Capítulo 25

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Pov. _____

—Deja de reírte —le susurré a Tord intentando ser seria, pero no funcionaba.

—No puedo —balbuceo él entre risas.

—Nos van a sacar.

Tord puso su cabeza entre sus brazos sobre la mesa intentando ahogar las risas que escapaban de su garganta, estaba segura de que alguien se quejaría causando que nos sacaran de la biblioteca, se suponía que veníamos para leer el libro que la señorita Molly nos había dejado para una tarea, pero el chico no superaba la mancha de pasta de diente que yacía sobre mi blusa.

—Eres muy torpe, Wright —murmuró mirándome todavía con su cabeza sobre la mesa.

—No es la primera vez que me ves con una mancha —farfullé rodando los ojos.

—Es que ahora tiene más sentido.

—¿Ah sí? —Elevé una de mis cejas—. ¿Cuál? —inquirí.

—Que me gusta alguien que se mancha con pasta —respondió cómodamente con una sonrisa lobuna en sus labios.

Desvié mis ojos de los suyos, el color rojo se estaba apoderando de mis mejillas, y quise ocultar mi rostro del ahora castaño. Detestaba que Tord tuviera ese efecto en mí, con tan solo unas simples palabras podían ponerme de cualquier manera, hacía efecto y prendía todas las chispas que quisiera cuando fuera.

—Le contaré a mi psicóloga de eso —informó.

—¿Psicóloga? —pregunté confundida— ¿Vas a psicología?

—Sí, obligación por parte de mis padres —murmuró.

—¿Y cómo van tus citas?

—Lizzy me aburre demasiado.

—¿Lizzy? —cuestioné el nombre.

—Así le digo... —Arrastró sus palabras—. Pequeños detalles, pero no importa ella.

Tord alzó su cabeza y se acercó lo demasiado a mí para que pudiera sentir su respiración. Estaba muy cerca que podía oler aún el aroma del rollo. En estos momentos me había acostumbrado tanto que lo podía soportar. Podría decir que se estaba volviendo mi olor favorito, quien lo diría, hace unos meses atrás lo detestaba.

Hizo rozar su nariz con mi oreja causando que me hiciera a un lado, pero eso no lo detuvo porque lo volvió a hacer ahora con una risita acompañada.

—No, basta —lo regañé.

Él hizo un ruido en forma de negación y se acercó una vez más susurrando algo que no pude entender. Lo miré directamente a los ojos seria. Él cargaba una sonrisa arrogante con sus ojos rojizos penetrando mis pensamientos.

Tienes novio.

—No hagas esto, no aquí. —Puse mis manos en su pecho intentando alejarlo.

—¿Porqué?

—Porque hay gente —expliqué.

—¿Y eso qué? —mofó encogiéndose de hombros.

No quería ser explícita, pero él me estaba dando razones. Con una de sus manos me tomó de la nuca para volver a unir nuestros labios, esta vez, no me opuse o si quiera me alejé. Seguí el beso, sabiendo que estaba mal y exponiéndome a mucho. Su arito le hacía cosquillas a mi labio inferior.

Reaccioné al instante que la imagen de Matt apareció en mis pensamientos y ejerciendo fuerza lo alejé. Esta vez él me miró con un rostro cansado, ¿ahora él era el digno? Tord sabía perfectamente que ante todos yo tenía novio, y claramente, él no lo era.

𝐁𝐨𝐮𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫𝐝┃Tord LarssonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora