vi. A & A

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Las reglas de la playa se habían quedado grabadas en la cabeza de Arisu y Usagi. «Siempre usar traje de baño» una buena estrategia para evitar que escondieran armas.

«No esconder nada, todo es de todos» esa Utopía guardaba secretos, y daba miedo lo que te pudieras topar entre las paredes. El "todo es de todos" no sonaba muy convincente.

«Todas las cartas pertenecen a la playa» todo su esfuerzo sería puesto en una cajita, y suponiendo que la teoría del sombrerero sobre cómo salir de ahí fuera cierta, parecía ser que tendrían que esperar mucho tiempo para poder volver al mundo real.

Arisu y Usagi tuvieron que ir a cambiarse las ropas, no muy seguros de que tan placentera sería su estadía en ese lugar. El chico llegó al área de la piscina, sus ojos chocaron con los de su acompañante y sus lindas curvas.

—Perdóname —alguien golpeó el hombro de Arisu haciendo que rompiera el contacto visual con la chica.

—No te preocupes —Arisu acomodó su chaqueta, al alzar su cabeza se encontró con una agradable sorpresa — ¿Ryu?

—¿Arisu? —Por el rostro del menor se extendió una sonrisa —que sorpresa verte por aquí, ¿donde está Usagi?

—¿Ryu? —La chica llegó por detrás asustando al chico —pensé que no volvería a verte.

—Eso digo yo, pero parece que siempre me encuentran de alguna forma —el chico pasó sus brazos por sobre los hombros de ambos y empezó a caminar arrastrando a los dos con él —les daré un recorrido.

Los movimientos de Ryu no pasaron desapercibido de los ojos de Chishiya, el cual lo observaba desde lejos mientras desaparecía entre las personas integrantes de la Playa.

—Hay que tenerle el ojo bien puesto. Podría servirnos para el plan.

— ¿De cuál de los tres estamos hablando? —Kuina le dio un trago a su bebida mientras se sentaba en la tumbona al lado de su mejor amigo.

—Lo verás luego.

Usagi aprovechó el momento con Ryu para empezar a presentar mil quejas, el chico la escuchó atenta aunque su historia le sonaba ciertamente rara.

—No entiendo de qué hablas —los tres se detuvieron en medio del lobby —es decir, no se de que reglas me estas hablando y con respecto a lo de noquearlos, al menos no te tuvieron que golpear dos veces para que quedaras inconsciente, mírale el lado bueno.

— ¿El sombrerero y sus miembros ejecutivos no te dijeron nada? —Arisu fue el primero en intervenir en la conversación esta vez.

—No. Ah, ya entiendo —Ryu paso su mano por su cabello y movió un poco la cabeza —claro, ves a un idiota que esta solo, le vendes la parte perfecta de la vida y omites la parte donde lo vas a matar, gran estrategia sombrerero.

La prominente figura de Niragi y su rifle se posaron en la parte del lobby, interrumpiendo de esa forma la charla que tenían los tres.

—Oye tu, mocoso —Ryu rodó los ojos ante el apodo —el jefe y el sombrerero te buscan, será mejor que te apures.

—Vuelvo luego, no se me vayan a perder de vista, y manténgase alejados de todo lo que parezca peligroso —el chico se alejó dejando a la pareja sola.

Evitó a toda costa la presencia de Niragi de camino a su encuentro con los dos grandes jefes del lugar. Al llegar cerró rápidamente la puerta en las narices del pelinegro soltando un suspiro de alivio, se sentía perseguido.

—Mi querido Ryu, por fin llegas —el sombrerero recibió al muchacho con una gran sonrisa y hasta un abrazo, el chico trato de corresponder pero el contacto físico era algo nuevo para él —tengo una misión importante para ti hoy.

𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲, aibDonde viven las historias. Descúbrelo ahora