Estoy criando bebés lindos en los últimos días (2 Parte)

Capítulo 279

Yunzi siempre ha mantenido un perfil bajo, nunca ha estado en el candelero de esta manera, su vieja cara estaba roja y no sabía dónde poner las manos, pero era nuestra Señora Yun quien estaba más en ambiente, "Hermanito está bromeando, aunque somos parientes de Shui Yao, has seguido todas las reglas, es todo como debe ser, ella no te culpará, incluso tiene que darte las gracias."

"Aiyo, mi cuñada es realmente buena hablando, ahora me siento aliviado." No había nadie más que se desahogara.

Qin Siyu se rió, estos amigos de Shui Yao eran bastante interesantes.

Yun Hengfei estaba feliz, lo sabía, su tía era la mejor. "Hermano, ¿no es mi tía especialmente buena?".

"Joven Maestro Yun no se me puede llamar hermano, de lo contrario tendría una generación menos, ¿con quién puedo hablar? Tu tía es una diosa en el cielo, ¿crees que es impresionante?"

Yun Hengfei hinchó el pecho y gritó: "Impresionante".

Xia Xun curvó los labios: "Así es, Mao Mao todavía no se apresura a abrazar la gran pierna".

Mao Mao, el chico honesto, realmente estiró sus dos largas manos y abrazó los muslos de Yun Heng Fei, "Querido Heng Fei, no olvides alabar a Mao Mao con la reina."

Yun Heng Fei soltó una risita y alargó la mano para tocar el suave cuerpo cilíndrico de Mao Mao. "Sí, definitivamente le diré a mi tía que Mao Mao es maravilloso".

"Gracias querido Heng Fei, ahora continuemos, por favor deja una gota de sangre, atraviesa la puerta y espera al lado a tus compañeros, padres y parientes".

"DE ACUERDO." Yun Hengfei no tenía miedo en absoluto ahora, tan cómodo como si estuviera en su propia casa, y los corazones de la familia Yun y su grupo se calmaron, siempre y cuando no fuera una guarida de lobos.

Lu Gan enarcó las cejas, tenía suerte, al menos apenas podía contar con una buena montaña.

Con Yun Heng Fei delante, los demás iban mucho más tranquilos.

Mao Mao era un robot inteligente, al ver a un niño pequeño asustado, le entregó una piruleta para calmarlo, "No tengas miedo, Mao Mao te regala un caramelo, es dulce y delicioso".

Después del fin del mundo, estas personas abandonadas, que aún tienen la capacidad de comer caramelos, los niños desechan inmediatamente todos sus miedos y responden a todas sus preguntas a Mao Mao.

También se registró a su vez a los cerca de doscientos niños que Yunzi había traído consigo. Estos pequeños tenían más de dos años, se tambaleaban y podían andar solos, no temían ser acompañados por alguien conocido y eran capaces de comer dulces sin llorar ni armar alboroto, y se comportaban muy bien.

Tardamos más de dos horas en registrar las condiciones básicas, y con todos reunidos en el segundo espacio, con agua y bancos, no fue demasiado difícil. En cuanto al calor, estaba más que bien, ya que de todas formas llevábamos mucho tiempo acostumbrados al calor, y el temblor del terremoto no nos molestaba, era mucho más cómodo que tambalearse en el coche.

Todo el mundo terminó de comprobar, y en el tercer espacio, llegó un par de coches turísticos que parecían atracciones, Xia Xun, todavía tapándose la boca y escondiéndose detrás de su parte posterior, salió del coche, "Hola amigos, soy el portero Xia Xun, me alegro de que estén todos aquí."

La multitud alzó las cejas, al oír la voz de un hombre de edad más que moderada, al verle en persona, se sintió un poco más joven de lo que habían supuesto, y a pesar de su apariencia, desprendía una gran aura de su cuerpo.

Llegaron siete coches, y siete monos, y en el intervalo en que Xia Xun hablaba, todos se abalanzaron sobre Yun Hengfei, colgándose firmemente, incapaces de arrancarse.