3.1. Capítulo 23: El futuro.
Alexandria, Hilltop y el Reino estaban prosperando poco a poco. Lo que antes había sido destrozado en una noche por Negan y sus Salvadores, tomó meses en volver a reconstruirse y crecer, principalmente en Alexandria, que había sido quemada y debía construirse casi por completo. Con la mirada puesta en el futuro, Rick se aseguraba de recordarle a Negan, todas las veces que le eran necesarias, como iban las cosas para todos fuera de la celda subterránea. En la que el ex líder de los Salvadores se encontraba prisionero. En tanto Darya, había tomado cierta relevancia-más allá de su inmunidad-con su arduo trabajo en la medicina, la cual perfeccionaba con el paso de los meses. Al mismo tiempo que se había ganado el cariño y la confianza de muchas personas a las que antes no era cercana. Se había vuelto una persona necesaria al punto de dejar muchas cosas que hacía antes para realizar otras. Era cercana a Michonne, Rick, Daryl, Eugene, Enid y Tara. Manteniéndose dentro de lo posible cercana a Ezekiel y Henry, al cual muchas veces solía llevárselo a Alexandria para pasar más tiempo juntos y así aprovechaba para enseñarle. Visitaba el camping para ayudar a Siddiq, el Santuario, de vez en cuando Hilltop. Iba de un lado a otro tantas veces que había tomado el hábito a ir de un sitio a otro. Pero con sus diferentes destinos y quehaceres, siempre o hasta donde le era posible, visitaba a Negan. Era una promesa que trataba de cumplir aunque en algunas ocasiones, por estar fuera o ocupada en otras cosas, le fallara. Muchas veces se sintió culpable y otras tantas se odiaba a sí misma por no poder hacerlo, pero hallaba la manera de compensarlo. Aunque para muchos era un secreto, otros tenían sus dudas, más específicamente Michonne que era consciente de la importancia que Darya le daba con las comidas o con las tantas visitas a Negan. Darya no había tenido la oportunidad de hablarlo con nadie, o más bien lo iba posponiendo incluso al propio Ezekiel. En un cerrar de ojos, los meses pasaron uno tras otro hasta sobrepasar el año.
En el presente, con una próxima búsqueda por mejorar su calidad de vida, y a falta de provisiones, un grupo saldría a un museo en Washington para rescatar cosas de valor, como por ejemplo semillas que Anne, la antiguamente conocida como Jadis, tenía por sabido que estaban en el lugar. El grupo estaba conformado por los tres líderes de las comunidades, aparte de Daryl, Jesus, Carol, Siddiq, Enid, Gabriel entre otros. Con Michonne y Rick fuera de Alexandria, la comunidad quedaba a manos de Darya, que estaba jugando con Judith en el porche de la casa Grimes después de terminar el inventario. En lo que transcurría las últimas horas de la mañana, Judith quedó al cuidado de Barbara mientras Darya le llevaba algo de comer a Negan a su celda. Encaminada, pensó en lo que le diría a Negan después de haber estado ausente unos días por estar fuera. Había oído que él había rechazado varias veces su comida en modo de huelga, esta era su manera de transmitir su disconformidad, Darya o Rick eran los únicos que entablaban conversaciones con él por lo que debía sentirse solo y aburrido. Darya bajó las escaleras y abrió la puerta con la mano que no sostenía la bandeja con el sandwich. El olor a humedad y la poca luz invadía a cualquiera que entrara dentro, había un colchón viejo sobre el suelo, dos sillas viejas dentro y fuera de la celda y una pequeña ventanilla en lo alto de la pared que daba a la calle de la comunidad. Al entrar, Darya vio el reflejo de Negan, que estaba sentado sobre su colchón mirando hacia donde estaba ella.
—Hola— saluda Darya.
Hubo un largo silencio, él parecía recio y no respondió nada, ni siquiera se movió de su lugar. Solo la observo serio.
—Te traje algo de comer— deja la bandeja sobre el suelo y se sienta en la silla que estaba en un rincón.
—Tres días— habló.
—No hagas esto, Negan. Sabes que debo salir y volver, no puedo controlarlo. Es lo hago y lo que he estado haciendo todos estos meses. ¿Crees que es fácil para mí?
—Eso suena a mentiras.
—Como lo veo yo, eso suena a que te arrepentirás de ser un idiota— se levanta de la silla.
—Lo siento...te extrañe— se levanta del colchón y arrima la silla que estaba sobre la pared más cerca de las rejas que los separaba.
—Come— agarra el sándwich y se lo extiende ella misma. La mano de Negan se acerca a la suya lentamente, sus dedos acariciaron su mano y luego tomó el sándwich para darle un mordisco.
— ¿Vas a entrar?
—Sabes que solo puedo abrir de noche, no podemos correr riesgos.
— ¿Dónde estuviste?
—Con Daryl—dice Darya y Negan la mira fijamente—, porque uno de los trabajadores en el Santuario estaba herido y me quedé para tratarlo.
—Te esperé para cenar hace dos noches. La mujer de los sándwiches dijo que no ibas a volver. Creí que no regresarías... Este lugar me está volviendo loco.
Darya acerca su mano a través de las rejas para tocar su pierna.
—Lo siento, siento que sea difícil. Pero inténtalo, házlo por ti, por los dos— dice Darya y Negan agarra su mano, la luz que entra por la ventanilla alumbra un lado de su cara, donde su larga barba reluce atraves de la sombra en tonos negros y grises. Ambos se inclinan hacia adelante, con las barras de metal chocando contra sus mejillas, y se besán delicadamente... Una vez que se alejan para poder verse, Negan choca su frente con la de ella y Darya dice:— Tendré que volver para cortarte la barba. Luces como Santa Claus.
—Auch— se ríe.
—Termina de comer, esperare a que termines y me iré— se reclina para atrás.
— ¿Cómo están las cosas en el Paraíso?— le da un mordisco al sándwich.
Darya lo mira de mala manera, odiaba cuando hablaba de esa manera, haciendo referencias sarcásticas y siendo un idiota.
—Puede que algunos estén en contra de Rick por su visión del futuro o por su manera de liderar pero estoy de su lado y concuerdo en su visión. Y no es un paraíso, pero es más de lo que podría pedir, mas de lo que muchos desearían tener. Si algunas cosas hubiesen sido diferentes, tal vez no estarías aquí, ni yo, tal vez estaría haciendo mis vigías odiándome a mí misma por tu muerte, tal vez...
—Tal vez serías feliz con alguien más.
Darya sonríe.
—Imagina cómo me vería en la moto con Daryl ¿o a caballo con Jesus? — hace gestos de burla—. Tienes suerte de que me gusten los hombres con barba de Santa.
—Lo digo enserio, Darya. Nunca saldré de aquí, ¿como podrás continuar con tu vida de esta manera?
—También yo hablo en serio, Negan Smith.
—Darya... Henry esta en Alexandria — hablan a través de la radio.
— ¿Llegó solo?— pregunta Darya.
—Sí.
—Gracias, Scott— apaga la radio y se pone de pie—. Volveré en la noche, ¿puedo traerte algo en especial? ¿Un libro tal vez?
—Sí, eso está bien.
—Bien.
Negan se pone de pie para despedirse, la toma de la mano para acercarla y la besa una vez más.
—Espérame despierto— acaricia su rostro....
En la tarde, con la caravana que había regresado, Darya volvió a sus quehaceres matutinos en la enfermería pero ahora estaba acompañada por Henry, quien no dejaba de observar como las páginas eran copiadas una detrás de otra por Darya, ya que debía terminar una serie de documentos, que conformarían un libro, antes de la mañana para entregárselo a Enid, la cual estaba pronta a convertirse en la siguiente alumna prodigio de Siddiq. Para cuando cayó el sol y llegó la noche, Henry y su estómago rugiente, dejaron notar el apetito que traía encima, por lo que Darya detuvo su escritura y fueron a la cocina por comida. Estando allí, Rick se encontró con ellos, ya que él sería quien le llevaría la comida a Negan en esa noche. Darya no podía oponerse a eso, por lo que debía dejarlo pasar. Al terminar de preparar los dos sandwiches regresaron pero esta vez a la casa donde se quedaba Darya, la cual ahora estaba en una de las casas que había construido nuevas, por la misma calle que la de Rick. Al terminar de cenar y de escribir el libro, Darya acompañó a la habitación a Henry para que pudiera dormir. Cuando lo hizo, apartó un libro para Negan y se escabulló en medio de la noche a la celda, tras esperar que todos estén durmiendo. No era su primera vez que se encabullía en medio de la noche, se había vuelto toda una experta con los meses, solo el hecho de ser descubierta era a lo único que le temía. Le era difícil admitir que tenía miedo, que le aterraba pensar en ser descubierta. Eran muchas cosas en las que pensar y con las cuales lidiar cuando se trataba de Negan. Pero lo seguía haciendo con los debidos cuidados que eso representaba. Estando en la calle corrió hasta las escaleras y las bajó con rapidez. Sin decírselo a nadie, había pedido una copia de llaves a Ken, en Hilltop, para poder entrar a la celda con la condición de que solo solo lo podía hacer de noche para no tener problemas. Una vez que abrió la puerta y entró adentro, miro la celda para verlo pero la poca luz le dificultaba por completo, casi no podía visualizarlo. A pesar de esto, la luz azulada que entraba por la ventanilla la dejaba ver el contorno de la cama y la silla. Sus manos se sujetaron de las barras y quedó parada allí, mirando la oscuridad que lo rodeaba. No quiso decir nada por miedo a despertarlo así que solo abrió la reja lentamente y entró dentro con pasos cuidadosos, tanteando para no chocar con la silla o el colchón y despertarlo. Cuando estuvo a la altura de él, dejó el libro sobre el suelo, al lado de la almohada, y le dio un beso para despedirse.
—Volveré pronto— susurro.
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The Walkers And The Cure(TWD)
Fanfiction¿De qué son capaces los humanos para sobrevivir? ¿Qué están dispuestos a hacer a cambio de vivir? ¿Qué están dispuestos a perder para salvar su propia vida o la vida de quienes les importa? Los caminantes crecen cada día. La comida escasea, las bala...