Capítulo 26

151 26 4
                                    


Pov _____

Las miradas de todos estaban sobre mí desde que bajé del auto de mi madre. Sentía la incomodidad apoderarse de todo mi ser, arrastraba con pasos laxos mi cuerpo hasta llegar a mi casillero, lo abrí detenidamente una vez que estuve enfrente.

Seguía sintiendo varios pares de ojos a mis espaldas, logré atisbar a varias personas mirándome sin disimulo alguno.

"¿Qué ocurría?".

Mordí mi labio con nerviosismo y comencé a tomar las cosas que usaría, mis manos ya comenzaban a sudar y sabía que ese insufrible ataque de paranoia vendría pronto.

Al instante que quise tomar con mi mano uno de mis libros, me percaté de un papel amarillo doblado perfectamente por la mitad yacía acomodado en una esquina del casillero, mi entrecejo se frunció y lo tomé con duda.

Yo no recordaba haber guardado aquello, mucho menos pedirle a alguien que lo hiciera, estaba segura de algo y es que habían forzado mi casillero para meter aquel sobre.

Lo desdoblé dejándome a la vista el contenido de su interior.

Mi cuerpo se tensó. Me helé y sentí como la pequeña sensación de presión en mi sien se hizo presente, al mismo tiempo que mi boca se entreabría haciendo que mi lengua se sintiera seca.

"Oh, señor".

Ahora entendía porque todos me miraban de esa manera.

-No, no... -repetí.

Era una foto de Tord conmigo besándonos en la biblioteca.

Di un paso hacia atrás y relamí mis labios, me di la vuelta para ver como algunos susurraban con su mirada sobre mí. De pronto, me sentí demasiado pequeña al obtener en ellas desaprobación, burla y demás.

-¡_____!

Gritaron.

Miré a la dirección de dónde provenía aquella voz y supe que todo se había arruinado. Matt venía hacia mí con grandes zancadas. Su rostro serio. Podía ver desde esa distancia como su enojo emanaba su interior, cuando estuvimos frente a frente pude visualizar la vena resaltada de su frente.

Estaba hecho una furia, lo suficiente para poder intimidarme.

-Matt... -inicié, queriendo tranquilizar la situación, pero no me dejó hablar.

-¡¿Que mierda es esto?! -gritó, asustándome, causando que yo diese un paso a atrás.

Su mano se levantó mostrándome su celular en donde se plasmaba la foto de Tord conmigo. Me quedé muda ante eso, mi vista solo iba de la imagen a sus ojos verdes, su mandíbula se tensaba, ¿cómo ocurrió esto?

¿En qué momento todo se salió de mis manos?

-¡Contesta! -exigió duro acercándose peligrosamente a mí- ¡Explícamelo ahora mismo, joder!

-No me grites... -tartamudeé-. Yo-yo no sé... no sé cómo ocurrió.

Demasiado tonto, pero no tenía nada con qué defenderme. Fue mi culpa por no haber medido las consecuencias, a pesar de que una noche antes planeé terminarlo, yo jugué con fuego y me estaba quemando.

Entonces, lo acepté. Acepté que me gritara porque quien falló fui yo.

-¿No sabes? ¿Solo lo besaste y ya? -inquirió con ironía pura desbordando sus palabras- ¿¡Desde cuándo me ves la cara de imbécil!? ¡Maldición, _____!

El alumnado a nuestro alrededor era digno de apreciar aquella escena que se convirtió en un drama total. Me gritaba en frente de casi todo el instituto, la dignidad y orgullo que tenía se murió ahí mismo, con los gritos del pelirrojo, los susurros de ellos y las miradas de todos.

𝐁𝐨𝐮𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫𝐝┃Tord LarssonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora