Estoy criando bebés lindos en los últimos días (2 Parte)

Capítulo 316

Los dos asintieron y guiaron a sus hermanos, saliendo a toda prisa en sus carros, su misión era crear el caos y la destrucción en la ciudad, atrayendo la atención de los zombis.

"Boom" también usó artillería para despejar el camino, el gran grupo de zombis carroñeros ya había perseguido al convoy de carros, dejando atrás un pequeño grupo de zombis carroñeros y la mayoría de los zombis, así como innumerables zombis carroñeros que no pudieron acercarse, salieron corriendo antes de que llegara el equipo y los llevaron por la ciudad.

Los zombis carroña no podían huir de ellos, los únicos que podían alcanzarlos eran los caminantes, la mayoría de los de alto rango serían atraídos lejos por el equipo del Dragón y Fénix, sólo necesitaban ocuparse de los caminantes de bajo rango.

Incluso si se encontraban con los de alto rango, no tenian miedo, solo corrian, su papel era solo distraer al enemigo.

La pared de cristal se ha roto, la presión que suprimió a los zombies carroña también se disipó, se les ordenó no romper la pared, pero no pueden ser culpados si la pared se rompe por sí misma, silbando y cargando.

Nie Liangbao y Wang Hu salieron corriendo desde diferentes direcciones, no tenían intención de matar, huyeron, dejando un montón de pequeñas píldoras negras en el camino, y cuando corrieron lejos, las detonaron una por una, desencadenando una serie de miembros y brazos rotos.

De vez en cuando tienen que bombardear el lado del edificio, el edificio en ruinas no puede soportar unas pocas armas de fuego, el colapso va tras el estruendo por la presión de un área grande.

Los dos equipos corrieron todo el camino a través de la destrucción, atrayendo lejos un buen número de zombies.

En el centro comercial, haciendo caso omiso de la carroña de zombies corriendo, la multitud lloró y gritó y huyó, y al final, ninguno de ellos escapó al destino de ser siseado y mordido.

"Ah, ayuda, ayúdame".

"Sálvame, no quiero morir, sálvame".

Desolado y desesperado, feroz y lúgubre, nadie puede salvar a nadie, y nadie puede salvarse a sí mismo.

El olor de la sangre y la carne humana cruda enloquecía a los zombis carroñeros, que se abalanzaban sobre ellos por filas, sin dejar un solo resquicio por el que escapar, despedazando a los vivos antes de masticarlos y engullirlos. La sangre y la carne cruda les entusiasmaban y enloquecían.

Algunos se desgarraban tan secamente que, incluso cuando los detenían y los despedazaban, no se enteraban de inmediato, como si no conocieran el dolor, y contemplaban horrorizados cómo sus extremidades se desprendían de sus cuerpos.

La cara crispada y temblorosa, los labios temblorosos, debería ser para gritar, justo antes de que pudieran hacer ningún ruido, la cabeza también fue arrancada, la cara todavía conservaba una expresión vívida retorcida horrorizada, al igual que un hombre de barro, fácilmente se dejó a una persona dividida en innumerables fragmentos.

Esta fue una verdadera masacre, carente de toda humanidad, la sangre no era un pecado, era el agar de su jolgorio festivo.

El gran equipo frunció el ceño, no podían quedarse más tiempo, estas personas, no había nada que pudieran hacer para salvarlos.

"Vayan." Lan Shirou dio una orden, y el grupo se apresuró a salir del centro comercial, con el sonido de los zombies carroñeros corriendo, una masa negra de zombies carroñeros.

Ao Cheng Yi separó sus manos y lanzó una enorme bola de fuego, la cual se precipitó hacia delante como un rayo.

La bola de fuego rodaba y se expandía, era como la boca de una bestia gigante que podía devorarlo todo.