CAPITULO 7

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Estaba aturdida. No entendía nada de lo que pasaba alrededor. Menos aún porqué aquel extraño me abrazaba como si estuviera feliz de verme despierta. No tenía muchos amigos y menos aún tan dados con las muestras de cariño como esta persona.

-Volviste- lo oí decir con mucho alivio en su voz.

Tenía tantos cables conectados que solo pude asentir con un movimiento de cabeza. Era una persona muy curiosa y con una hermosa sonrisa que quedó grabada en mi retina. Su manera de iniciar el interrogatorio fue de risa. Su ansiedad era palpable.

Lo dejé disfrutar de su inteligencia para encontrar la manera de sacarme las respuestas que él quería y por lo que había cuestionado ni mi familia ni Miranda se habían comunicado conmigo. A todo esto. Cuánto tiempo estuve dormida?

-No te muevas de aquí- lo oí decir sacándome así de mi cuestionario mental.

Una sonrisa ¿Logró sacarme una sonrisa en un momento como éste? ¿Eso es bueno o malo? Y ¿Dónde dijo que iba? Genial Alexa. Con el coma se acentuó lo despistada que eras.

-¿Alexa Bronx?- preguntó un doctor cruzando la puerta de la habitación.

Como si pudiera contestarle, este doctor salió cómico también.

-Solo asiente con la cabeza-

Asentí y comenzó el interrogatorio nuevamente.

-¿Cómo te sientes? ¿Mareada?-

¿Es una broma? ¿De veras tiene que hacer preguntas tan tontas? Desganada negué. Me sentía todo menos mareada. Bueno. Casi.

-¿Doctor White?- dijo entrando una enfermera.

-Mel ¡Mike!- dijo saludando con familiaridad al recién llegado.

Con que su nombre es Mike. Vamos Alexa, qué piensas mujer, luego de darme un golpe mental y comportarme volví a prestar atención a los que acompañaban a Mike. Eran sus padres y me miraban fijamente. Qué más habrá pasado mientras yo dormía.

-¿De acuerdo Alexa?- solo asentí, no había prestado atención

¿Con qué? Ya que. No sería nada malo lo que me haría. Estaba en un hospital ¿no?

Diablos, debí pedir tiempo fuera, esto es horrible, voy a morir, definitivamente.

-Mírame Alexa, inhala profundo, exhala, repite, lento, una vez más- decía la enfermera con paciencia mientras mis pulmones rogaban por oxígeno.

Poco a poco todo se fue normalizando. Mis pulmones. Mi corazón. Mi voz, ay no, ¿cómo estaría mi voz ahora?

-Muy bien, última prueba necesito que repitas conmigo, soy Alexa Bronx, lento, si no puedes ahora no importa, es normal que cueste luego del tiempo que estuviste con el respirador- explica paciente.

Tomé una bocanada de aire y me dispuse a decir mi nombre y nada, es exactamente lo que salió de mi boca, nada. Hice una seña con los brazos de "¿Qué pasó?"

-Como te había dicho es normal que no salga bien la primera vez- explicó con una cálida sonrisa -no te apresures ni te sobre esfuerces, cuando tus cuerdas vocales estén listas la voz volverá-

Volvió a controlar los sueros y los últimos cables que tenía conectados a mi cuerpo y se retiró de la habitación. Unas miradas llamaban realmente mi atención. Mike y sus padres me veían expectantes tras el cristal de la habitación. Intenté moverme y aún sentía la pesadez sobre mi cuerpo. Levanté los brazos y pude divisar los vestigios de los golpes que me propinaron aquella vez. Como fue que sobreviví a eso. Mike.

-Hola guerrera- dijo entrando sonriente a la habitación.

-Hola héroe- dije con una voz ronca y rota.

Justo en el momento más bochornoso se le ocurre aparecer. No pude contener la risa e imité a Mike quien me miraba fijamente para luego negar riendo murmurando por lo bajo.

-¿Qué?- pregunté curiosa creyendo que me hablaba.

-¿Alguna vez te pasó de pensar en voz alta?-

Mi risa entre ronca y chillona retumbó en el lugar.

-Todo el tiempo y creo que el estar en coma lo empeoró- contesté guiñando el ojo.

-Pues el sentido del humor no lo has perdido tanto-

-Pues no tanto realmente. A decir verdad es una especie de escudo- explique viendo como una línea recta se formaba en sus labios como si estuviera preocupado -en verdad no es necesario que estés aquí, estoy bien y en un hospital, ¿que de malo me podría pasar?-

Su mirada quedó perdida en la mía y hasta parecía que aquello que dije lo había hecho doler.

-Lo siento, es que, como ves, estoy sola, siempre lo estuve y esto es-

-¿Algo nuevo?- me interrumpió ansioso.

-Incómodo- replique mientras sus manos se alejaban de la cama -no me malinterpretes por favor-

Extendí mi mano a sabiendas que eso era malo y tomé la suya. No debía pero quería. Sentir la calidez que sentí la vez que me cargó en sus brazos. Lo miré fijamente con mis manos sobre las suyas y sentí estremecer mi cuerpo y arder mi rostro al instante.

-No soy buena con las relaciones sociales-

-¿Tienes miedo?-

-Desconfianza-

-¿Por qué?-

-¿La persona que creía mi amiga siquiera llamó?-

-No-

-Pues allí tienes la respuesta-

-No puedes juzgar a todos por igual- dijo sin quitar su mano debajo de la mía y viéndome con una media sonrisa en sus labios.

Esa sonrisa que, no, Alexa basta. Esto es malo. Y la última vez terminó aún peor.

-¿Alexa?-

-¿Jake?-

Mis ojos viajaron desde mis manos junto a las de Mike hasta el hombre que entraba ansioso hasta donde me encontraba.

-Demonios Alexa, acaba de llamar Miranda diciendo que no te pudo localizar en toda la semana, he recorrido cada hospital hasta que al fin te hallé aquí- dijo callando al verme tomando la mano de Mike -¿Y él es?-

La tensión entre ambos era demasiada y sentí ganas de salir corriendo. Lo hubiera hecho de haber podido.

-Él es quien me salvó de morir luego de ser violada y golpeada por cuatro hombres- solté todo de una vez ante su mirada de asombro.

-Por qué no-

-¿Te llamé? ¡Acabo de despertar de estar dos semanas en coma Jake!- aquello superaba la estúpida pregunta del doctor.

Pude sentir la mano de Mike presionando levemente la mía como queriéndome hacer saber que estaba a mi lado y no se iría.

-Ya puedes irte- dijo esperando que Mike le dijera su nombre.

-Michael Brunet- se paró y extendió una mano sin soltar mi mano en ningún momento.

Jake al ver su gesto de no soltar mi mano frunció su ceño y tomó su mano de manera brusca y fuerte.

-Como decía, ya puedes irte Michael, yo cuidaré de ella a-

-No sé qué relación tienen pero, solo me iré si Alexa me lo pide- dijo mostrando nuestras manos entrelazadas.

Aquello fue tan inesperado que siquiera yo me lo veía venir. ¿Mike estaría imponiendo su presencia y marcando su lugar junto a mí? Pero ¿por qué?

-Alexa es mi pareja y tú eres quien no cumple-

-¿Disculpa? Pero fuiste tú- comencé a balbucear y todo volvió a mi mente como una pesadilla -Vete Jake y sabes porque te lo pido-

-Pero, amor-

-Ya la oíste, la dama ha dicho que te vayas- repitió Mike parándose junto a mí.

Las lágrimascontenidas por tanto tiempo, el dolor soportado en soledad para no mostrardebilidad, toda mi coraza volvió a destruirse por él. Mi pasado.

Aprendiendo a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora