La tatuadora de libélulas

Capitulo 22

Al octavo mes, ella se destruyó.

Lo negativo es que la destrucción si se anuncia, pero no con una tormenta sino con el pasar de los meses… Y Miyeon había pasado por alto las señales que su relación con la pintora le había dado.

… Los lentes de sol, el beanie, la chaqueta, las vendas en sus muñecas, el uso de colores, los zapatos, la posición de la mesa en la cual se sentaban… Pasó por alto tantas cosas.

El día inició como lo hacían desde el mes anterior: con Miyeon entre los brazos de Minnie.

Suni y Doyun no preguntaban sobre sus constantes ausencias, pues conocían la respuesta. Lo único que pedían era un mensaje que les confirmase que seguía respirando.

Minnie: Hora de despertar, Kim -Empezó a murmurar contra su cuello con su ronca voz mañanera. La tatuadora gruñó y se volteó hasta enterrar su cabeza en la almohada.

No quería despertar. No quería ir a trabajar.

Miyeon: Cho -Corrigió de mala gana.

Minnie: Eso no lo dice tu pasaporte -Rió contra la piel de su espalda desnuda antes de dejar un recorrido de besos por ese lugar.

Miyeon: Lo sé -Se quejó-… ¿Pero puedes intentar olvidarte de mi pasaporte? No me gusta el nombre Kim Miyeon… Es como si te adoptara una anciana de apellido Pene.

Minnie: Kim no es tan malo como Pene.

Miyeon: Es solo para que te des una idea… Estoy segura de que no te gustaría llamarte Minnie Pene cuando eres una amante de las vaginas -Rió.

Cuando se dió la vuelta para encontrarse con los ojos de Minnie, descubrió que la pintora la miraba con cierta diversión.

Minnie: No soy una amante de las vaginas -Se negó de inmediato con una enorme y adorable sonrisa.

Miyeon: Pues más te vale serlo. No creo tener algo adicional allí abajo…

Minnie: Soy amante de una sola, My. La tuya…

Miyeon: ¡Por Dios, Minnie! -Se alejó asqueada con una carcajada -. No puedo creer que dijeras algo como eso…

Minnie: Tengo una boca sin filtro, Cho -Se justificó antes de levantarse, dando a Miyeon una vista privilegiada de su espalda desnuda y de su trasero-. Ahora muévete o llegarás tarde.

Miyeon: Lindos tatuajes -Dijo seductoramente mientras se mordía el labio inferior y su corazón comenzaba a latir aceleradamente-. Son cinco bonitas libélulas… Deberías presentarme a tu tatuadora.

Minnie: No me tomes por estúpida, amor… Sé que no estás mirando mi espalda.

Tenía razón.

***

Cho Miyeon llegó temprano, saludó a sus compañeros de trabajo, tatuó algunas cosas, se dejó dibujar por Minnie y tatuó un poco más. Fue un día normal… El último de ellos.

Al terminar de comer junto a su novia en el mismo restaurante de siempre, le dijo a Suni que pasaría su noche junto a Minnie, a lo que ella solo respondió con un frío “Bien”.

… Pero no fueron directamente al departamento de la pintora.

Ellas volvieron a la tienda.

Minnie: ¿Qué hacemos aquí? -Preguntó entre susurros mientras entraban a la tienda y las luces se encendían.

Miyeon: No temas. Le pedí permiso a Choong-Min para hacer esto… Es solo que creo que mi pared necesita un par de ajustes.

Y fue esa noche cuando el mural en su pared, ese que tenía a Demi, One Direction, Ed Sheeran y a sus hermanos, adquirió un unicornio y un dragón besándose en el borde de la C.