”Huele como a quemado ¿no?”
Rubius:
Al volver a la casa de Cheeto vimos a Panda persiguiendo a Jen, me cabreo un poco pero no deje que Mangel lo notara ya que se había esforzado bastante en que yo estuviera mejor. Entramos en la casa y Mangel se fue a hablar con Cheeto, yo fui directo a la cocina, bebí un poco de agua y me apoye en la pared para descansar un poco. Estaba pensando en todo lo que había pasado cuando sentí como Thous paso su brazo por mis hombros.
- Eh tío! ¿Qué pasa? No tenéis buena cara.- Dijo bebiendo lo que sea que tuviese en el vaso.
- No es nada, solo no dejo de pensar gilipolleces.- Dije suspirando y mirándole.
- Venga, bebe algo de esto que te va ayudar.- Dijo pasándome el vaso.
- ¿Qué es?.- Dije acercándome el vaso a la nariz para olerlo.
- ¡Agua de valencia!.- Dijo animado.
- Vale, que daño hará.- Dije tomándome el vaso entero.
Thous se fue con los demás animadísimo. La verdad es que tenia buen sabor, hasta quería mas así que fui a buscar otro vaso y me lo bebí todo camino a la cocina a esperar a Mangel, el seguía hablando con Cheeto que lo había llevado junto con los demás cuando Mangel estaba camino a la cocina así que decidí salir un rato de la casa. Me senté en la vereda y encendí un cigarrillo, estaba tranquilo fumando hasta que llego David y sentó a mi lado, Jen no tardo en llegar y se sentó en su regazo.
- ¿Qué hacéis aquí?.- Pregunte mirándoles.
- Lo mismo nos preguntábamos nosotros, ¿por qué estas aquí tan solo tío?.- Dijo David.
- Solo quería salir a fumar, ya me voy adentro que Mangel debe estar esperándome. Pasadla bien.- Dije incorporándome para levantarme.
- Vale.- Dijeron Panda y Jen al mismo tiempo, les mire de reojo y se estaban besando. Suspire y entre en la casa caminando hacia la cocina.
Entre en la cocina y vi a Mangel tratando de abrir un envoltorio de salsa, sonreí, me puse por detrás y le abrace, puse mi cara en su cuello y empecé a besarlo dando pequeños mordiscos, a lo que el sonrió y movió un poco su cuello para que yo pudiera seguir en lo mío.
- ¿Dónde habeih metioh? Te extrañe.- Dijo cerrando los ojos mientras yo seguía besándole el cuello.
- Vi que estabas hablando con Cheeto así que salí a fumar y relajarme un poco.- Susurre contra su cuello. Él movió su cara cerca de la mía y me beso lentamente.
- ¿Habeih ehtao’ bebiendo?.- Dijo separándose un poco de mis labios.
- Solo algo que me dio Thous.- Dije mordiéndole el labio inferior.
- Vale, mira que si somoh un desahtre en la cocina sobrioh no me imagino borrachoh.- Ambos reímos.
- Venga, cocinemos.- Dije poniendo todo lo que necesitábamos en el mesón.
Empezamos a hacer la lasaña siguiendo una receta de internet y todo iba bastante bien, hicimos un poco el tonto lanzándonos comida, una vez que tuvimos lista la salsa boloñesa tome un poco con el dedo y la puse en los labios de Mangel.
- ¿Pero que haceh?.- Dijo mirándome extrañado.
- Quiero probarla.- Dije sonriéndole.
- Vale, y eso que tiene que veh con mih…. Aahh ya entendí, venga probadla entonceh.- Dijo acercándose.
Puse mi mano en su nuca e incline la cabeza hacia un lado, pase mi lengua lentamente por sus labios sacando la salsa y comiéndola, Mangel me cogió del pelo y me empujo mas cerca de él, al parecer le había gustado. Me beso apasionadamente hasta que no pudimos respirar.
- ¿Cómo ehtaba?.- Susurro contra mis labios.
- Riquísima, al igual que tus besos.- Dije volviendo a besarle.
Estuvimos así durante un rato, luego preparamos el resto y empezamos a armar la lasaña, la metimos en el horno y nos fuimos con los demás.
- ¿Y LA COMIDA?.- Grito Mario mirándonos.
- Ehta en el horno tío, ehtara lihta dentro de un rato.- Respondió Mangel.
- ¡Eh Thous! Servidme un poco más de esa agua de valencia.- Dije caminando hacia donde estaba él y Sean, Mangel iba detrás de mi. – Servidle uno a Mangel también.-
- Vale, vale.- Dijo Thous dándonos los vasos.
- ¿Y ehto que mierda eh?.- Dijo Mangel mirando el vaso.
- Vodka, jugo de naranja y un par de cosillas mas.- Dije bebiendo.
- Pueh venga.- Dijo Mangel y se lo bebió de un trago.
Así estuvimos un buen rato bebiendo, haciendo gilipolleces como siempre, cuando de repente.
- Huele como a quemado ¿no?.- Dijo Chevi mirando a todas partes.
- ¡JODER LA LASAÑA!.- Corrí a la cocina a sacarla del horno y Mangel me siguió.
- ¡QUE SE NOH HA QUEMAOH TOAH EHTA MIERDA!.- Grito Mangel agarrándose la cabeza.
Vale, la habíamos cagao’ otra vez.
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