The Walkers And The Cure(TWD)

11. Hopes.

Capítulo 11: Esperanzas.

   La puerta de las celdas se abre. Sasha se ayuda a sentarse mientras que el Salvador la observa desde la puerta. Por seguridad había sido atada de manos. Ponerla dentro de aquella celda había sido todo un desafío para varios Salvadores.
—Oye, hola. ¿Estás bien?
— ¿Me das un poco de agua?
   El Salvador mira hacia un costado y entra a la celda. Se pone en cuclillas, lo más cerca que puede de Sasha.
—Debería presentarme. Soy David. Me preguntó si me recuerdas de anoche. ¿Me recuerdas?
—No.
—Bueno, puedo perdonarlo. Anoche fue un desastre. Yo fui el que les dio la soga para que te ataran. Siempre tengo soga conmigo. Hay muchas cosas divertidas e interesantes que puedes hacer con la soga —acaricia su brazo izquierdo hasta subir a su hombro—. Dios, eres hermosa... Si te doy algo de agua, que es algo que se supone que no haga, ¿harás algo por mí? —vuelve a acariciar su hombro apretando su remera, tironeandola con fuerza hasta rasgarla— ¿Lo harás? —se acerca a su oído—... Dime lo sedienta que estás.
—Vete al infierno —lo golpea con su cabeza. Y cae al suelo sujetando su rostro.
—Mierda —se ríe—. Resistirte solo hará que se prolongue. Y para que conste, está bien para mí —se desabrocha su cinturón.
— ¡David! —golpea la pared con su bate— ¿Qué demonios estás haciendo aquí? —pregunta gracioso.
—Negan, señor...
— ¿De verdad crees que necesito que contestes eso? Puedo ver qué estás intentando violar a esta mujer —se lo dice serio—. Estabas intentando violar a esta mujer, ¿no es así? —se le acerca con una sonrisa—. Este es un comportamiento inaceptable. La violación va contra las reglas aquí. No quisiera estar en algún lado donde no debería de estar. Alguien que está al mando y que deja pasar algo como eso... —Bufa y quita su cuchillo. Se lo muestra y sonríe—. David, realmente te pasaste de la raya.
—Lo siento, señor —tiembla.
   Negan hunde su cuchillo sobre el cuello de David. La sangre brota por la salida del cuchillo.
— ¿Sabes qué? No acepto tus disculpas —le dice y quita su cuchillo del cuello de David. El cual cae desplazado al suelo... Sasha lo mira y Negan también— ¡Oye! —llama a uno de sus Salvadores—. Trae a... —la señala con su cuchillo para que le diga su nombre.
—Sasha.
—Es un nombre hermoso —susurra—. Trae una nueva camiseta para Sasha —camina hacia adentro y se agacha para quitarle la soga de sus manos—. Lamento que hayas tenido que ver eso. También lamento lo de la cuerda. Probablemente exagero, pero causaste un infierno anoche —la señala con su bate y se pone de pie—. Mierda. Te recuerdo —sonríe—. Sí, estuviste ahí. Demonios. Ahora lo entiendo. Tengo que reconocerlo. Tienes unas pelotas del tamaño de un balón de playa, viniendo como kamikaze. La gran pregunta aquí es, y necesito la verdad en esto... —la señala con su bate— ¿Rick te puso a hacer esto?
— ¿Rick? ¿Tu puta? No.
   La sonrisa de Negan se extiende por todo su rostro.
—De cualquier manera, pensaste que iba a ser el final, viniendo sola como lo hiciste. Pero eso no es lo que tiene que pasar. Todo lo contrario. Mira, esto... Bueno, esto podría ser el comienzo —le deja el cuchillo que usó con David, al lado de ella—. Este cuchillo es tuyo ahora. Puedes intentar utilizarlo, atacarme, pero considerando que estoy de pie sobre ti, sosteniendo un bate de béisbol, no sería muy inteligente. Ahora, puedes utilizarlo para cortarte las muñecas, lo cual sería una lástima pero lo entendería. Obviamente no estás en la mejor posición dados los recientes eventos. Así que puedes sentarte ahí y no hacer nada y esperar que vuelva a la vida David y te coma la cara, pero demonios, cada uno hace lo que quiere. O puedes usar ese cuchillo y detener a David el violador, salvándo te y uniéndote a la causa. Yo sé lo que haría —le sonríe.
— ¿Qué?
—Me faltan hombres. Demonios, a esta pieza de mierda no se le puede llamar hombre,— señala el cuerpo de David— pero aún así, me hacen falta y tu tienes unas pelotas del tamaño de un balón de playa y quiero emplear el calor que emanan. Puedes ayudarme a dirigir este lugar algún día, todos juntos, siguiendo las reglas, trabajando las mismas cosas en el mismo lado. De eso se trata todo. Y puede ser tuyo. Sé que es difícil imaginarlo considerando lo que hice. Pero Sasha, todos tenemos mierdas que superar —vuelve a agacharse a su altura—. Tomate tu tiempo. Piénsalo. Lo que decidas, así será. Sin presión. Y, otra vez, lamento qué hayas tenido que ver eso,— suena amable— aunque sé que has visto cosas peores. Solo quiero que entiendas...no somos monstruos.
   La puerta se cierra.