xiv. festus the happy dragon

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▓▓▓▓▓ ┇XVI PIPER.

⚠: capítulo corto

omniscient narrator

Venus despertó sobresaltada al sentir como Will le daba golpes con una almohada.

—Ya —otro golpe —le- —otro golpe —ván- —otro golpe —ta- —otro golpe —te.

Antes que pudiera darle otro golpe con la almohada, Venus lo golpeó primero.

—Ya entendí, William —dijo Venus mientras se levantaba.

—Que bien, Euphemia —dijo Will —. Tienes una misión que cumplir.

Venus salió de la habitación y fue hacia los baños de la cabaña, entró a una de las duchas y después de cinco minutos fue a su habitación (la cual Will ya no estaba) y se vistió con un pantalón de mezclilla, sus zapatillas, su camisa del campamento.

Comenzó a guardar sus cosas en su mochila con un hechizo de expansión, paso por enfermería y le pidió a uno de sus hermanos que estaba ahí un poco de ambrosía, luego pasó por la cocina y guardo un poco de comida.

Venus se dirigió al comedor cuando vio al dragón lanzándose en picado desde el cielo.

—¿Leo? —gritó.

Efectivamente, allí estaba, sentado encima de una gigantesca máquina mortal de bronce, sonriendo como un loco. Antes de que aterrizara, la alarma del campamento saltó. Sonó una caracola. Todos los sátiros comenzaron a gritar: «¡No me mates!». La mitad del campamento salió corriendo ataviada con una combinación de pijamas y armaduras. El dragón se posó justo en mitad del prado, y Leo gritó:

—¡Tranquilos! ¡No disparéis!

—¡Abajo los arcos! —ordenó Venus.

Los arqueros bajaron sus arcos con indecisión. Los guerreros retrocedieron, manteniendo preparadas sus lanzas y sus espadas. Formaron un ancho corro alrededor del monstruo metálico. Otros semidioses se escondieron detrás de las puertas de sus cabañas o se asomaron por las ventanas. Nadie parecía impaciente por acercarse.

Venus los entendía perfectamente. El dragón era enorme. Relucía al sol matutino como una escultura de peniques viviente —distintos tonos de cobre y bronce—, una serpiente de casi veinte metros de largo con garras de acero, dientes de brocas y brillantes ojos color rubí. Tenía unas alas con forma de murciélago que medían el doble que su cuerpo y se desplegaban como unas velas metálicas, emitiendo un sonido de monedas saliendo de una máquina tragaperras cada vez que aleteaba.

—Es precioso —murmuró Piper.

Los otros semidioses se la quedaron mirando como si estuviera loca.

El dragón levantó la cabeza y lanzó una columna de fuego al cielo. Los campistas se dispersaron y alzaron sus armas, pero Leo se deslizó tranquilamente por el lomo de la criatura. Levantó las manos como si se rindiera, solo que todavía lucía aquella sonrisa de loco en la cara.

—¡Habitantes de la Tierra, vengo en son de paz! —gritó.

Parecía que se hubiera estado revolcando en la fogata. Tenía la chaqueta militar y la cara embadurnadas de hollín. Sus manos estaban manchadas de grasa, y llevaba un cinturón portaherramientas alrededor de la cintura. Tenía los ojos inyectados en sangre. Su cabello rizado estaba tan grasiento que le sobresalía como las púas de un puercoespín, y desprendía un extraño olor a salsa tabasco. Pero parecía totalmente encantado.

—¡Festo solo está saludando!

—¡Esa cosa es peligrosa! —gritó una hija de Ares, blandiendo su lanza—. ¡Mátala ahora mismo!

¹ 𝑈𝑁𝑇𝐼𝐿 𝑇𝐻𝐸 𝐸𝑁𝐷 ❪ hp x pjo ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora