Capítulo 2: En la base enemiga.
Con la aparición de Negan y sus Salvadores a los grupos cercanos al Reino. La supervivencia de todos prendía de un hilo muy delgado. Restar armas y alimentos solo llevaba a Negan y sus Salvadores a tener más poder y control sobre el resto. Y aunque Ezekiel dio por sentado que no habría ninguna muerte por parte de su gente, Darya estaba segura de que solo era cuestión de tiempo para que Gavin o uno de sus hombres exigieran más y más hasta matar si eso era necesario. Esa era la clase de personas que Los Salvadores eran.
Darya despertó después de una larga noche. Los antibióticos calmaron en parte su dolor y una sutura torcida por Ezekiel le dio calma para descansar toda la noche. Morir por una infección a causa de la mordida de un caminante era más probable que la matará antes que la mordida en sí. Era lo único seguro que sabía al respecto sobre lo que pasaba cuando era mordida. La posibilidad de una investigación para saber más al respecto era una opción que no estaba dispuesta a tomar por miedo a que la vean como algo malo. Eso era lo que realmente temía, que la juzgaran por ser la única, hasta el momento, con la posibilidad de sobrevivir a las mordidas de un caminante. Una especie de cura que todo el mundo querría tener a su alcance. Ser tomada no como una humana que solo buscaba sobrevivir, más bien como una rata de laboratorio con la cual podían hacer lo que quisieran.
—Tú debes ser Morgan.
—Morgan Jones.
—Darya Olsen, bienvenido —le extendió su mano para saludarlo.
— ¿Estás bien? Te vi llegar anoche.
—Lo estoy. Por lo visto la mujer que vino contigo no ha despertado todavía.
—Lo hará pronto, ¿deseas algo? —la mira con cierta desconfianza—. Puedes ser franca.
—Los hombres que los atacaron, eran Salvadores, ¿no?
Estaba segura de que lo eran pero algo no le cuadraba. ¿Por qué estaban separados de su grupo?
—Sí. ¿Los conoces?
Darya sonríe y responde: —Sí. Los he vigilado por más de dos meses, al igual que vi como tu grupo y el de tu compañera, atacaron su base hace un par de días.
Ezekiel se les unió.
— ¿Está todo bien, D? —pregunta Ezekiel.
—Han atrapado al de cabello largo. Probablemente ha muerto alguien de su grupo o probablemente hayan sido más de uno, con Negan no se sabe.
—Pueden quedarse el tiempo necesario, aquí están a salvo —Ezekiel palmeo el hombro de Morgan—. Es hora de la entrega y me gustaría que nos acompañes, Morgan.
Ezekiel le señaló el camino. Los cerdos que iban a ser entregados a Los Salvadores como ofrenda estaban listos para ser cargados al camión. Gavin y sus hombres, Salvadores quienes se encargan de tomar las denominadas ofrendas de parte del Reino para Negan, se reunirían con Ezekiel y sus escoltas esa misma mañana, como cada semana. Para la gente del Reino ésto era secreto, mientras menos personas estaban involucradas, más creía el líder que estaban seguros. Por otro lado, los únicos que lo sabían eran sus escoltas, Darya y ahora Morgan, quien iba a ser parte de la entrega de la semana.
Richard atrajo unos caminantes al establo de los cerdos que iban a ser dados a Los Salvadores. Morgan observó en silencio y continuó su camino junto al Rey y su guardia. Darles los cerdos contaminados era una forma de hacerles las cosas difíciles. Una manera de rebelarse contra sus peticiones absurdas.
— ¿Quién lo propuso? —preguntó Morgan, siendo lo único que se atrevió a decir en todo el camino.
—Darya, ella es a la única que se le ocurrirían estas cosas —contestó Benjamín, quien por primera vez iba a las entregas.
—Exacto, mí querido Benjamín. Darya es mí más leal guerrera y por eso confíe en su idea de los cerdos —habló Ezekiel.
— ¿Se conocen hace mucho, majestad?
—Sí y estoy muy agradecido de haberla encontrado. Darya puede llegar a cambiar mucho nuestras vidas, de eso estoy seguro.
Morgan no comprendió muy bien el significado de sus palabras pero estaba seguro del aprecio que le tenía el Rey.
Separados de Ezekiel y el grupo que harían la entrega a Gavin. Estaba Darya, quien por esta vez prefirió quedarse en el Reino debido a su herida. Lo cual le daba tiempo para planificar su próximo paso hacia Negan. Teniendo en mente la casa a cargo de Morales, uno de los tantos secuaces de Negan, tenía un puñado de hombres con armas grandes y esa era la próxima vigía de Darya. Pero está vez, quería acabar con el grupo. Las pequeñas irregularidades, cómo la gente de Morales, no causaban tanto alboroto ante los ojos de Negan porque solo eran peones sin ninguna clase de importancia, en cambio, si tocabas sus bases como la de la antena o los pequeños grupos de Salvadores liderados por Gavin o Simon, Negan tomaba represalias y un claro ejemplo era el grupo de Morgan. Los cuales habían tenido que pagar un precio a cambio de matar y robar a la base de Negan.
Henry acompañó a Darya al patio. Donde Nabila, la especialista en jardinería del Reino, les mostraba la nueva huerta personal de Ezekiel. El Reino tenía su características pero la principal eran sus huertas y plantaciones por doquier. La cual se tomaba como prioridad debido a que era la fuente principal de alimentación para todo el Reino y la fuente de alimento para Los Salvadores ahora con el trato. Darya husmeo las filas de zanahorias y lechugas mientras Henry ayudaba a Nabila a plantar nuevas semillas.
En cualquier momento Ezekiel volvería del intercambio así que Henry y Darya dejaron a Nabila terminar con su trabajo y regresaron a la entrada para esperar a los demás. Normalmente todo era tranquilo dentro del Reino. Sin muchas preocupaciones más que los caminantes y ahora Los Salvadores, pero esto no le quitaba la tranquilidad al lugar. Lo cual muchas veces lograba desentender tantas cosas que pasaban afuera.
Los guardias abrieron las puertas. Ezekiel estaba de regreso junto a Benjamín y los escoltas. Era un alivio para Darya verlos volver de cada intercambio. Conociendo a Los Salvadores y la clase de gente que eran.
—Henry, D —saludo Ezekiel.
— ¿Está todo bien?
Darya miró a Richard, quién tenía sangre en el rostro.
—Hablemos adentro —le advirtió el líder, sabiendo que algo se había salido de control.
— ¿Y bien? —se sentó para escucharlo.
—Fue uno de los hombres de Gavin. Se salió de control pero está bien. No volverá a suceder —explicó rápidamente Ezekiel.
— ¿Dejaste que golpearan a Richard, Ezekiel?
—Richard también lo golpeó. Se que no debía de suceder pero sucedió Darya.
—Sabes que eso es solo el principio. Te dije que esto no iba a terminar bien... No deberías dejar que esto vuelva a suceder. Ni mucho menos deberías llevar a Ben contigo.
Ezekiel no respondió y Darya supo que tenía razón. Ella se puso de pie al igual que el Rey. El miedo a represalias le hizo pensar que tal vez debía de hacer su vigilia a pesar de estar herida. Buscó su mochila y un arma de mano. Señalando su salida del Reino.
—Todavía estás herida.
—Voy a ir aunque digas lo contrario. Volveré cuando esté segura de que no corremos peligro.
Ezekiel acarició uno de sus hombros. La terquedad de Darya no la iba a hacer cambiar de opinión. Dejó una radio sobre la mesa para comunicarse con el líder en caso de alguna clase de peligro y se marchó en dirección de la base donde estaba Negan. Con toda la tarde por delante se ubicó en el edificio cercano a la base, donde su rifle la aguardaba para espiar a Los Salvadores. Principalmente a Gavin y los hombres a su disposición, los cuales Darya tenía de vista debido a intercambios anteriores.
Miro a través de la mira telescópica, buscando un rostro conocido al cual apuntar. El panorama era tranquilo dentro de todo. Negan debía de estar fuera, eso creía Darya, pero era incierto saber esa información. Continúo observando hasta sentirse aburrida y prefirió tomarse un descanso para comer una manzana.
— ¿Hola, D? —se oyó por la radio la voz de Benjamín.
— ¿Pasó algo? ¿Dónde está Ezekiel? —Darya tomó la radio y preguntó.
—No. Ezekiel está con Morgan. Quiere pedirle que me enseñe a practicar con el bastón. Creo que se llama aikido, o algo así.
—Eso te serviría mucho viendo que las armas y las flechas no son para ti—sonó graciosa—. Ahora, devuelve la radio a Ezekiel.
— ¿Vendrás para la cena?
Darya se quedó en silencio unos segundos y luego respondió:—Sí. Ahora, haz lo que te pedí —colgó la radio y la guardó en la mochila.
Henry y Benjamín quedaron al cuidado de Ezekiel tras perder a su padre en una emboscada de caminantes. Desde entonces el Rey y Darya procuraban por su crianza y seguridad. Y aunque Darya solo era unos años más adulta que Benjamín, los quería profundamente a ambos hermanos. Los cuales en poco tiempo se habían convertido en los más cercanos para ella.
El ruido de los motores la hicieron ponerse en guardia. Un camión había regresado a la base de Negan pero no sé veía al líder a la vista. Nuevas provisiones eran descargadas del camión para ser entregadas a la base. Darya busco una gorra en su mochila y se la puso en su cabeza. La intención de entrar dentro de la base la sedujo por completo, un frente sin custodia ni fachada de seguridad, lo ponían relativamente fácil. Guardó el rifle y la mochila en el edificio, ocultarse en pleno día era el verdadero desafío. Se acercó al camión y espero a que el Salvador que estaba cargando las provisiones entrará dentro para luego seguirlo detrás con una de las cajas. Bajó la mirada y continuó su camino a través del pasillo detrás del Salvador. La presión de ser descubierta la tenía sudando.
El hombre se detuvo y se giró para volver por otra caja pero al verla se quedó quieto, la miró, Darya estaba lista para soltar la caja y tomar su pistola.
— ¿Quién eres tú? —preguntó desconfiado.
—Estoy ayudando con las cajas.
El hombre la miró nuevamente y levantó sus hombros.
—Apúrate entonces.
Darya asintió y dejó la caja para volver con la siguiente. Todo estaba resultando a su favor. Tomó la última caja y se dirigió adentro. Mientras procedía a esto, miraba en todas las direcciones para observar el lugar, recordar los detalles, las puertas, las salidas. Soltó la caja junto al resto y se giró para volver a la salida. Abrió la puerta y camino hacia la salida de regreso al edificio, un segundo camión apareció, Darya puso su mano sobre el arma. El grupo dentro del camión bajó primero, un silbido molesto se oyó detrás de ellos, seguido de Negan y su bate de béisbol.
— ¿Qué tenemos aquí? —sonrió Negan.
Darya tomó su arma pero el Salvador de las cajas le apuntó desde atrás sobre la cabeza.
—Ni lo intentes.
—Está bien, David. Dejala —ordenó Negan.
Darya tomó su arma y le apuntó al líder.
—Demonios, esto me encanta —se le dibujó una gran sonrisa en su rostro. —Disparame, pero si... —Darya disparó.
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The Walkers And The Cure(TWD)
Fanfiction¿De qué son capaces los humanos para sobrevivir? ¿Qué están dispuestos a hacer a cambio de vivir? ¿Qué están dispuestos a perder para salvar su propia vida o la vida de quienes les importa? Los caminantes crecen cada día. La comida escasea, las bala...