Pasaron exactamente tres meses luego de que Minnie se marchó.
La tatuadora no la había olvidado, pero debió aprender a vivir sin ella.
Si volvía a verla, no quería estar destrozada... Si volvía a verla quería que la pintora sintiera que su sacrificio había valido la pena.
¿Se había enojado con Minnie? Por supuesto, pero solo al principio...Luego supo que ella habría hecho lo mismo para no dañarla.
***
Miyeon escuchó la campana de entrada sonar y se volteó a mirar... No tenía a nadie a quien tatuar, así que era lo más interesante que podía hacer.
Se sorprendió al notar que Kai entraba al lugar, y mucho más al verlo hablar con Shuhua para luego dirigirse a su puesto.
Kai: Buen día, querida -La saludó antes de dar dos besos en su mejilla.
Miyeon: ¿Por qué tan feliz? ¿Encontraste algún novio?
Kai: ¡¿Novio?! ¡Qué asco! -Exclamó mientras fingía vomitar-. No tengo novios. Me acuesto con el primero que llega, ya lo sabes...
Miyeon: Sí, creo que lo entiendo -Rió.
Kai: Seguro te has preguntado por qué he venido -Dijo luego de unos segundos.- Necesito un tatuaje.
Miyeon: Interesante -Murmuró con una sonrisa-. ¿En qué estas pensando?
Kai: Quiero que tatues mi propia silueta en mi brazo...
Miyeon: Bien. Nada muy difícil.
***
Luego de terminar el tatuaje, Miyeon abrazó a Kai
Kai: Espero verte dentro de dos meses, cariño -Le dijo con una sonrisa.
Miyeon: ¿Dos meses?
Kai: Ya sabes. Agosto... Es la exposición de tu novia.
De inmediato supo que se refería a Minnie.
Miyeon: Kai, ella y yo...
Pero ya se había marchado.
***
Esa noche se preguntó si asistir a esa exposición sería lo correcto.
Quería ver como lucía su cuerpo desnudo en aquella pared repleta de lienzos, por supuesto... Lo cierto es que Minnie jamás le había mostrado el cuadro y sentía que tenía el derecho de verse a sí misma.
Pero ir significaba verla de nuevo y no estaba segura de estar lista para eso.
Yuqi: ¿Pensando de nuevo? -Era muy típico que la chica lo hiciera... Era muy típico que Minnie ocupara su mente, todas sus noches.
Miyeon: La extraño, Yuqi -Susurró tristemente.
Su hermana simplemente se sentó a su lado en aquella litera chirriante y acaricio su hombro en forma de apoyo.
Yuqi: Yo también -Reconoció-. Era un perra, pero me caía bien...Era mi amiga.
Miyeon: ¿No te ha enviado mensajes?
Yuqi: Ni uno -Admitió.
Miyeon: ¿Y ha respondido los que le has enviado?
Yuqi: Ni uno -Repitió.
Suspiró hondo.
Miyeon: ¿Crees que deba verla?
***
Dos meses después, Miyeon estaba colocándose un elegante traje para asistir a la exposición de Minnie Yontararak. Habría usado un vestido, pero el problema de sus brazos no tatuados la llevó a decidirse por aquel atuendo que le quedaba más que bien.
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La tatuadora de libélulas
RomanceCho Miyeon es una joven tatuadora de veinte años. Aunque no esta en el podio de los mejores tampoco es realmente mala y todos sus clientes suelen salir de la tienda bastante conformes con su trabajo. Sus compañeros admiran la pasión que desbordan su...