𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲, aib

v. for you.

« Hay que vernos luego, si logramos salir con vida de aquí » había sugerido Ryu antes de abandonar la autopista dejando a Arisu y a Usagi atrás.

El chico estuvo cerca de arrastrarse de regreso a la playa, sus piernas no podían dar más y estaba muy mareado, la adrenalina había abandonado su cuerpo hace rato ya.

Las cegadoras luces de la Utopía a la que ahora pertenecía encandilaron sus ojos, Ryu suspiro exhausto adentrándose en en el bullicio, al parecer había una especie de fiesta.

Ryu ignoró a las multitudes, y su espíritu animal de perezoso le sugirió ir a retirarse un rato a dormir en su habitación, ante la idea no podía negarse.

Estando a unos simples metros de la puerta de su habitación, la figura de Niragi se atravesó en su camino, el menor lo miró con cansancio y trató de rodearlo.

—Yo no te dije que te fueras —el pelinegro lo tomó por el brazo, golpeando agresivamente su cuerpo hacia el muro del pasillo.

—No estoy para estas cosas ahora, estoy cansado, suéltame —mantener su paciencia por largo tiempo era un dote que Ryu no tenía, y para su desgracia, Niragi se estaba volviendo experto en romperle las pelotas.

—No sigo órdenes de un niño como tú —el arma de Niragi presionó el mentón del contrario —anda, dime qué harás si no me voy.

—Te daría una patada en los huevos, pero realmente no sé si tienes.

—Repite lo que dijiste —el arma presionó más en el mentón de Ryu, mientras que el dedo de Niragi se posiciona en el gatillo.

—Niragi —una voz al otro lado del pasillo le llamó —el sombrerero te busca.

—No tengo tiempo ahora Shuntarō, estoy algo ocupado con el niño.

El chico de blanco metió sus manos en su bolsillo, y sin expresión alguna volvió a hablar.

—Es para ya, Niragi.

El de los piercings rodó los ojos y soltó al muchacho, no sin antes dejarle una advertencia.

—Te salvas por ahora, pero que sepas que la próxima tu caballero de brillante armadura no va a salvarte.

El pelinegro abandonó el lugar, aunque no podía irse sin antes golpear el hombro del rubio platinado, Ryu pasó sus manos por su rostro, había sido un día largo.

—Gracias —dijo a penas rompiendo el silencio entre ambos.

—No lo hice por ti, solo me gusta molestar a Niragi de vez en cuando.

—Entiendo —Ryu asintió lentamente y se dió la vuelta entrando a su habitación.

El comentario no le había molestado o algo por el estilo. Nadie nunca se había preocupado realmente por él, ni siquiera él mismo, sólo había peleado por su bienestar desde que comenzó a entrar en los juegos.

Los días en la playa pasaron con normalidad, bueno, si es que se le podía llamar normal a fiestas 24/7 y menos gente volvía cuando salían a los juegos.

Ryu se había tomado unos días libres de los juegos, había sido mucha aventura para una semana.

Había salido el día anterior a buscar ropa, ya que la ropa que llevaba en la playa comenzaba a fastidiarle un poco. El chico se estaba cambiando en su habitación cuando una voz lo hizo gritar.

—El sombrerero te busca —Shuntarō estaba apoyado en la puerta de Ryu, sus brazos estaban cruzados y su mirada estaba fija en el torso desnudo del adolescente.

—Mierda, me asustaste —Ryu tomó su camiseta y la pasó por sobre su cabeza — ¿Era necesario entrar de esa forma?

—Pensé que no abrirías, además, la puerta estaba abierta.