No sólo los fantasmas te visitan

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04:46am.
A esa hora me despertó tocando la puerta de forma arrolladora y consecutiva. Pensé que se había muerto alguien así que me levanté con toda la paz del mundo y caminé despacio hasta la puerta tapándome la cara con una mano.

-¡Buenas noches! -Dijo como si aquello fuese una rutina de lo más normal- ¿Me ayudas con la tarea verdad? -Se metió en mi cuarto sin avisar-. Son para mañana y no se hacerlas...

-Sal de me habitación, quiero dormir.

-No gracias. -Dijo dejando sus cosas sobre mi cama y se sentó sobre ella con normalidad.- Ven y ayúdame.

-Vete a la mierda -Dije tumbándome en la cama y tapándome.-

-En la mierda estás tú. -Dijo mirándome-. Ayúdame a terminar esto y te vuelves a dormir.

-¿Por qué coño debería ayudarte?

-Por que eres muy inteligente ¿No? Y lo sabes absolutamente todo ¿No?

La mire odiandola con todo mi ser, no la soportaba.

-Si te ayudo dejaras de molestarme para siempre. No me dirás ni una sola palabra.

-Esta bien -Asintió-. Ayudame -Sonrió-.

Entre los dos: Cartas de amor a Andrómeda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora