Estoy criando bebés lindos en los últimos días (2 Parte)

Capítulo 336

La voz salió amplificada por un altavoz, resonando en el aire. La multitud miró instintivamente hacia arriba y lo primero que vieron fueron los fríos cañones de las armas, haciendo que sus corazones dieran un fuerte brinco.

Los que estaban peleando también se detuvieron automáticamente. Al ver las numerosas armas y los guardias que salían, se dieron cuenta de que habían caído en una trampa.

Sa Bing y sus seis hermanos, junto con sus siete monos, marcharon al frente del grupo, su voz fría resonando. "Rodéenlos."

Sus subordinados avanzaron rápidamente, rodeando a los alborotadores.

Xia Xun, con una sonrisa en el rostro, se acercó a Yan Tian y a los cinco equipos, estrechándoles las manos con entusiasmo. "Bienvenidos, pequeños adorables, a ciudad de piedra. Ha sido un esfuerzo duro, por favor, tomen asiento, tengan algo de té y comida."

Pequeños adorables.

Al principio pensaron que lo habían escuchado mal, pero se dieron cuenta de que realmente se habían ganado ese peculiar apodo.

"Señor Xia, es muy amable. Somos amigos del equipo Dragón y Fénix, ayudar era lo correcto, aunque nuestra capacidad es limitada y no hemos hecho mucho." Dijo Jiang Quanshun. No estaba siendo modesto; desde que conocieron al equipo, sabían qué ciudad de piedra no necesitaba ayuda.

"No, no, no sean modestos. Han sido de gran ayuda. Por favor, sientense. Si son amigos de nuestro líder, sois amigos de ciudad de piedra. No queremos ser malos anfitriones."

Sus subordinados ya habían preparado mesas, sillas, comida y bebida. "Venga, no sean tímidos. Coman algo después de un día tan largo sin comer."

Habían pasado casi todo el día en la fila y luego en la pelea, estaban agotados. Con la hospitalidad de Xia Xun, no pudieron rechazarlo. "Gracias." Los cinco equipos comenzaron a devorar la comida bajo la mirada envidiosa de los demás. En estos tiempos de apocalipsis, pasar un día sin comer no era raro, pero la comida de ciudad de piedra parecía saber mejor que en otros lugares, quizás por la diferencia de agua y suelo.

Mientras Yan Tian y su equipo disfrutaban, los demás sufrían, con el aroma de la carne inundando el aire. Solo podían mirar con ansia, tragando saliva constantemente, era torturante.

Lin Ting estaba entre la multitud, indecisa. Ella también quería comer. Si hubiera salido a ayudar, ¿podría estar comiendo ahora? Se preguntaba si podría unirse ahora. Si la rechazaban, ¿sería humillante? Estaba atrapada en su dilema, enfadada con Yan Tian y su equipo por no invitarla, y con Lan Shiru y Miao Miao, culpándolos por su situación. Según ella, todo era culpa de los demás, ella no había hecho nada mal.

Yan Tian y su equipo estaban tan ocupados comiendo que ni siquiera recordaban a Lin Ting. Antes, era una presencia molesta en el equipo, ahora era irrelevante, así que nadie pensaba en ella.

Los alborotadores se encontraron rodeados, y los guardias que los rodeaban no parecían nada amigables, muy diferentes a la impresión inicial de debilidad. Se sentían frustrados, pensando que ciudad de piedra era demasiado engañosa, y comenzaron a planear su escape.

¿Escapar?

Los guardias, que antes parecían débiles, demostraron su verdadera fuerza, saltando entre la multitud y levantando a los alborotadores como si fueran pollitos, solo usando dos dedos para todo el proceso.

Se notaba la diferencia entre amateurs y profesionales. Los guardias de ciudad de piedra no eran solo una cara bonita; también tenían habilidades reales.

El ejemplo claro desalentó a los demás de intentar algo.

Xia Xun se acercó con una sonrisa. "En este último año, ciudad de piedra ha tenido muchos que intentaron buscar problemas, pero ustedes son de los peores. Los demás que llegaron aquí nunca se fueron. ¿Creen que pueden escapar?"