¿Puedo tocarte?/Jenlisa(G!P)

T‐2

Pov. Jennie

El olor a panqueques llega a mi nariz, atrayéndome prematuramente al mundo de la vigilia.

A pesar del rugido de respuesta en la boca de mi estómago, parece que estoy paralizada del cuello para abajo.

Sólo una hora más de sueño...

No llegué a la cama hasta las 4:00 a.m. esta mañana y puedo decir sin saber la hora que solo he dormido unas míseras horas.

Los panqueques pueden esperar.

-¡DESPIERTA! Son las siete de la mañana ¡DESPIERTA! Son las siete de la mañana ¡DESPIERTA! Son las...

Ni cinco minutos después, suena mi despertador.

Un despertador que no puse.

Con un gemido, alargo la mano sobre la mesita de noche para apagarla, pero mis dedos no encuentran nada.

-¡Rosé!-grito en mi almohada-¡Dónde está el despertador!

-Debajo de la puerta ¡Tienes que levantarte si quieres apagarla!

Quejándome incoherentemente sobre la injusticia de mi vida, hago lo que dice mi horrible mejor amiga y me levanto de la cama.

Todavía me estoy quitando el sueño de los ojos cuando encuentro el estúpido reloj, lo apago y me voy hacia la cocina.

-¡Buenos días!-Rosé canta en voz alta desde la estufa-¿Dormiste bien?

-Te odio.

-Oye, al menos no lo escondí en la parte trasera de tu armario esta vez-dice en respuesta a mis labios torcidos hacia abajo.

Ella voltea un panqueque.

-Y te dije que me encantaría despertarte por las mañanas, si odias tanto esa cosa-es una oferta que me ofrece todas las mañanas y como todas las mañanas, la rechazo con el dedo medio levantado.

Odio a la gente en la mañana, incluso a los mejores amigos que entran en esa categoría.

-Solo dormí tres horas, ardilla.

-Lo sé, Jen. Escuché que entraste silenciosamente a tu habitación esta mañana-dice con empatía-Pero, puedes volver a la cama después de que hayas terminado de entrevistar a esta última muñeca Barbie. Toma.

Después de darme un gran beso en la mejilla, me entrega un currículum especialmente impreso, mi última salvación para leer.

-Oh, sí. Otra chica-digo con tristeza, sin entusiasmo por lo que toco.

Dejo el papel boca abajo sobre el mostrador y levanto las manos con resignación.

-¿De qué sirve, Rosie? Probablemente sea otra pervertida como la última persona que vino. Poner ese anuncio fue una pérdida de dinero. Debería cancelar todo y volver a la cama.

Rosé agarra mi codo y tira de mí hacia atrás antes de que pueda hacer exactamente eso.

-No tan rápido, Ruby Jane. Tú fuiste la que la llamó para una entrevista y tú eres la que dijo que su currículum puede pasarse por alto, debido a su cuerpo sexy y su cara de ángel que quieres lamer como si fuera hielo o crema batida.

-En realidad, fuiste tú quien dijo esa última parte.

-¡Lo que sea!-ella exclama-Esta es tu mujer intersexual y si resulta ser una pervertida como la última, te prometo que iré a cirugía y transformaré mi cuerpo en el de una mujer intersexual, para que no te quedes sin modelo. Así de segura estoy-ella toma mis manos entre las suyas.