¡Que te follen!
Rubius:
Cuando llegamos del hospital me tumbe en la cama a esperar a Mangel, dijo que iría a comprar, no sonó muy convencido pero decidí confiar en el. Cogí el móvil y revise Twitter, respondí unas preguntas en YouTube y luego trate de dormir un rato. Al despertar ya habían pasado dos horas desde que Mangel se fue así que empecé a preocuparme, le mande un mensaje preguntando donde estaba y el respondió que llegaba en unos minutos y me explicaría luego. Deje el móvil en la cama y fui al ordenador, no paso mucho tiempo y sonó la puerta, al abrir vi a Jen.
- ¿Qué quieres?.- Le dije cortante.
- Pues solo venia a verte.. ¿Puedo pasar?.- Me dijo tocándose el brazo algo tímida.
- Vale.. pero tienes mucho que decirme.- Le dije invitándola a entrar y cerrando la puerta.
- ¿Qué pasa Rubén? Estas algo.. no sé, cabreado.- Dijo mirándome.
- No se, podrías decirme tu que pasa. ¿Por qué estáis con Cheeto?.- Dije cogiendo a Raspberry para acariciarla.
- ¿Quién te lo ha dicho?.- Dijo mirando el suelo.
- Escuche a Cheeto y a Mangel hablando en la mañana.- Me senté en el sillón aun con Raspy en los brazos.
- ¿Y por qué te molesta? No estamos juntos Rubén y tu ya estas con otra persona, yo debería poder también.- Se incorporo para sentarse junto a mi, con una leve sonrisa.
- Vale sí pero… ¿No podía ser otra persona? Cheeto era uno de mis mejores amigos Jen…- Levanté la vista para mirarla.
- Rubén tu has hecho lo mismo conmigo, Mangel era mi amigo antes también.- Evitó mi mirada.
- ¿De eso se trata entonces? ¿De vengarte o algo así?.- Eso me cabreo un poco.
- No, no tiene nada que ver. Me atrae Cheeto, es gracioso y lo conozco hace ya un buen tiempo. Él estuvo allí para hacerme reír mientras tu estabas con Mangel.. Solo te pido que no te enfades con él ¿Vale? No tuvo la culpa de nada, yo le he pedido que saliéramos.- Dijo poniendo una mano en Raspberry para acariciarla.
- Vale…- Suspire. - Le he tratado bastante mal en la mañana pero se lo merecía, ha hecho algunas cosas que no debería haber hecho. Supongo que hablare con él mas tranquilo en unos días.- Dije mirando como ella cogía a Raspy para ponerla en su regazo, era raro pero la gata siempre se había dejado ser con Jen. Suspiré de nuevo al verla.
- Deberíais estar feliz de que yo esté con alguien mas, y ya no te moleste.- Dijo mirándome. Tenia los ojos algo vidriosos. – En fin, solo quería verte un rato, te echo de menos, no como pareja si no como amigo.-
- Jen no me molestabas..- Dije abrazándola. – Yo también te echo de menos pero he querido mantener algo de distancia.. ya sabes por Mangel.. no quiero que el piense mal de nuevo.- Ella siguió abrazándome.
- No es lo mismo estar con Cheeto, él y tu son diferentes en muchas formas y la verdad es que extraño estar contigo y la forma en que me hacíais reír todo el día. No te digo esto por que quiera volver contigo o incomodarte solo que te extraño ¿si?.- Me tumbe en el sillón y ella se puso encima de mi, seguía abrazándola. Sabia que ella necesitaba alguien y le debía mucho.
- Tranquila pequeña, sabes que estoy aquí y cada vez que me necesites estaré contigo pero, solo como amigos, vale?- Dije besándole la frente.
No sé como pero nos quedamos dormidos un buen rato allí acurrucados en el sillón, el ruido de la puerta de despertó.
- ¿Qué coño ehta pasando aquí?.- Dijo Mangel soltando las bolsas que traía en la mano.
Me levante despacio sin despertar a Jen, la tome en brazos y la lleve a mi habitación dejándola allí dormida.
- Calma tío, ella vino a hablar y necesitaba decirme un par de cosas, terminamos por quedarnos dormidos pero no paso nada mas.- Le dije a Mangel cogiendo las bolsas y poniéndolas en la mesa para ver que había comprado.
- Rubiuh no me mientah.- Me dijo cogiéndome la mano para que le mirara.
- No te estoy mintiendo, solo hablamos. ¿Dónde estabais? Han pasado tres horas desde que saliste a ‘’comprar’’.- Dije cogiendo el pan de pipas.
- Ehtaba comprando tío, no veh lah bolsah? Había mucho tráfico y el taxi se demoró más, eh todo.- Dijo caminando a la cocina para poner las cosas en su lugar.
- Vale.- Sabía que me estaba mintiendo pero no quería decir nada. – Estaré en mi cuarto jugando en el ordenador o algo hasta que Jen despierte.
- Vale.-
Mangel se estaba comportando extraño, no soportaba que el me escondiera cosas y menos que tuviéramos conversaciones tan incomodas pero no iba a ir a preguntarle donde se había metido. Me senté en la cama viendo a Jen dormir, tal vez había sido mala idea dejarla.. no lo sé. Amaba a Mangel, pero a veces me confundía cuando el actuaba como un cabrón. Suspire y cogí el móvil, pasó media hora y Jen despertó.
- Ostia, ¿cuánto he dormido?.- Dijo sentándose en la cama algo asustada.
- No mucho, no te preocupes.- Dije riendo. - ¿Estás mejor?.-
- Si, gracias Rubén.- Me sonrió.
- ¿Quieres comer algo?.- Le pregunte levantándome de la cama.
- No gracias, ya tengo que irme pero quedamos otro día, vale?.- Me dijo levantándose también.
- Vale, cuídate y cualquier cosa me llamas.- Dije besándole la mejilla.
La fui a dejar afuera y Mangel le miro de una forma asesina sin siquiera saludarla, cuando se fue Jen me senté junto a él para comer de su plato.
- Te encierras con una tía en tu cuarto y luego robas mi comida?.- Dijo mirándome.
- Pues si.- Seguí comiendo y el se puso a reír.
- Que te follen tío!.- Dijo tirándome algo de comida a la cara mientras reía.
- Venga, hazlo!.- Se descojono al ver a lo que me refería y me besó.
No podía enojarme con él, ni él conmigo. Nos queríamos demasiado.
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