Estoy criando bebés lindos en los últimos días (2 Parte)

Capítulo 250

Los jóvenes se mostraron enérgicos, sacando sus grandes redes y colocándolas en esta zona, a la espera de que las raciones se arrojaran a la red.

"El sonido del zumbido se acerca cada vez más, los compañeros y los niños están en la casa, asomando la cabeza por la ventana de cristal.

Los jóvenes se colocarón en una posición estratégica. 

Al encender el enorme reflector, se veían langostas más densas que un puño, cada vez más cerca, y el zumbido era más estimulante para los oídos y ponía la piel de gallina por todas partes.

"Listo", los ojos de Lan Shi Ruo brillaban y la mirada de su joven compañero era como una antorcha, "libera".

"Bang, bang, bang, bang", los hombres rompieron sus redes, redes de medio círculo con finos agujeros que bajaban de arriba abajo, rompiendo una red llena de bolsillos. Rápidos como un rayo, los hombres tensaron la cuerda alrededor de la abertura y la sellaron. Una red de al menos cuatrocientas o quinientas libras, una para cada uno de los seis hombres, produjo una cosecha impresionante, con Lan Shi Ruo a cargo de la recaudación en la parte trasera.

Las chicas trabajaron juntas para levantar una gran red, corriendo en dirección contraria a la del vuelo de las langostas.

Las otras chicas estaban abatidas y casi se quedan atrapadas en ella: "Vale, vale, la red está a punto de romperse, cámbiala".

Miao Miao se arrepintió de haberla soltado y las cinco trabajaron juntas para cerrar la abertura y sustituir la red por una nueva.

Lan Shi Ruo estaba de nuevo ocupada corriendo para recogerlo en el espacio, ¿así que en realidad era un almacén móvil?

con cara fría estaba claramente en la posición C, ¿por qué estaba haciendo el trabajo logístico?

Sin esperar a que ella siguiera hablando, cada uno de los hombres lanzó otra red.

Durante toda la noche, las chicas y los hombres trabajaron con especial ahínco, riendo y gritando, sin preocuparse por la aproximación de las criaturas mutantes.

Las langostas no son poderosas individualmente, pero en grupos grandes pueden ser muy intimidantes, mientras sean sensibles, no se atreven a acercarse.

Las chicas y los hombres estaban encantados, los niños y las bestias que se escondían en la casa, estaban tan alterados que querían jugar también, pero eran demasiado pequeños para hacer otra cosa que mirar.

Al amanecer, el gran equipo, cansado de una larga noche de recogida de langostas, se desplomarón en el suelo riendo de alegría, cada uno con una mueca de dolor y magulladuras a causa de las langostas que les habían golpeado, pero no estaban de mal humor, eran gente buena y amable, y un golpe de sus propias raciones era perdonable.

Las langostas que escaparon eran terribles.

Sin haber descansado en toda la noche y sin mucho por hacer, el numeroso grupo decidió descansar medio día antes de emprender el camino.

Los niños y las bestias se durmieron todos en el salón cuando no pudieron sostenerse en la segunda mitad de la noche, uno a uno, tú apretándome a mí y yo apretándote a ti, y roncando un poco.

Las chicas y los chicos no los despertaron y se metieron en sus habitaciones a descansar, con las enredaderas vigilando el exterior.

Lan Shi Ruo y Ao Cheng Yi entraron en el espacio, introdujeron las langostas en la planta de procesamiento, las transformaron en productos semiacabados y las envolvieron al vacío, para poder comerlas como quisieran.

La línea de procesamiento se hizo totalmente automática y se alimentó con carbón, antes de que ambos se fueran a descansar.

Durmieron hasta el mediodía, entonces los niños y las bestias comieron lo que encontraron en la cocina.