Lucifer: La dama del diablo

CAPÍTULO 12: La profecía

Luck y yo estábamos llegando al gimnasio, donde decidimos reunirnos para hablar todo lo que paso ayer, me prometieron aclarar un par de cosas y espero que así sea. Sabía que esta reunión era importante, pero yo hoy estaba feliz. Por como desperté, por como voy ahora, parecerá una estupidez, pero ir al menos cogida de un dedo de Luck a mí ya me gusta.

Poco a poco, no quería presionarle.

Para mí es algo normal cogerse de la mano, pero entiendo que es complicado para él, al menos, como he dicho, tengo cogido uno de sus dedos y con ese contacto ya me es suficiente.

Al entrar, Kathlin estaba allí con una gran sonrisa, como siempre.

-A vosotros os estaba buscando yo - dijo sonriente.

-Hola, Kath- la saludé.

-¿Os conocéis? - preguntó Luck mirando a ambas confundido.

-Tanto tiempo fuera afecta eeh - Hizo una pausa, Luck elevó las cejas mientras la miraba esperando a que continuara - Viene a mi gimnasio a entrenar con mi pareja, es normal ¿No? - dijo Kathlin con un tono de burla.-Bueno, vamos para arriba, solo faltáis vosotros. Taylor, te quedas al mando - le dijo a un chico que estaba en la recepción, él solo asintió.

Subimos al ascensor, haciendo el mismo recorrido de siempre, pero en vez de ir a la sala, fuimos a la de enfrente, una sin ventanas hacia el pasillo, siempre he pensado que es un trastero, veo que me equivocaba porque no creo que la reunión fuese en un trastero.

- ¡Aquí llegan! - dijo Kathlin abriendo la puerta.

-Al fin, pasar chicos.- dijo Michael.

Entramos en silencio, la sala era parecida a la de los entrenos, solo que más pequeña, menos ventanas y en este caso con más gente.

Todos estaban sentando por el suelo y por las colchonetas, pero en círculo. Lucifer y yo nos hicimos un sitio y nos sentamos al momento y así no hacer esperar, puesto que ya llegábamos un poco tarde.

-Bien, ahora que estamos todos aquí. Supongo que tendrás muchas preguntas Madeleine.

-Si - afirmé colocando mi cabeza sobre mis rodillas una vez que recogí mis piernas.

-Bien, podéis empezar, páranos si tienes preguntas.- dijo sentándose en el circulo con todos nosotros.

-Comienzo yo.- dijo Lydia. - Bueno, quiero aclarar que no te lo dije antes por no asustarte, no sé, supongo que tener una amiga bruja no es algo normal... - Dijo algo nerviosa, yo solo le sonreí asintiendo para que estuviera tranquila, dándole la razón - Yo soy bruja desde los cinco años, comencé a experimentar situaciones, no sabía que me pasaba, pero mi madre me explico todo, es hereditario. 

»Soy parte de un aquelarre británico, que sin duda están con nosotros, así que tienes todo un grupo de hechizeros y hechizeras que te defenderán y te ayudarán si lo necesitas. Viaje aquí por una misión del aquelarre, lo que no sabía es que iba a acabar enamorándome y conociéndote, por lo que decidí quedarme.

»Luego, conocí a los chicos - dijo señalando a Michael, Azkeel y Luck - Ellos me explicaron todo y quise ayudar, eres mi mejor amiga a fin de cuentas - dijo con una sonrisa de lado - Yo solo espero que no te separes de mí por lo que soy o por no decírtelo antes. - Dijo algo apenada.

-Lydia, no estoy enfadada, gracias por ser mi mejor amiga y por contármelo - dije con una sonrisa, de nuevo, para tranquilizarla.

Lydia sonrió mucho más relajada y cómoda.