Estoy criando bebés lindos en los últimos días (2 Parte)

Capítulo 276

La entrada y salida de la ciudad no estaba muy bien vigilada, presumiblemente porque no había suficientes hombres y el caos llegó tan de repente la noche anterior.

El gran grupo salió de la ciudad con facilidad, y la lava era más visible de día que de noche.

No brotaba nueva lava de las tierras del clan, y las que cubrían toda la cordillera seguían echando humo, desprendiendo un calor abrasador que hacía que la ciudad de C, medio rodeada por ella, estuviera aún más caliente que el resto.

Cuando esta lava se extinga, las exuberantes montañas de Cang Yuan dejarán de existir. La única bendición es que todas las bestias de las montañas se han ido.

Me pregunto si la lava se extinguirá, supongo que sí.

...................

Por otro lado, el gran grupo de gente preocupada había llegado a la frontera de la Ciudad de Piedra bajo la jurisdicción de la Ciudad D y sólo tardarían un día en llegar a su destino.

Esto es justo a las afueras de la cordillera donde solían reunirse los pueblos sabinos, y no hay ninguna ciudad donde alojarse, por lo que el grupo tendrá que pasar la noche en el desierto.

Aunque Lu Chaoyang había hecho la ruta más corta para ellos y tenía suficientes provisiones, aún así tardaron varios meses en llegar hasta aquí. Durante varios meses, se habían quedado sin comida, y casi se quedan sin armas y municiones. Todos ellos estaban exhaustos, pálidos y demacrados debido a las prisas y a lidiar con varios accidentes, peligros y daños en la carretera.

Los niños sólo lloraron durante unos días cuando se despertaron por primera vez, pero después, ya fuera porque tenían compañía o porque comprendieron su situación, no lloraron más, lo que ahorró muchos disgustos a las 20 o 30 personas.

Durante todo el camino, el mayor obstáculo para ellos eran los humanos, las bestias mutantes y la carroña mutante sólo aparecían de vez en cuando. Pero los que querían asaltar el camino y obtener una recompensa por robar a los niños, sin motivo alguno, podían encontrarse casi todos los días.

Afortunadamente, tras haber experimentado la desesperación y la tortura una vez, todos eran mucho más duros y audaces, y cada vez que aparecía alguien, todos trabajaban juntos y llevaban sus armas contra ellos.

Hubo heridos, pero cada vez consiguieron volver de una pieza, lo que dio a todos esperanza y un corazón más fuerte para seguir adelante.

Por la mañana temprano, el grupo, que había perdido el sueño toda la noche a causa de los dragones y los fénix, se levantó temprano y recogió sus cosas, queriendo llegar pronto a su destino.

Para su sorpresa, fueron parados en seco por varias bestias mutantes.

"Mujeres y niños suban al coche, los demás agarren sus armas y no hagan movimientos bruscos todavía". No es que Yunz no se hubiera enfrentado nunca a bestias mutantes, pero como tenía munición de sobra, había ganado fácilmente, pero ahora, no sólo le faltaba munición, sino que además las bestias mutantes eran más numerosas y feroces que antes.

"Papá, ¿qué hacemos? No deberíamos encontrar una forma de atraerlos y dejar que el grupo grande se vaya primero, y luego pensar en una solución?". Yun Heng Fei no tenía ningún arma en la mano, sólo un gran cuchillo, y debido a la falta de munición, sólo unos pocos hombres jóvenes y fuertes tenían armas calientes en sus manos.

Yunzi frunció el ceño y giró la cabeza para mirar a Yun Hengfei: "¿Por qué estás aquí y no entras?".

Yun Hengfei giró la cabeza: "No soy un niño, no voy a subir. Papá, déjame en paz, piensa en una forma de tratar con ellos, parece que están a punto de precipitarse".