Jamás crei que el haría algo así.
Rubius:
Mangel había estado algo raro todo el día luego de haber llegado de la casa de mis padres. Vale, eso no había salido para nada bien pero me estaba empezando a preocupar, había estado toda la mañana allí sentado en el sofá, con la cara entre las manos callado sin decir palabra alguna. Así que me animé a preguntarle pero el insistió en que todo estaba bien.
Me dijo que iría a hacer algunas compras así que quería encargarle un pan de pipas pero no alcancé a decirle cuando ya se había ido. Fui a comer algo y luego decidí llamar al móvil de Mangel para decirle que trajera algunas cosas para comer ya que no había nada pero se le había quedado el móvil en su cuarto, coño.
Empecé a grabar un gameplay y luego lo edite para subirlo. Me tumbé en la cama sin nada mas que hacer y me dormí un par de horas. Desperté asustado y mire la hora, coño ya era bastante tarde, así que me levante y busqué a Mangel por toda la casa pero me di cuenta de que no había llegado aun. Empecé a preocuparme, tal vez le paso algo o, tal vez este con Cheeto. Joder no sabia que hacer así que tome mi chaqueta y salí para ir a buscar a Mangel pero choque contra alguien golpeándome la cabeza y su nariz, luego de unos segundos me di cuenta de que era él.
- MANGEL DONDE COÑO ESTABAS!?.- Dije sobándome la cabeza, coño que ostia me había dado.
- Jodeh, rubiuh ten cuidaoh.- Dijo tocándose la nariz.
- ¿Ten cuidaoh?.- Dije tratando de imitarle. – Te he llamado al móvil todo el día, ¿donde coño estabas? Iba a buscarte, creí que algo te había pasado!!.- Dije algo enojado.
El solo me beso entre risas y eso me molesto aun mas, ¿dónde había estado todo el día? Coño estaba ardiendo en celos.
- Rubiuh calmate, entremoh y te explico, vale? Tengo que decihte algo importante.- Me dijo separando sus labios de los míos y entrando en el departamento.
- ¿No habíais ido a comprar? ¿Donde están las compras?.- Dije dándome cuenta de que tenia las manos vacías, tenia mucho que explicarme.
Entré al departamento y me senté en el sillón junto con el mirándole para que empezara a darme explicaciones.
- Vale, bueno yo.. ehtuve con..- Le interrumpí.
- ¿Con Cheeto verdad? ¿Qué habéis estado haciendo todo el día con ese cabrón?.- Dije bastante celoso. El solo se descojono mirándome.
- Rubiuh, joder que he ehtado con tu madre.- Me dijo entre risas poniendo sus manos en su estomago por tanto reír.
- ¿CÓMO?.- Dije abriendo los ojos sorprendido. - ¿Qué habéis estado haciendo con ella? Y ¿Por qué no me ha llamado?.- Dije confundido.
- Bueno yo no podía dejah lah cosah así, ella me había vihto ahí con tu cosah en mi boca y yo solo me había echao’ a correh, tenia que ir a darle explicacioneh y decihle tóh.- Me dijo tomándome la mano.
- ¿y que te ha dicho?.- Le dije mirándole.
No podía creer que Mangel se hubiese molestado en ir hasta la casa de mi madre solo para explicarle todo, no creo que alguien hubiese hecho eso por mi antes.
- Pueh primero me ha preguntaoh por que tú, y luego le explique que no fue algo que yo haya elegido y que te amaba. Ella se largo a llorar y bueno dehpueh le dije que no volvería a verme, pero que nada impediría que yo ehtuviese contigo y cuando ehtaba a punto de irme ella me tomo el brazo y me dijo que tóh ehtaba bien y que no había problema en que ehtuvieramoh juntoh que solo le había tomaoh por sorpresa y que lo sentía, cuando me dijo eso yo solo llore y la abracé y pueh náh me eh demoraoh un siglo en volveh yo solo quería llegar y podeh decihte que tóh ehtaba bien con tu familia.- Dijo sonriéndome.
- Mangel.. eres lo mejor que pudo haberme pasado, ¿lo sabias? No creo que alguien hubiese sido capaz de hacer lo que tu has hecho por mi alguna vez, te quiero.- Fue lo único que pude decir, es que era lo mas lindo que alguien había hecho por mí, sé que lo he dicho como mil veces pero nunca esperé que él hiciera algo así. Ahora si, nada ni nadie se interpondría entre nosotros.
- Yo lo daría tóh por ti Rubiuh. No soportaba que tu familia ehtuviese enoja’ contigo por mi culpa, tenía que arreglahlo.- Me dijo mirándome a los ojos.
- Joder Mangel como te quiero.- Dije y luego lo tumbe en el sillón poniéndome encima de el, empecé a besarle y el puso su mano en mi nuca para profundizar el beso. Podría besarle durante días y creo que nunca seria suficiente, no podía dejar de sentir ese pequeño choque de electricidad cada vez que sus labios rozaban los míos.
Seguí besándole hasta que ya no pude respirar, me separe de sus labios para tomar algo de aire y luego volver a besarle, mordí su labio inferior y el solo enredo sus dedos en mi pelo para tirar de el mientras seguía besándome, sus besos eran el paraíso para mí, era como si cada vez que le besaba el mundo entero se detenía, el tiempo y todo lo que estaba alrededor desaparecía y solo estaba él.
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