-Vamos a ver- canturreo Kathlin cogiendo el vestido del armario.
Yo estaba con albornoz esperándole a ella, estoy recién duchada, pero con el pelo seco, ya que me lo secó antes.
-Vamos a ponerte el vestido- dijo emocionada.
Me levanté, me quité el albornoz y ella comenzó a ayudarme a ponérmelo. Cuando llegamos a la parte final, falda y parte de arriba, ella comenzó a llorar.
-¿Por qué lloras?- pregunté bajando mi cabeza para colocarme su altura ahora que estaba agachada.
-Solo... Me alegro mucho de que seas tú y verte así de guapa- dijo quitándose las lágrimas mientras pestañeaba para que no siguieran cayendo lágrimas.
-Ay... Gracias- dije dejando un beso sobre su cabeza.
Kathlin sonrió estirando la zona de la falda antes de ponerse de nuevo rígida.
-Ahora sí, mírate. Madre mía, qué guapa estas.- dijo con una gran sonrisa.
Me giré para verme en el espejo, un vestido (aunque ya me lo había probado antes) precioso, estaba realmente guapa.
-Estoy nerviosa- dije dándome cuenta por un golpe de realidad, de lo que significaba el día de hoy.
-Vamos, siéntate, te ayudaré con el pelo- dijo cogiendo una caja del mismo armario.
Me senté en la silla.
-¿Dónde está Lucifer? Dijo que bajaría, pero no lo he vuelto a ver desde entonces.- dije.
-Tenía algo que acabar hoy bastante importante, así que seguramente no le dio tiempo y por eso no pudo bajar, ahora está con Michael vistiéndose y preparándose.
-¿Michael ya está vestido y todo?- pregunté- Digo como tú si lo estás.
Kathlin iba con un vestido precioso negro, los ojos tenía detalles naranjas, pero todo era oscuro haciendo ver sus ojos más bonitos, su pelo estaba recogido en una coleta alta y los mechones del flequillo rodeaban la parte de la goma de pelo.
-Sí, por eso está ayudando a Lucifer, si no, iría Azkeel aún qué se ha presentado como voluntario a acompañarte, así que...- dijo encogiendo los hombros.
-¿A acompañarme dónde? ¿Azkeel?- pregunté.
-Esto es lo más parecido a las bodas de los humanos, Azkeel te acompañará a lo que es el altar, donde Lucifer hablará y después te pondrán la corona.- dijo ella peinándome.
-¿Azkeel se ha presentado voluntariamente?- pregunté.
-Sí, te tiene bastante cariño.- dijo Kathlin - Te quiere como si fueses su hermana, lo hemos visto todos.
Sonreí- Yo también le quiero mucho.
-Se nota, parecéis hermanos o mejores amigos, de verdad- dijo riéndose.
-Si un poco. - dije con una sonrisa contagiada por la suya.
-Vamos a comenzar con el peinado- dijo con una gran sonrisa.
Kathlin podría estar más emocionada que yo misma.- Pensé.
Comenzó a hacer unos pequeños remolinos en las puntas, después con la parte delantera junto al flequillo lo engancho detrás con una pequeña pinza roja granate, dejando todo los remolinos perfectamente juntos. Unos pequeños mechones de pelo caen por delante a cada lado de la cara.
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Lucifer: La dama del diablo
FantastikUna profecía que se dijo hace muchos siglos se hace ver después de tanto tiempo. Los ángeles la quieren muerta para destrozar a Lucifer y acabar con él, desatando la guerra que sabrán que ganaran si la muerte de ella se hiciera realidad. Madeleine e...