xvii. king of hearts

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Los minutos parecían ser eternos, hasta que por fin la cuenta regresiva llegó a cero, y de nuevo ahí estaba esa "vocecita molesta" como le decía Ryu.

—"Los registros se han cerrado, hay un total de cuatro participantes. El Rey de Corazones entrará a la arena de juego para explicar las reglas a todos los jugadores."

Ryu se mantuvo alerta, se quedó cerca de Kimi y el niño, en la sala de Psicología entró un hombre con lentes, peinado perfecto, y una bata médica.

—Bienvenidos a mi juego, me presento, soy el Rey de Corazones, un placer —detrás de los lentes, su atención fue captada por Ryu —vaya, no sabría que una celebridad iba a jugar hoy aquí.

—No soy una celebridad —respondió entre dientes el muchacho.

—Oh Ryu, si supieras todo lo que hemos escuchado sobre ti, entenderías quién eres —el Rey de Corazones se dio vuelta —síganme por favor.

La señora siguió a paso cojo al doctor, estaba apoyada en un bastón, Ryu y Kimi iban juntos y el niño los seguía por detrás sujetando la mano de la chica.

— ¿Ustedes dos se conocen?

—Así parece.

Llegaron a una habitación el doble de grande que la anterior dónde estaban. El doctor se detuvo en medio del lugar, inhaló aire profundamente y dio vuelta a su cuerpo para ver a sus nuevos invitados.

—El juego que jugarán será simulación —el hombre señaló el pequeño televisor —las reglas son sencillas, tendrán que usar los lentes de realidad virtual durante todo el juego, no podrán quitárselos o serán eliminados.

Ryu vió el par de lentes que tenía en sus manos, sus ojos negros se posaron en el tipo de bata blanca, quién mantenía una postura recta y sus lentes en el puente de su nariz estaban a la altura perfecta.

—Deberán enfrentar distintos niveles diseñados para cada jugador, si sobreviven, podrán irse. Tienen quince minutos para cada nivel.

— ¿De qué trata cada nivel? —preguntó Kimi.

—Puede variar, podrías afrontar tu peor miedo hasta vivir tu mayor tristeza en carne viva —una sonrisa malévola se pintó en el rostro de Chihiro —ahora, por favor, póngase los lentes.

Kimi no estaba muy segura de seguir, pero la mirada tranquilizadora de Ryu sobre ella le animó a ponerse los lentes, los cuales parecían tener una especie de sistema de reconocimiento facial.

El niño imitó las acciones de ella, Ryu se puso los lentes y se acercó al Rey de Corazones.

—Cuando gane este juego, quiero que me des respuestas —el chico sonaba autoritario, como un jefe dando órdenes a un empleado.

— ¿Por qué estás tan seguro de que vas a sobrevivir?

—Soy el gran Ryu del que todos hablan, saldré de aquí —el menor regresó con sus nuevos amigos.

Las luces de la sala se apagaron por completo, Kimi y el niño se apegaron a Ryu temiendo lo peor, Ryu se mantuvo fuerte para poder tranquilizarlos, entrar en pánico no les iba a servir de nada.

En el medio de la sala se encendió un pequeño reflector, la luz bañaba la figura de un lindo perro golden retriever, Ryu miró a los dos que tenía a su lado, pero parecía que este nivel no estaba diseñado para ellos.

La señora mayor que iba con ellos se acercó al perro con cuidado, sus ojos se llenaron de lágrimas instantáneamente, trató de agacharse lastimándose un poco la espalda en el proceso.

—Puki, te extrañe tanto —la señora acariciaba la cabeza del perruno mientras que este sacaba su lengua y movía su cola en muestra de felicidad.

—Señora, oiga —Ryu se acercó a la anciana poniéndose a su lado —esto no es real...

𝗻𝗼 𝘁𝗶𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗱𝗶𝗲, aibDonde viven las historias. Descúbrelo ahora