¿Donde estabas?
Rubius:
Esta vez con Mangel había sido diferente.. Mientras lo hacíamos podía sentir que el estaba distante y eso me cabreaba bastante.. quería saber que coño había pasado mientras el fue a ‘’comprar’’ pero también quería ver hasta cuando iba a seguir mintiéndome. Hace ya un buen rato que no hacíamos nada y yo quería sentirle, como la primera vez, quería sentirme en el paraíso de nuevo y sentir esos pequeños choques eléctricos que siempre siento cuando el me toca pero esta vez solo sentí lo distraído que el estaba, era como si fuese un objeto… como si el hubiese tenido la cabeza totalmente en otro lugar. Al terminar me recosté a su lado y le bese.
- Te quiero.- Le dije mirándole a los ojos tratando de ver que le pasaba.
- Que bien.- Dijo mirando hacia otro lugar. – Tengo algo de sueño ahora, ¿por qué no dormimoh?.- Me dijo cambiando el tema.
- Vale..- Fue lo único que pude responder. Puse mi cabeza en su pecho y me quede pensando por unos minutos.
‘’Que bien’’ ¿pero que coño? Era la primera vez que no me correspondía un ‘’te quiero’’ y para ser honesto eso me dolió mucho mas que el hecho de que hubiese estado con la mente ausente mientras lo hacíamos. Sin darme cuenta me dormí.
A eso de las cuatro de la mañana sentí como Mangel se levantaba, abrí los ojos muy poco para que el no lo notara, vi como se vestía y salía de la habitación, lo único que escuche luego fue como la puerta principal se cerro. ¿a dónde iba ahora?
Me quede despierto luego de que el saliera, no pude dormir mas pensando en donde iba, ¿Estaría con otra persona? No sabia que pensar. Me sentía atrapado dentro de mi cabeza, mil pensamientos se cruzaban y me hacían querer desaparecer. Raspberry se subió a la cama y yo la acaricie.
- ¿Qué crees que le pase a Mangel Raspy?.- Dije aun acariciándola. – Seria mucho mas fácil ser un gato, tu vida es bastante buena y no tienes preocupación alguna.- Me miro y luego se bajo de la cama. – Ni la gata quiere estar conmigo. ¿Acaso es el día de ignoremos a Rubén o que? Joder.- Estaba bastante cabreado y mas encima empecé a hablar conmigo mismo, vale me estoy volviendo loco.
Eran eso de las seis de la mañana y sentí la puerta ¿Qué coño estuvo haciendo afuera en la madrugada por dos horas? Ni se molesto en entrar a mi habitación, solo se encerró en su cuarto. Vale, si quería comportarse así, adelante.
Cogí algo de ropa interior y un par de camisas, las metí dentro de una mochila, alimente a Raspberry y luego me fui del departamento lo mas rápido que pude.
Camine por sol alrededor de una hora pensando donde me quedaría el resto de la semana, no pensaba regresar a casa hasta que Mangel me diera alguna explicación.
De pronto pensé en quedarme en el departamento de Jen, vale no era la mejor idea pero no tenia otra opción. Tome un taxi hacia su departamento y la llame.
- Jen, ¿me abres la puerta?.- Le dije por el móvil.
- ¿Rubén? ¿Qué? ¿Dónde estas?.- Me dijo adormilada.
- Pues afuera de tu departamento.- Dije entre risas al ver como se asomaba por la ventana con el pelo todo desordenado.
- Vale, vale, te abro en un segundo.- Colgó el móvil y escuche el sonido de la puerta eléctrica así que entre y subí hasta su piso, luego toque la puerta. Ella abrió y me sonrió.
- Estas loco, ¿Qué hacéis aquí a esta hora?.- Dijo invitándome a pasar.
- Son las siete bella durmiente, te ves preciosa por cierto.- Dije mirando su pijamas.
- Cállate.- Me dijo riendo y dándome un golpe en el hombro. – No tengo que trabajar hoy así que duermo hasta tarde, cosa que has interrumpido, espero tengas una buena razón.- Dijo tratando de poner una cara seria.
- Vale, lo siento por interrumpir su sueño majestad pero, necesito un lugar para dormir.- Dije riéndome con ella, pero luego se dio cuenta de que lo ultimo que dije era serio y me miro extrañada.
– ¿Le paso algo a tu departamento?.- Dijo preocupada.
- No, no. Solo tuve un problema con Mangel y no quiero estar allí por un par de días.- Dije cabizbajo.
- ¿Qué ha pasado?.- Dijo caminando a la cocina para encender el hervidor, se apoyo en un mueble y me miro.
- Prefiero no hablar de eso..- Dije siguiéndola.
- Vale, puedes quedarte un par de días pero mi departamento solo tiene una habitación así que tendrás que dormir conmigo.- Dijo sonriendo.
- Pshh ni que nunca hubiese dormido contigo, solo no me violes ¿si?.- Le sonreí de vuelta.
- No seas tonto tío, Cheeto te mataría.- Dijo sirviendo una taza de café a ella y a mi.
- Ah, si.- Dije sonriendo falsamente y cogí la taza de café para beber, tenia bastante frio y eso ayudaría.
Por alguna razón que ella estuviese con Cheeto aun me cabreaba bastante.
- ¿Te molesta si vamos a la cama un rato? Aun es temprano y hace mucho frio.- Dijo mirándome.
- Vale, vamos. No iré a Bgames hoy, no quiero encontrarme con Mangel.-
Me miro algo extrañada cuando dije eso ya que él y yo siempre estamos juntos pero esta vez estaba enojado con el en serio. Caminamos hasta su cuarto y nos tumbamos en la cama metiéndonos debajo de las mantas.
- Tu cama sigue igual de cómoda.- Dije tapándome hasta la nariz con la manta. Ella solo sonrió.
- Me alegra que hayas venido, tu sabes que cuentas conmigo.- Dijo acercándose a mi. Pase mis brazos alrededor de ella y luego ambos cerramos los ojos para dormir.
Al despertar eran ya las dos de la tarde y Jen no estaba junto a mi, por el olor supe que estaba cocinando, ostia como extrañaba las comidas que me hacia antes. Cogí el móvil y tenia cinco llamadas perdidas y dos mensajes ambos eran de Mangel preguntando donde estaba, no respondí.
El resto del día fue bastante bueno, Jen preparo una de mis comidas favoritas, vimos un par de películas y luego salimos por ahí a caminar, nos encontramos con unas amigas de ella y compartimos un rato. Al llegar a casa de Jen ya eran las once de la noche y no había mas que hacer así que solo nos fuimos a dormir
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