hasta mañana- se despidió Tim.

El chico venía hacia nosotras y con un movimiento de mano se despidió de nosotras, no lo conocíamos mucho, suficiente de vista.

-Hola cariño- dijo Lydia saludando a Tim con un beso.

Debo acostumbrarme a esto por muy adorables que me parezcan.

-Hola chicas- respondió.-¿Qué tal el examen de Economía?

-Creo que bien. Ahora a esperar a que suban las notas.

-Seguro que te ha ido superbién. - Dice con una gran sonrisa.

-Eso mismo le he dicho yo.- dije asintiendo.