MOON KNIGHT: SHADOWLANDS

CAPÍTULO 17

Marc despertó luego de dormir 6 horas, se arropo con un saco viejo de tela deshilachada y con una roca como almohada, sin dudas pasar en la marina le daba la ventaja de dormir en cualquier lugar, con cualquier objeto y en cualquier posición posible, no importaba lo incomoda que esta fuese. Se levantó, se vistió rápidamente y fue a comer junto al resto de los soldados que todavía se hallaban festejando su llegada a la base Fort Mercer

Se sirvió algo de comer y comió en las mesas y sillas improvisadas de plastico que colocaron a lo largo de la pista de aterrizaje de la base, Donnie se hallaba intentando comunicarse con su prometida Kat, haciendo uso de una vieja radio de alta frecuencia que le habían prestado los soldados de la base a petición de Abigail. Por su parte, Abigail se encontraba hablando con Kent acerca del destino al que debían arribar para ponerle fin a la guerra de una vez por todas.

—Entonces. La Isla Flotante que tu buscas se encuentrá a unos 800 kilómetros de nuestra posición ¿verdad?— preguntó ella, viendo el enorme mapa continental el cual se hallaba extendido a lo largo de una ancha mesa de metal.

—Si, se encuentra entre la cordillera de Walton y el Valle de Horr, una vez que lleguemos allí, entenderás finalmente el porque de nuestro largo viaje desde Brextar hasta Luth.

—Bueno, he visto muchas cosas raras, he visto serpientes gigantes y sujetos de armadura dorada pero nunca un Dios.

—Espera ¿Has visto que?— preguntó Kent Nelson intrigado.

—Los he visto merodeando por algunas zonas boscosas en las regiones de Tanthrom y Norwood, normalmente se mueven en legiones y parece que estan buscando algo.

—¿Cual era su curso la primera vez que los viste?— preguntó Kent.

—La primera vez que los vi parecían que se dirigían hacia Brextar, y la última vez que los ví fue cuando cruzamos por las islas flotantes de Pickman, fue tan raro, parecía como si nos estuvieran siguiendo si soy sincera.

Kent permaneció serio ante el comentario de Abby y ella notó el cambio en su actitud por la tensión que se sembró en el ambiente, acababan de descubrir algo sumamente macabro.

—Es porque nos estaban siguiendo.

Abigail puso seriedad al asunto también.

—¿Que hacemos? No creó que los soldados de la base vayan a creer en una teoría que parece sacada de un cuento de hadas.

—No será necesario, ellos llegarán aquí y se darán cuenta ellos mismos.

—Pero no podemos mantenerlos ignorantes a la amenaza que se avecina— protestó ella.

—Si, y tampoco los vamos a convencer con palabras de que unos sujetos de armadura dorada sumamente poderosos se avecinan hacia nuestra posición.

—¿Que tu no eres un mago muy poderoso? Porque no los convences con algún hechizo.

—Mira, la magia no se rige por reglas de novelas de fantasía, no todo se puede arreglar con magia, y en la historia que ocurra eso es porque fue escrita por un pésimo escritor.

Kent salió al exterior y comenzó a revisar los alrededores de la base, Marc notó eso, a lo que Konshu inmediatamente le aviso.

"Ellos ya vienen"

—¿De que hablas?

"Los tracianos están muy cerca, nos estuvieron siguiendo el rastro todo este tiempo"

Marc volteó a ver a todos lados, dándose cuenta de que estaba rodeado de soldados y civiles que festejaban el regreso de sus seres queridos a "casa", sin dudas la llegada de los tracianos acabaría en tragedia para muchos soldados y civiles inocentes.