Este capítulo he de decir que ni me siento muy cómoda contándolo ni me siento especialmente orgullosa. Espero que te rías, querías que fuera feliz, yo también quería serlo.
Me abrí una cuenta de Tinder.
Nunca lo había hecho antes. Pero debía parar la rueda de dolor en la que estaba metida y conocer gente nueva. Conocí a chicos de mi pueblo que no sabía que existían (en mi pueblo).
El primero con el que quedé era un futbolista profesional. Me contó que tenía un buen contrato como jugador en un equipo de Inglaterra, pero que por problemas familiares, había decidido volver a Valencia, para cuidar de su madre.
Su historia me pareció adorable.
Puede que fuera uno de los pocos mejores recuerdos de ese verano de mierda. Recogerme en su coche mientras bajaba las escaleras de mi urbanización a toda prisa. Emocionada por conocerle (ya habíamos hablado anteriormente).
Fue la primera vez que me arreglaba tanto. Conjuntando el dorado de mis joyas con el negro de mi vestido, todo ello decorado con un rojo intenso en los labios.
He de decir que estaba más nerviosa que en mi primera comunión. Creo que le di buena impresión. Comentó como que parecía una chica "pija" y yo me reí para mis adentros, recordando las pintas de vagabunda que había llevado mes y medio.
ESTÁS LEYENDO
Un millón de cartas para ti.
Kısa HikayeSi fuera un diario, en vez de llamarse "El Diario de Noah", se llamaría "El Diario de Carmen". Pero ha decir verdad, ¿a quién le importa más mi historia que a mí? Las palabras siempre me han ayudado a hacer tangible aquello que siento. Lo digo como...
