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xii. the curse of the cabin 9

▓▓▓▓▓ ┇V LEO. VI LEO. VII JASON.

⚠: capítulo corto

❪ omniscient narrator ❫

La visita de Leo estaba yendo estupendamente hasta que se enteró de lo del dragón.

La chica de acento raro, Venus Black, parecía bastante maja y era bastante guapa. Todo lo que le enseñó era tan increíble que debería haber sido ilegal. ¿Buques de guerra griegos de verdad anclados en la playa que a veces realizaban combates de entrenamiento con flechas encendidas y explosivos? ¡Mola! ¿Talleres de artesanía en los que podías hacer esculturas con sierras mecánicas y sopletes? Leo estaba en plan: «¡Me apunto!». ¿Que el bosque estaba lleno de monstruos y nadie debía entrar solo? ¡Genial! Además, el campanento estaba lleno de chicas guapas, como Venus. Leo no acababa de entender el asunto del parentesco con los dioses, pero esperaba que no significara que era primo de todas aquellas señoritas. Eso sería un rollo. Por lo menos quería volver a ver a aquellas chicas submarinas. Desde luego, merecía la pena ahogarse por ellas.

Venus le enseñó las cabañas, el pabellón del comedor y la palestra de los combates con espada.

—¿Me daréis una espada? —preguntó Leo.

Venus le lanzó una mirada como si la idea le preocupara.

—Probablemente te la hagas tú mismo, teniendo en cuenta como sois en la cabaña nueve.

—Sí, ¿qué pasa? ¿Vulcano?

—Normalmente no llamamos a los dioses por sus nombres romanos —dijo Venus—. Los nombres originales son griegos y me confudiria bastante considerando que me llamo como Afrodita en romano.

—¿Por qué Venus?

—Por lo que le entendí a mi madrina, mi familia materna tiene una tradición de ponerle nombres de estrellas y constelaciones a todos los miembros de la familia, pero mi madre no queria seguir esa tradición —dijo Venus—. Pero mi tío Regulus, parecio convencerla de que la siguiera, a su manera, así que me llamo como el planeta Venus.

—¿Y tu padre es? —Leo esperaba que Venus no tenga algún parentesco de dioses con él.

—Apolo, dios de la música, el arte, la poesía, los oráculos, del tiro con arco, los pastores, la peste, la medicina, el sol y la luz —dijo Venus y recuperó el aliento—. Sé que son muchos títulos.

—Demasiados...

—¿Genial, no? —dijo Venus sonriéndole —. Tu padre es Hefesto, por cierto.

—¿Festo? —Leo había oído a alguien decir aquel nombre antes, pero aun así se quedó pasmado—. Parece el dios de los vaqueros.

—He-festo —le corrigió Venus—. El dios de los herreros y el fuego.

Leo también había oído eso, pero procuró no pensar en ello. El dios del fuego… ¿En serio? Considerando lo que le había pasado a su madre, parecía una broma de mal gusto.

—Entonces, ¿el martillo en llamas que me apareció encima de la cabeza era algo bueno o malo? —preguntó.

Venus tardó un rato en contestar.

—Te han reconocido enseguida. Eso normalmente es bueno.

—Pero el tío de los arcoíris y los ponis, Butch, habló de una maldición.

—Ah…, no es nada. Desde que el último líder de la cabaña nueve murió…

—¿Murió? ¿Fue una muerte dolorosa?