Al abrir los ojos me encontraba en mi cama, pensando como llegué hasta aquí o porque no lo recuerdo. Me siento en la cama junto a un bostezo y encendí la luz de la mesita de noche cuando con entre la oscuridad vi algo diferente, efectivamente, encontré un pequeño papel.
"Seguro que cuando despiertes te estarás preguntando por qué estás en tu cama. Ayer te desmayaste y te subí a la habitación, Lydia y Tim se fueron, espero que te encuentres mejor cuando te levantes. "
Azkeel
Ahora muchas cosas tienen sentido, mire la hora, eran las doce y media de la madrugada.
Otro día que no duermo bien.
Pensé quejándome mientras ponía los ojos en blanco mientras apoyaba mi cabeza en el cabezal, cansada de todo esto, estaba segura de que comenzaba a pasarme factura.
Salí de la cama bostezando, porque por mucho que no pudiera dormir seguía cansada, vi que tenía la ropa de ayer puesta, así que decidí coger ropa nueva y ducharme.
Al acabar bajé de nuevo al salón y como todos los días que me despertaba a la madrugada, cogí Orgullo y Prejuicio de la estantería, es la mejor forma para no despertar a Azkeel.
[...]
-Buenos días- dijo Azkeel entrando revolviéndose el pelo al salón.
-Buenos días, Azkeel. ¿Cómo has dormido? - pregunté cerrando el libro con un dedo por la página que voy para poner toda mi atención a Azkeel.
-Bien, normal. ¿Has conseguido dormir normal?
-No, me desperté a las doce y media, desde entonces no me he vuelto a dormir. - dije alzando los hombros.
-No dormir bien te va a afectar, llevas sin dormir lo suficiente mucho tiempo- contestó apoyándose en el marco de la puerta.
-Lo sé, pero ¿qué quieres que haga? No me puedo obligar a dormir, no me duermo, siempre estoy con la iglesia y las personas con túnicas o el simple insomnio...
-Sigo pensando que debo de hablar con Luck sobre tus pesadillas.
-Tu mismo lo has dicho, mis pesadillas, no hace falta preocupar de más a Luck, además, ya sabe que tuve pesadillas.
-Lo hizo una noche, ¿Y todas las demás?
- Esta liado con la coronación, no creo que mis pesadillas sean relevantes ahora.
-Haré lo que a mí me plazca, Madeleine, y te aseguro que le hablaré sobre esto.
-Agh- me queje dando por finalizado ese tema, iba a perder igualmente.
-¿Te has duchado?- preguntó Azkeel.
-Sí, cuando he despertado.
-Bien, voy a vestirme yo. Ponte ropa normal y desayuna algo, nos vamos cuando acabes.
-¿Así sin más? ¿En media hora tal vez?
-Sí, cuando acabes.
-Ah- dije cerrando el libro completamente.
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Lucifer: La dama del diablo
FantasyUna profecía que se dijo hace muchos siglos se hace ver después de tanto tiempo. Los ángeles la quieren muerta para destrozar a Lucifer y acabar con él, desatando la guerra que sabrán que ganaran si la muerte de ella se hiciera realidad. Madeleine e...