Heungmin de nuevo en su posición. Ahora estaba en el otro lado del campo, tirado para la izquierda. A unos cuantos metros lejos, estaba Romero, recién ingresado en reemplazo de uno de sus defensores.
Obviamente no podía perder profesionalismo. Al final romero había venido a eso, a jugar a la pelota, pero le molestaba tanto su presencia detrás suyo que sintió nervios de empezar a jugar el segundo tiempo.
Aún así se quejaba con la excusa de que juraba haber visto a Romero siendo un central y no un lateral.
"La de cuatro es falsa. Es una línea de tres, no hay laterales" fue la respuesta de conte como si fuese lo más obvio del mundo. ¡Sí que había, juraba que había laterales y un sólo central!
Pitó el segundo tiempo, ahora dejando sacar a Kane que dio un pase un mediocampista. Los jugadores del Brighton se venían encima, como una marea azul y blanca encima de ellos. El mediocampista se vio obligado a hacer un pase al lateral izquierdo.
Pelota siempre busca jugador: Romero la llevaba en sus pies, esperando al primer volante llegar a presionarlo. Heungmin lo observaba mientras corría por la banda, moviendo la marca. El pobre volante del albion quedó atrás y Romero corrió unos metros más, pasando el medio, sin miedo.
-¡Sonny, subí!
Por instinto, Heungmin sabía que ese era el momento que tenía que correr.
Un pase por arriba y Son iba por la banda corriendo después de haberla bajado a sus pies. Iba por los costados después de romper la línea de mediocampistas para meterse de lleno contra los defensores laterales.
-¡Sonny, estoy! -Oyó a Kane que iba corriendo al medio, justo en la medialuna.
Un centro al área voló, haciendo ir a los atacantes tratar de alcanzarla con lo que sea. Encontró una cabeza: la pelota casi tocaba el palo derecho. El "¡uh!" de la hinchada se hizo oír con fuerza. Saque de arco.
¿Cristian había hecho ese pase inicial?
Miró para atrás, viéndolo concentrado en el arquero español del otro equipo que iba a sacar la pelota. Entonces, se encontraron de nuevo.
-Al frente, Sonny, atento -le indicó Romero a su manera, apuntando adelante. -La misma la próxima. -guiño.
Está bien, estábamos en partido, no era momento de cuestionarse nada.
Tenían una conexión directa. Ese juego de palabras le robó una sonrisa estúpida.
Pelota en alto, jugadores en disputa por ella. El juego empezó a ponerse interesante para los spurs cuando entró Romero. La defensa estaba más sólida y tenía más participación con el frente. Aunque Romero era defensor de área, a veces lograba subir para hacer esa conexión directa que Conte pedía, que aplaudía cada vez que concretaban una pelota juntos.
Al menos eso sirvió para marear a la defensa de Alexis que parecía rendirse e ir por la ofensiva. Eso unos veinte minutos de juego, al menos.
El partido seguía cero a cero pero parecía ir a favor del Tottenham que tenía más oportunidades de gol, gracias a la dupla de volante-lateral de la izquierda, que no se supone que fuese un lateral. A Heungmin le gustaba la dupla que hacían, casi olvidando que estaba tratando de alejarse de él.
-¡Cutie, acá, estoy, estoy! -Levantaba la mano cuando lo veía alejarse de la línea de defensa. Aunque la pelota fallase, siempre estaba ahí para recibir.
Y a veces sin siquiera pedirlo, Cristian lo encontraba, hasta parecía que sabía cuánto correría, a qué velocidad, hasta dónde.
Se entendían. Heungmin y Cristian se entendían.
La dupla funcionó, sí, hasta que algo alteró la fórmula.
Saque de arco para los Spurs en una jugada fallida del albion. Del arquero al central y del central abierta para el lateral -que no era lateral- izquierdo. Venían haciendo esa jugada todo el segundo tiempo. Así Romero volvía a burlar a su marca haciendo una pared con el centrodefensor. Subió hasta el medio, casi como un cinco, para después hacerle un pase filtrado a Son.
La pelota iba a llegar a pies de Heungmin cuando, entonces, se dio cuenta que estaba rodando en el suelo y cayendo con brusquedad. De esos golpes fuertes que mareaban.
Había perdido todo el aire y apenas podía ver. Todo se movía, como si estuviese perdidamente borracho. Costaba respirar por el golpe, pero ese era el menor de sus problemas: tenía un dolor en su pantorrilla izquierda.
Sí, la que se había lastimado antes.
-¡Sonny, hey, amigo! ¿Estás bien? -Sólo vió a Harry llegar rápido a socorrerlo. Pudo verlo levantar las manos, llamando a los médicos. Trató de hacerle bajar la mano entonces sintió un dolor en el hombro porque había impactado fuerte contra el suelo.
Hacía tiempo que no le daban una zarandeada de esas.
Agua en su cara para despertarlo. Se sentía frío, mucho frío en la cara que casi dolía. Los médicos movían su mano delante del muchacho, tratando de ver si les seguía.
Heungmin se levantó, sentado en el suelo, agarrándose la cabeza, entonces el dolor en la pantorrilla empezó a preocuparlo. La apuntó, haciendo que los médicos rápido la atendiesen.
No supo si era falta, quién había sido y si tenía algún fin defensivo. Sólo que le dolía la pantorrilla.
Se quejó entrecerrando los ojos cuando el médico empezó a tantear su pierna, revisándolo. Se acostó de nuevo al suelo, sintiendo ese pinchazo doler más cuando las manos del médico pasaban por allí, presionando con fuerza.
Le recordó cuando Cristian lo tiró la primera vez que jugaron juntos. Incluso en esas situacuones lo recordó. En realidad había hecho un buen recorrido con la pelota. Quizás sí tenía un fin defensivo.
Romero.
Abrió los ojos lo que pudo, buscando entre los jugadores, que su campo de visión le permitía, a Cristian. No estaba cerca, no estaba hablando con el árbitro, no estaba. Sólo oía los silbatazos del árbitro cuando vio una situación externa detrás suyo.
Incluso en este momento, quería verlo, aunque todo en el estadio daba vueltas y se veía borroso por el golpe que había tenido.
Entonces recordó que ellos no eran más que compañeros en la cancha y, luego, jamás podrían entenderse más allá de dos jugadas en la cancha, porque para eso se supone que se conocieron: para jugar fútbol. Más allá de eso, eran los de la cocina, que no se hablaban, no se miraban.
Al final, para Cristian, sólo era eso, un compañero.
Casi quiso llorar cuando eso se mezclaba con el dolor insoportable de su pierna.
Los médicos negaban con la cabeza y, luego, hicieron un gesto universal, girando sus dedos uno orbitando al otro.
Son sería reemplazado a los veinticinco minutos del segundo tiempo por lesión.
lo prometido es deuda, doble update
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Arrivederci | Cutison.
FanfictionDistintos idiomas, un mismo sentimiento: Heungmin y Cristian tienen un choque cultural cuando se dan cuenta que no pueden entenderse entre ellos. • Slow burn. Angst. • Modismos argentinos.