𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲, aib

xiv. next stage

Ojalá pudiéramos resetear la vida, las cosas serían más sencillas, quizás nuestras vidas serían mejores. Ser presas del miedo nos lleva a tomar decisiones incorrectas que luego no puedes cambiar.

Aún cuando el mundo se este cayendo a pedazos, corre hasta que sientas que tus piernas no puedan más, no hay tiempo para morir cuando aún tienes a alguien por quien vivir.

—Todavía no está comenzando nada —Arisu mantenía su vista fija en las negras letras de la pantalla.

— ¿Ya habrá pasado una hora? —preguntó Usagi.

—Quizás olvidaron apretar el botón de inicio —contestó Chishiya.

—Qué el universo te oiga —Ryu tomó asiento en el suelo junto a Kuina, el chico descansó su cabeza en el hombro de la chica mientras que esta le hacía cariños en el cabello.

— ¿No nos van a decir las reglas? —La del bikini miró a sus demás acompañantes.

Usagi empezó a mirar a los lados desesperadamente, todos se concentraron en ella esperando a que dijera algo.

— ¿Qué sucede?

—Escucho algo —respondió al mismo tiempo qué entrecerró levemente los ojos.

Ryu y Kuina se levantaron del suelo, el menor del grupo aún sentía dolor por los golpes recibidos antes. Por detrás de uno de los edificios, apareció una gran caravana de autos.

—Vienen de la playa —dijo Kuina con cierta preocupación.

¿Cuándo será el día que nos dejen en paz? Se dijo Ryu a sí mismo en su cabeza.

Los autos los rodearon a los cinco, de ellos se bajaron varias personas, Arisu dio unos cuantos pasos al frente para tomar turno en una conversación.

—Díganme, ¿qué hacen aquí?

—Vimos los dirigibles —respondió un hombre con chaqueta.

—Y escuchamos que empezaría la siguiente etapa.

—Bueno —la oración de Arisu quedó a la mitad cuando a la chica frente a él le dispararon en la cabeza.

Más personas comenzaron a ser asesinadas frente a todos sin distinción alguna. Los cinco comenzaban a caminar hacia atrás preparándose para correr.

—Es un rifle, hay que irnos —Chishiya busco a los lados a Ryu, el cual estaba un tanto perdido, le costaba reaccionar —es un rifle de tanques militares —el de pelo blanco pasó cerca de un auto en el cual varias personas fueron asesinadas —es inútil esconderse dentro de los autos, no servirá de nada.

Ryu recibió una cachetada de realidad cuando sangre ajena le salpicó en la ropa, rápidamente se hizo hacia atrás empezando a correr por su vida, en cambio, Chishiya caminaba rápido, más no corría.

— ¿Podrías actuar como una persona normal y no alguien que se cree inmortal? —Ryu sujetó la mano del mayor llevándolo a esconderse junto a los demás.

— ¿Ya comenzó el juego? —preguntó Kuina siguiendo los pasos de Usagi.

—Y yo qué sé —respondió el platinado.

—Oigan, les recomiendo unas galletas, las de paquete amarillo son las mejores —más disparos y vidrios estallando por todos lados.

Chishiya ladeó su cabeza para ver al menor al lado suyo el cual aún no le soltaba la mano.

— ¿Por qué estamos hablando de galletas?

—Estoy nervioso, ¿ok?

—Si no hay reglas de juego, ¡esto es solo una masacre! —Arisu se agachó un poco buscando una salida de ese lugar.