Capítulo 1: El Reino.
Existe un lugar seguro. Una comunidad la cual posee huertas, profesores y maestras que enseñan a los jóvenes y niños. Una comunidad equipada para sobrevivir al mundo fuera de ella. Dónde hay familias y animales que viven de manera cotidiana y normal. Una comunidad que ha permanecido resguardada entre muros anchos y fuertes, pero que siempre ha estado preparada para resistir y proteger a su gente. Y aunque, antes, era una comunidad sin nombre. En la actualidad es llamada "El Reino". Lugar dirigido por el Rey Ezekiel. Un apodo cuestionado por muchos y al mismo tiempo aceptado por otros. El líder del Reino puede autoproclamarse un Rey y tener a un tigre como mascota pero el tiempo ha demostrado que es un buen líder y por ende, su comunidad lo respeta y lo ha llevado a él y a su gente a vivir cómodamente dentro del Reino.
La búsqueda por provisiones los últimos meses, lo han puesto en conflicto con otros sobrevivientes. Lo cual lo han hecho tomar precauciones como la necesidad de entrenar a sus mujeres y hombres en caso de ser necesario. En consecuencia, y a mérito de buenos soldados, lo han puesto en ventaja respecto a otros grupos. Sumándole una cantidad considerable de armas a su alcance.
Ezekiel ha mantenido a su gente en paz durante mucho tiempo pero siempre ha sabido que la paz no es duradera. De una u otra forma los problemas están a la vuelta de la esquina.— ¿Aceptaste un trato con Los Salvadores? —lo cuestiono Darya.
—Una parte de nuestra comida a cambio de no meterse con nosotros. No vendrán aquí. Los intercambios serán en el estacionamiento.
— ¿Crees que lo harán así de fácil? Los he observado en mis misiones. Son un grupo de matones que solo les importa sobrevivir a cualquier costo.
—Confía en mí. No dejaré que ocurra nada que afecte a cualquier miembro de ésta comunidad —dijo Ezekiel, quien se veía muy tranquilo.
Darya no objeto nada. Confiaba en él más que en nadie. El tiempo a su lado le había demostrado que era un gran hombre, un gran líder y un gran amigo.
Ella se e retiró del teatro, lugar donde Ezekiel llevaba a cabo sus audiencias para tratar temas referidos al Reino y su comunidad, luego de terminar su conversación entre ambos.
Una nueva guardia la esperaban en el frente del Reino junto a Jerry, el mano izquierda del líder y un buen amigo de ambos.
Antes de conocer a Ezekiel y a Shiva, Darya era prisionera en un laboratorio privado a las afueras de Atlanta. Recordar lo que había ocurrido en ese entonces era un tema del que prefería guardarlo para sí misma y Ezekiel nunca la presionó, ya que creía que todos tenían derecho a sobrellevar sus propios secretos, puesto que había otros problemas en los cuales pensar en aquel momento. Pero para Darya, sobrellevar el hecho de haber sido sometida a experimentos científicos, fue todo un proceso por el cual tuvo que pasar mientras huía de muertos vivientes. Pero las marcas del pasado permanecían en su cuerpo en forma de cicatrices. Lo cual hacía difícil poder olvidar su pasado.
Todo comenzó tiempo después de que el virus estuviera disperso por todas las ciudades. O eso recordaba Darya. La imagen de su padre, el doctor Olsen, buscando la manera de remediar el caos de la ciudad. Todo un grupo de científicos, doctores y enfermeros siendo víctimas de sus intentos por encontrar una cura, por llegar al éxito... Una y otra vez probando con cada hombre de su personal. Para cuando la sirena de emergencia del complejo comenzó a sonar, vió a su hija del otro lado del cristal: era su último intento antes de que los caminantes entrarán al laboratorio. La forzó a quedarse quieta hasta que su cuerpo quedó inmovil. La llevó a la camilla y le inyectó las últimas muestras del antídoto.
La imagen de su padre resistiendo en la puerta, su cuerpo convulsionando y perdiendo la conciencia... Sus recuerdos se distorsionan allí, justo antes de ver a su padre caer al suelo. Para cuando estuvo lo suficientemente consciente, un bosque la rodeaba junto a un hombre con rastas y su tigre.
Un nuevo amanecer apareció sobre el cielo. La guardia de Jerry y Darya daban por concluida mientras que para ella, su día recién comenzaba. Una de las cosas que hacía Darya eran sus misiones fuera del Reino, en las cuales últimamente salía con más frecuencia debido a Los Salvadores. Este grupo había estado tomando la mitad de las pertenencias de otros grupos cercanos incluyendo al Reino con su nuevo tratado. Muy en desacuerdo con Ezekiel de que aceptara el tratar con ellos, Darya planeaba no hacérselas tan fácil si querían su comida.
Los portones se abrieron, Daniel, Dianne y Alvaro llegaban con una mujer herida y un hombre con un palo de madera.
— ¿Quiénes son?— preguntó Darya. Mientras cargaban a la mujer dentro de los muros.
—Fueron atacados por Los Salvadores— dijo Dianne.
Sintió la necesidad de llegar cuanto antes a su puesto de vigilancia. —Dile a Ezekiel que no me espere para la cena— apuró su pasos en dirección a la salida. Siguiendo el camino más corto a la vieja fábrica, hogar de pandilleros y matones, hogar de Los Salvadores.
Encontrar su base principal había sido todo un descubrimiento imprevisto. Más de dos meses vigilando sus bases secundarias, incluida la que había sido robada en el puesto del satélite por un tercer grupo. Para descubrir el premio mayor más cerca de lo esperado. Ciertamente, el lugar tenía muchos puntos fuertes y vigilados, sumándole un frente con caminantes que rodeaban el portón principal. Matar a su líder era lo más adecuado para acabar con el resto de Los Salvadores y Darya tenía esa posibilidad muy a su alcance, solía apuntar a la cabeza de Negan desde uno de los edificios cercanos cuando éste salía en ocasiones al frente del edificio o la terraza, lo cual era muy seguido. La sensación de que era más vulnerable de lo que lo hacía lucir, era un punto a tener en cuenta. Aunque Ezekiel le recordará que no quería matar a nadie, ni mucho menos a Negan mientras su tratado siguiera en marcha.
Los Salvadores llegaron a la Fábrica y lucían contentos, recién venidos de una noche larga y sangrienta. Donde otro grupo había sido quebrantado por Negan y su gente. Cómo premió, habían traído a uno de ellos. Darya lo observó mediante la mira de su rifle y noto que había visto al hombre antes. Precisamente con el grupo que había irrumpido en la base del satélite. Lo tiraron del camión al suelo y lo pusieron de rodillas en frente de Negan. Un discurso sarcástico de bienvenida y el rubio de cabello largo lo arrastró dentro de la fábrica.
El tiempo de vigía llegaba a su fin. Negan se mantuvo dentro en las horas siguientes de su llegada. Por lo tanto, Darya guardó su rifle y lo ocultó en el lugar. Antes de volver al Reino quería husmear al grupo que había sido quebrantado por Negan. Terminó su camino por las calles del vecindario y entró al bosque, era muy buena memorizando rutas, lo cual le facilitaba moverse con rapidez. Recordó que a Ezekiel no le sentaba bien que llegara tarde a las cenas y apuró sus pasos... Un par de caminantes acechaban delante del camino. Sacó su cuchillo y esperó a que se acercaran uno por uno. Cayeron los primeros al suelo quedando el último, era grande y horrendo.
Los portones de Alexandria se abrieron.
Darya desvió sus ojos en dirección del ruido y el caminante se abalanzó sobre ella. Por instinto, su brazo izquierdo resguardo su rostro, pero el caminante la alcanzó igual. Los dientes del caminante apretaron su antebrazo produciéndole un ardor. Crack. Le enterró su cuchillo en la cabeza, corriendo lo hacía a un lado de ella. Se puso de pie y se tomó del brazo. Tenía que volver al Reino. Retrocedió por dónde había venido antes, la sangre estaba sobrepasando la tela de su camisa.
Vio los muros del Reino. Richard y Colton estaban de guardia, la puerta se abrió con rapidez.
— ¿Qué pasó? Busca a la doctora —ordenó Richard.
—Solo es un rasguño.
— ¿Segura?
—Sí. Sigan con lo suyo.
Camino adentro sin decir otra palabra. No quería asustar o alertar a nadie pero el ardor que sentía se estaba haciendo insoportable, dolía más que uno normal. Benjamín la cruzó camino a su habitación:— ¿Estás bien?
— ¡Que sí! —exclamó. Benjamín se quedó en silencio, estaba avergonzado—. Lo siento, Ben. Pero estoy bien, no te preocupes.
— ¿Qué fue ese grito? —preguntó Ezekiel.
Darya se quedó en silencio. Ezekiel vio la sangre de su brazo y por alguna razón supo que algo estaba mal. Echó a Benjamín del lugar y cerró la puerta con seguro. Darya se sentó sobre su cama y se quitó la camisa con cuidado. La marca de una mordida profunda se distinguía sobre su brazo izquierdo. Ezekiel la miro. La última vez que había creído que se convertiría en una muerta viviente estuvo a punto de matarla pero por alguna razón no lo hizo. El descubrimiento de una persona con la capacidad de inmunidad hacía los zombies fue un shock para él. Incluso pensó que era falso, que el hecho de que siguiera con vida después de haber sido mordida era alguna clase de suerte. Mientras que para Darya, todo se sentía diferente y haber sobrevivido a la primera mordida solo era el comienzo de un camino largo y peligroso. Si existían grupos que se mataban unos a otros solo por comida y armas, ¿qué esperaba que hicieran con ella?
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The Walkers And The Cure(TWD)
Fanfiction¿De qué son capaces los humanos para sobrevivir? ¿Qué están dispuestos a hacer a cambio de vivir? ¿Qué están dispuestos a perder para salvar su propia vida o la vida de quienes les importa? Los caminantes crecen cada día. La comida escasea, las bala...