T‐35

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Pov. Jennie

-¡Estás aquí!-Rosé dice y salta hacia mí en la puerta principal, una vez que el taxi se aleja.

-Estoy aquí-digo con una sonrisa a modo de saludo-¿Cómo estuvo el trabajo?

-¡Bien!-Rosé exclama-¿Cómo se ve? ¿Es espacioso?

-¿Hablas en serio?-pregunto con una ceja levantada.

-Bien ¿Cómo se siente?

Prácticamente puedo oírla poner los ojos en blanco.

-¡Se siente genial! Daniel está muy contento con todas las piezas. Han sido pulidas y las imágenes de los modelos han sido grabadas en relieve para que las personas con discapacidad visual, puedan compararlas con las estatuas. Lili está al frente y al centro en medio del vestíbulo. Basándome en el calor de mi cara, creo que hay mil millones de focos iluminados sobre ella ¡Los pobres modelos de mi serie, están siendo tratados como un harén de segunda categoría!

-Bueno, ella es la estrella del espectáculo-dice Rosé emocionada-¿Adivina qué? ¡Tu Instagram está explotando! ¡Tienes miles de nuevos seguidores!

-¿En serio?-pregunto, sintiéndome complacida, pero también confundida-¿Y Por qué? Nadie ha visto a Lili y todas mis otras piezas están en mi página de fans.

-Sí, pero...-hace una pausa, como si no estuviera segura de cómo tomaré la próxima actualización-...Puede que haya publicado algunas fotos de la verdadera Lili. Algunas tomas de la cabeza de Lisa, sus piernas y brazos a la vista, nada demasiado burdo. Aún así, parece haber una gran cantidad de seguidoras femeninas. Imagínate.

Apesar de escuchar eso, sonrío.

Debería sentirme celosa o tal vez incluso molesta con Rosé, por publicar una foto de mi Lisa sin su consentimiento, pero todos van a verla en las próximas horas de todos modos y nuestro contrato dice que puedo usar su imagen con fines de marketing, siempre que esté relacionada con la exhibición.

-La comunidad de personas con discapacidad visual lucha cara a cara con Tweeny Bobbers, por el primer lugar en la fila para tocar las esculturas. Un titular interesante.

-Bueno, estoy apoyando a la comunidad de ciegos. No son grandes en las redes sociales, pero son los reyes y las reinas de la difusión de noticias de boca en boca.

-Eso es cierto-acaricio a Kuma en su perezosa cabeza.

-Ire a maquillarme. Estaré aquí en treinta una vez que estés arreglada ¡Y aféitate las piernas, asquerosa animal!

Gruño con fingida ofensa, aunque no respondo con un insulto.

Sin bromas como esa, corría el riesgo de olvidar todos esos pasos en falso sociales, como ser peluda en público.

¿Solo las chicas se afeitan las axilas y las piernas?

No puede quedar tan mal, si los chicos se quedan con el pelo.

Nunca lo sabré.

Tres horas después, Rosé, mi madre y yo salimos por la puerta.

Estoy literalmente rebotando en mi asiento en la parte trasera del auto.

-¡Conduce más rápido, Mamá!

-Todavía tenemos treinta minutos-gruñe a la defensiva.

-Cálmate, dulce hija mía.

-¿Puedes creer esto? ¿Qué está pasando?-pregunto soñadoramente-Vamos a mi exposición en la Galería Nacional de Seúl.

-¡Lo sé!-dice Rosé-Invité al periodista que cubre Arte y Cultura de mi trabajo para que me acompañara. Dijo que ya lo estaba planeando, por lo que es muy probable que The Korean Times, publique un artículo sobre esto el lunes por la mañana.

¿Puedo tocarte?/Jenlisa(G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora