CAPÍTULO 11: Reina del infierno

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Después de un buen rato luchando, conseguí ver mi progreso en los entrenos, seguí el consejo de Azkeel y simplemente, dejo en blanco mi cabeza durante estos momentos, al menos, lo intento. De esta manera, no me siento tan mal de asesinar a alguien, no en un punto critico como este, ya me arrepentiré luego, cuando esto haya acabado y todos estemos sanos y salvos.

Clavé el puñal en el pecho de la chica morena que se tiraba directo hacia mí. Le dejé caer y no miré hacia abajo, cabeza firme.

Me giré en cuanto escuché un grito de dolor que me paralizo el cuerpo, vi a Luck pegado a la pared, quejándose de dolor, me acerqué un poco para poder ver que es lo que le causaba tanto dolor, mi sangre bombeaba mucho más rápido en busca de aquello, la estaca de la que tanto me hablaron vi que estaba clavada en su ala. Recordé las charlas con Michael y Azkeel sobre ellas y todo lo que provocan... Esto no puede ser nada bueno.

-¡Mierda! ¡Joder! - Se quejaba mientras intentaba moverse para quitárselas junto a muecas de dolor.

-¡Mady, ayúdale! ¡Nosotros podemos con los que quedan!- me grito Tim a mi lado.

Reaccioné al instante, me acerqué donde estaba Luck lo más rápido que mi cuerpo me permitiera.

-Luck, dime que tengo que hacer. No quiero hacerte más daño.- dije en cuanto estaba delante de él.

-¡Solo quítalo! ¡Rápido!- grito de nuevo cerrando los ojos fuertemente.

-Vale, lo intento. - dije, poniéndome delante de la gran ala negra ante mí.

-¡De una tirada, por favor!- dijo mientras gruñía.

Pude ver el dolor y el sufrimiento, me sentí realmente mal al divisarlo en sus oscuros ojos.

-De una tirada- susurré para convencerme a mí misma.

Coloqué mis manos con cuidado alrededor de la estaca de madera con sumo cuidado, no quería hacerle más daño de lo que seguro estaba sufriendo. Intente con todas mis fuerzas, junto a mis nervios, sacarla bien. Tiré, en otras circunstancias, me alegraría por lo limpio y cuidadoso que ha sido eso, Luck grito como nunca lo había oído gritar. Salió, la tiré al suelo con rabia y me acerqué a Luck, quien se dejó caer sobre mí, agotado.

No pude con él, así que, me agaché con él en mis brazos, colocándome de rodillas.

-Luck, Luck.- lo llamé cogiendo su cara con cuidado para que me mirara.

Él gruñía con los ojos cerrados, aun intentando mantenerlos abiertos. Su ala estaba medio recogida.

Me giré para ver a los demás en busca de ayuda y agradecí que estuvieran peleando contra el último y que Gabriel, con una sonrisa, saliera de allí.

-Yo me encargo - Dijo Lydia llegando.

-¿Podrás hacer algo? Me dijeron que estas estacas debilitan las alas y que pierden... - Me sorprendí por mi propio tono de voz, me he oído preocupada, pero nunca como ahora.

-Tranquila, puedo. - Dijo con una media sonrisa.

-Bien, oídme.- dijo Michael detrás de mí - Azkeel y Tim poned ese banco donde haya espacio, lo más cerca de Lucifer, luego ayudáis al resto, Lydia tú le curaras, Madeleine al lado de Lucifer, el resto vamos a quitar los cuerpos de aquí y a limpiar esto. - Dijo Michael.

Ya entiendo por qué es la mano derecha de Luck.

Todos se movieron hacia lo que les tocara hacer.

-Madeleine - me llamo Michael - Recuerda, Luck es el diablo más poderoso, solo tú eres capaz de calmarlo, así que no te separes.- me susurro al oído Michael.

Lucifer: La dama del diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora