Capitulo 24

799 40 2
                                    

Lo siento.

Mangel: 

Aunque Rubiuh me dijera tóh eso de que no le importaba lo que dijera su familia siempre y cuando fuésemoh feliceh, yo no pensaba lo mihmo, no era justo que por mi perdiera toda conexión con su familia y que le dieran a espalda por siempre, y que si algún día me pasara algo, él se quedaría sólo. No me gustaría que la persona a quien yo máh quiero esté desamparada.

De algún modo debía haceh que él y su familia ehtén unidoh.

- Mangel yo te quiero y me da igual lo que ella o los demás piensen, vale?.-

Esah palabrah no dejaban de dar vueltah en mi cabeza, me sentía mal por haber separado suh lazoh, tóh era mi culpa, no podría estar así todo el tiempo, me ehtaba matando. Es por eso que decidí hacer algo de lo que nunca podría estah arrepentio’.

Ehtaba sentado en el sofá con la cara entre las manoh cuando de pronto Rubén se acerca y me dice:

- Mangel, ¿estás bien?.- No me había dado cuenta, de que no estaba solo en casa.

-Sí….sí.- Dije algo distraioh.

- No suenas muy convencido.- Comenzó a tocarme en la frente, como comprobando si tenía fiebre.

- Ehtoy bien, ya no te preocupeh.- Dije sonriéndole falsamente.

Fueron horah de estah pensándolo y llegué a la conclusión de que tóh era para mejor.

- Rubiuh, voy a salir de comprah, vale?, ahm… noh vemoh despuéh.- Le bese rápidamente y camine hacia la puerta.

- Vale, me puedes trae…r.- Sólo escuché eso y me fui, era mejor para amboh.

La verdad es que nunca fui a hacer lah comprah, tenia otro lugar en mente, fueron siglos de viaje mientrah pensaba en que decir, pero estaba tan distraíoh que no había sido capah de darme cuenta que ya había llegaoh a mi destino.

Me acerqué a la puerta, estaba demasiaoh nervioso páh ser ciehto , la verda’ eh que no estaba preparaoh, pero por él haría lo que fuera, algo se me tendría que ocurrih.

Cuando la puerta se abrió lo primero que hice fue entrah apresuradamente y pedih perdón, por tóh lo que había hecho, sir darme cuenta ehtaba en el suelo con la cara entre lah mano. Alguien me levanto del suelo y supe que era la madre de Rubén, quien me hablo.

- ¿Estás bien?- Preguntó con un tono de voz mas bien cortante.

- La verdad eh que no, necesito que me escuche.- Dije serio.

- Esta bien, pero te advierto que no tengo tiempo, mas vale que sea importante.- Ella seguía siendo cortante.

- Prometo que será corto, pero no es lo mas recomendable para lah cosah que tengo que decirle.- Le dije mirándola.

- Esta bien, puedes decir lo que quieras.- Se sentó para escucharme.

- Vale, para empezar, yo amo a su hijo con mi vida, y sé que lo que hicimoh en su casa no ehtá bien, ehtaría muy agradecioh de que pudiera perdonar mi falta de rehpeto, pero también le pido que pase lo que pase no se aleje de Rubén, el sigue siendo su hijo despuéh de tóh, sea como sea. Si uhted no quiere verme nunca máh lo acepto, pero no permitiré que se alejen uno del otro, porque realmente eso me mata por dentro.- Dije sin tartamudear ni una sola palabra, ehtaba seguro de lo que decía.

- ¿Puedo preguntarte algo?.- Me dijo ignorando casi tóh lo que acababa de decih.

- Si claro.- Dije algo molehto.

- ¿Por qué el?.- Dijo a punto de llorar.

- No lo sé, solo pasó, yo nunca lo había vihto de ese modo, hahta que lah bromah seguidah que noh gastábamoh empezaron a provocah reaccioneh en amboh y noh dimoh cuenta de que noh amábamoh, ese es mi único pecado, amarle…- Dije cabizbajo.

- ¿De verdad amas a Rubén?.- Trato de mirarme.

- Mucho máh de lo que quisiera.- Dije tragando saliva, sentía un nudo en la garganta.

Ella rompió a llorar, no sabia que haceh, de por si ya me sentía bahtante mal por ir a su casa de esa manera y ehtar con su hijo.

- ¿Sabes? Me siento muy mal, porque yo nunca he peleado con mi hijo y siempre le he apoyado en todas sus decisiones, pero… pero siento que esto se está escapando de mis manos, jamás pensé que fuera a pasar, ya sabes después de que llegara llorando a mis bazos llorando porque una chica lo había rechazado o porque estaba enamorado de otra..-

- Aunque usted no lo crea si la entiendo, también salí con tías alguna veh, pero Rubén me ha hecho la persona máh felih del mundo dehde que ehtoy con él. Bueno es hora de irme, no se preocupe, ya no me verá máh en su vida, pero quiero que sepa que no me separaré de Rubén nunca si me eh posible.- Dije convencido de tóh lo que decía.

- ¡Espera!.- Me tomo del brazo. - No quiero que esto se quede así, apoyaré a mi hijo en lo que sea, aunque sea difícil al principio, quiero que sepas que entre tu y yo esta todo bien, y ya no tienes de que preocuparte.- Me dijo con una voz algo mas maternal, como si ya no hubiese mas rencor en ella.

No pude decirle nada mah, solo se me ocurrió abrazarla y comencé a llorah, me sentía apoyaoh y no había náh que ocultah, me había sacado un gran peso de encima. Me dehpedi de ella con una sonrisa en la cara, ya no tendría que ocultar náh. El camino a casa se me hizo infinito, tal veh porque quería contarle a Rubiuh tóh lo que había hablaoh con su madre.

Al llegar al departamento choque con Rubiuh que iba saliendo apuraoh.

- MANGEL DONDE COÑO ESTABAS!?.- Dijo sobándose la cabeza dehpueh de que noh golpiamoh al ehtar uno saliendo y el otro entrando.

- Jodeh, rubiuh ten cuidaoh.- Dije tocándome la narih.

- ¿ten cuidaoh?.- Dijo imitándome. – Te he llamado al móvil todo el dia, ¿donde coño estabas? Iba a buscarte, creí que algo te había pasado!!.- Dijo enfadaoh.

No pude evitah descojonarme al verle así tan desesperaoh, le tome la cara y le bese lentamente. Quería contarle tóh pero había echaoh de menoh suh besoh.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fantasías reales~Rubelangel(gay/yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora