CAPITULO 1

18 2 5
                                    

Marc despertó luego de otra pesadilla, solo que lo perseguía una sombra oscura en el estreno corredor de una cueva húmeda y maloliente.

Afuera, el viento soplaba y los grillos emitían su peculiar cantar a la luz de la Luna, reviso su reloj, este marcaba las 5:30 de la mañana, le daría tiempo para desplazarse un poco más antes de que el el sol ilumuminara el pueblo abandonado en dónde se encontraba.

Salió de la habitación, observando un par de ratas corriendo por los pasillos. Tomo su chaleco, su bidón de agua, su arpón armado manualmente y su cuchillo de combate.

Al pasar sobre el pasillo, se observó a si mismo en el espejo que colgaba del muro izquierdo, percatandose de que su barba se encontraba muy crecida ya, y que si no se la rasuraba pronto tendria un problema grave de piojos

—Oh maldita sea. Estúpida barba, crece demasiado rápido— se dijo a si mismo, contemplando su reflejo con una mirada de desagrado.

Salió del hotel abandonado y camino por la oscura calle principal, iluminado por la luz de su linterna, caminaba en dirección hacia el centro comercial abandonado, en busca de provisiones y comida. Tal vez tendría suerte y se encontraría con algún arma de fuego o cartuchos.

—Maldito Steven. Hijo de puta. No quieres decirme dónde tienes tu base ultrasecreta porque no quieres que nadie te robe tu dinero.

"Es para nuestro propio bien, Marc, si descubren la base, estamos perdidos" dijo Konshu en su mente.

—Ah si. Tu eres un Dios, tu no eres el que recibe los puñetazos, las apuñaladas ni los balazos, ese soy yo.

"¿Acaso las balas, los golpes y las apuñaladas te han logrado matar, Marc?"

—No, no me han matado, pero tú inmortalidad no cubre daños al cuerpo permanentes o cicatrices.

"No tienes cicatrices, espera un momento, tu no eres Marc, tu eres Mr Knight" dijo Konshu captando finalmente la especie de broma que pretendía tenerle la personalidad más violenta.

Mr Kinght brufo de frustración, no importaba cuántas veces lo intentará, siempre Konshu terminaba por descubrirlo, ¿Acaso actuaba demasiado obvio como para que el Dios Lunar Egipcio lo notará? Mierda. Maldijo en su mente y blasfemo todo lo que pudo para no decirlo a través de la boca. Aquello fue mala idea.

"¿Sabes que puedo leer tus pensamientos?"

—¿Sabes que urgar en la mente de uno es de muy mala educación?

"¿Que te pasa? Estás muy a la defensiva está noche."

Mr Knight suspiro pues la sola presencia de Konshu le cansaba, o bueno, ese era su intento de justificación para ocultar lo que realmente le aquejaba.

—Estoy harto de todo esto. De esta mierda de Guerra, quisieramos dormir todos una maldita noche en paz sin que venga algún imbécil a querer arruinarnos el momento.

"¿Te quejas porque no puedes dormir? La falta de sueño nunca te ha detenido. Ni en los 20 años de Guerra ni en los 40 años que llevas siendo lo avatar. Tus quejidos son muestra de una frustración no superada de parte tuya, no de Marc, ni de Steve ni de Moon Knight"

Mr Knight se quedó sumido en sus propios pensamientos, intentando encontrar una forma para que sus propias crisis existenciales tuvieran sentido en su ya fragmentada mente. No estaba cansado de luchar, estaba cansado de pensar en el futuro. Claro, si es que había un futuro para el planeta.

—Tienes razón, solo son estúpidos pensamientos mios— declaró finalmente la personalidad más violenta e inestable de los 4.

Mr Knight había tomado el control del cuerpo luego de que unos chatarreros y unos saqueadores rodearon el antigüo pelotón de  Marc. Mataron a sus hombres y lo torturaron hasta que se desmayo, entonces Mr Knight tomo el contr e hizo pagar a cada uno de esos hijos de puta, de una forma más descarnada que la anterior. Cada uno de ellos merecía morir, eran animales, no eran seres humanos, a los animales se les ejecuta.

MOON KNIGHT: SHADOWLANDSWhere stories live. Discover now