¿Y ehto que mierda eh?
Ehtábamoh en el sofá y lah cosah comenzaban a ponerse cachondah lentamente, ehtaba muy apasionado besándole y tocando suh labioh, me ehtaba excitando máh que mil putah juntah, comencé a gemir y ni siquiera a propia voluntad.
El sofá se hacia incomodo para loh doh, pero era necesario hacer ehto de una veh, le amaba demasiado y sentía que cada experiencia sexual que teníamoh no era solo sexo, sino que era haceh el amor con un poco de morbo.
Quería cambiah de lugar, no me guhtaba ser el que ehtaba abajo, así que luche contra mi propia voluntad para podeh cambiarme de lugar y ser yo quien llevara a cabo cualquier tipo de acción, pero todoh mis intentoh fueron inútileh, él no quería cambiar, y el placer no me dejo seguir luchando por lo que me entregué del tóh a él.
-Ah…ah.. ya cambiemoh de lugar jodeh.- Le rogué entre gemidoh.
- Calla.- Siguió besándome el cuello.
Bajo su mano y la metió en mih pantaloneh, empezó a masturbarme de una manera que nunca había hecho anteh, tocándome entero, yo ya ehtaba tóh palote. Me bajó loh pantaloneh y luego la ropa interior, lanzándola por el suelo, comenzó a lamerme el glande lentamente sin dejar de tocarme loh testículoh, dándome un placeh de puta madre, luego se metió mi miembro por completo a la boca sin dejar de bajar y subir simultáneamente máh rápido cada veh, no podía dejah de gritar por mah que quisiera.
Suh movimientoh eran tan rápidoh y tan seguidoh que despuéh de un rato, ya no pude contenerme ni seguir luchando y me corrí…en su boca. Jamáh lo había hecho anteh, el seguía lamiéndome hahta que mis tripah sonaron, haciendo que él se detuviera.
- Al parecer tienes hambre.- Dijo mirándome y poniéndose encima de mi.
- No hay apuro.- Dije cerrando loh ojoh y echando la cabezah hacia atrah.
- Venga, no quiero que enfermes, me tienes cuando quieras, pero no quiero que estés débil- Dijo sonriendo de mi manera favorita.
- Ehta bien, vamoh a la cocina a comer algo y continuamos.- Le bese rápidamente.
- Pensé que nunca lo dirías.- Me tomó la mano y me llevó.
- Hey! Que te ehpereh a que me ponga algo de ropa al menoh.- Le dije tratando de buscah mi ropa interioh.
- Quiero que sea rápido, solo un tentempié y continuamos.- Me empujo hacia el.
-Vale, vale.- Dije besándole, su boca sabía algo raro pero me daba iguah.
Ehtábamo’ en la cocina, buhcando algo que comeh y sacó uno de suh pan de pipah poniéndolo en su boca y acercándose páh compartirlo, al acabar de comerlo siguió besándome de manera frenética y tocándome loh genitaleh. Coño, se me había olvidaoh que ehtaba desnudo aun.
- Rubiuh podemoh ir a un lugar mah cómodo a hacer ehto.- Dije separándome de suh labioh.
- Ya no me aguanto, si lo hacemos aquí no hay diferencia.- Dijo bajándose loh pantaloneh.
- Venga tío vamoh a la…-
Me calló mordiéndome loh labioh. La gata hizo un ruido y mire, el muy cabrón me volteó cuando estaba aun distraíoh y sin dejarme decih náh, me penetró, MADRE MÍA como dolía, oficialmente me ehtaba dehpidiendo de mi culo.
Se movió algo dudoso al principio, pero luego fue adquiriendo seguridah y lo hacía cada veh máh rápido, la verdad me era máh cómodo ser yo quien se moviera en ehta relación, pero quizáh se ehtaba vengando.
- AH…YA…YA….AHHH!!!…AAAHH!!!…QUE PAREH!!!…..TÍO.- Grité con todah mih fuerzah agarrándome del mueble.
- No… quiero.- Contesto el ioputa entre gemidoh.
Tomo mi polla entre suh manoh sin dejar de penetrarme cada vez mas rápido y empezó a masturbarme, jodeh como me dolía el culo, pero debo admitih que era placentero, aunque no ehtaba preparado…de ninguna manera.
Paro unoh segundoh, cuando saco su polla de mi culo grite y pude rehpirar, pero era solo para podeh cambiar de posición ya que se sentó en una silla y me empujó hacia sí obligándome a sentarme encima de él.
- Venga tío salta.- Me decía riendo al ver mi cara de doloh.
- Que no pueoh!!.- Dije aferrándome a el.
- Claro que puedes.- Tomó una cuchara y me la puso contra mi piel, ehtaba heladísima, haciéndome pegar un salto, sentí como su polla entraba con máh fuerza que nunca anteh, empezó a moverme fuertemente de arriba abajo repeditah veceh.
Despuéh de un tiempo que se hizo eterno se corrió en mí, dejando un desorden ehpantoso en la cocina que, claro yo debía limpiah.
Tomó su ropa y se vistió rápidamente para salir corriendo, me dispuse a ir tras él para cobrar venganza, pero no me podía moveh, me había dejado totalmente inmovilizaoh y sin habla pero ya iba a enterarse de quien era yo, obviamente cuando pudiera levantarme.
Sabía que ehtaba en su cuarto, por lo que me levanté como pude y le perseguí, le encontré tumbado en su cama descojonándose, como pude me tumbe sobre el agarrándole loh brazoh contra la cama y susurrándole contra loh labioh.
- Que cabrón ereh.-
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