A escondidas (Jenlisa)

Capítulo 05

JENNIE

Miraba el reloj muy inquieta. La hora del almuerzo se acercaba y yo no quería saber nada con el beso que le dije a Lisa que le daría. Durante la noche pensé en todo lo que había pasado y no podía creer que lo había aceptado.

Salte de mi lugar cuando sentí sonar mi móvil vibrar.
Mire el número que salía en mi móvil, era un número desconocido. Mis manos temblaron por un momento pensado que detrás de ese número desconocido había un mensaje de Lisa. 

Desconocido: 

Sólo faltan dos minutos para mi esperado beso. Espero cumplas lo que prometes.
Lisa. 

Dios si era ella. Y ahora que debía hacer debía ignorar su mensaje, no contestarle, debía bloquear su número, debía ir. Dios que hago. 

Pero otro mensaje entro en mi buzón. 

Desconocido: 

¿O eres cobarde?. 
¿Que?. Yo no era una cobarde, nada que ver. Quieres jugar Lisa no sabes con quien te metes pensé. Y contesté el mensaje. 

Para desconocido: 

Para nada. Te espero en el parque que está a dos cuadras del cine. Y veremos quien es más cobarde. 
Jennie. 

De verdad le había enviando eso. Por dios en que me estaba metiendo. Realmente me iba a besarla.  

Mire el reloj de la oficina de Mino. La hora había llegado debía ir al encuentro con Lisa en el parque.

Tome mi cartera, acomode mi ropa y salí del estudio de Mino. El estaba en una reunión así que después le enviaría un mensaje para decirle que me había retirado a mi departamento porque me sentía mal. 

En camino al parque no pude evitar sentirme algo mal. Que estaba haciendo porque acepte y porque ahora me dirigía a encontrarme con Lisa, que era lo que me hacía tomar estas decisiones.  

Estacione al lado a unos metros de la entrada del parque. Aquí en Miami los parque eran cerrados y eso era bueno porque así conservaban más el buen estado del lugar. 

Al entrar por las rejas y caminar unos cuantos metros divise a los lejos a Lisa sentada en uno de los bancos mientras le tiraba pan a los patos que estaban en un pequeño estanque.

Esa imagen me pareció realmente tierna.

Al llegar hice un pequeño sonido con mi garganta que alertó a Lisa de que había llegado.

—Hey, creí que no vendrías— me dijo levantándose de su lugar y dejando un beso en mi mejilla —ven siéntate.  

Le hice caso y tomé asiento a su lado. Mire su perfil ya que terminaba de tirar el poco pan que tenía en sus manos. Su piel era blanca y hermosa, el color de sus ojos resaltaba con la luz del día. Era hermosa, basta Jennie deja de pensar así, me recrimine.

—Bien lo hacemos ahora o quieres que comamos— me dijo Lisa —traje unos sándwich de verdura si gustas— dijo sacando una bolsa de color madera de su costado.
—Yo..yo— no sabía que decir. Debía aceptar el sándwich y capaz así se olvidaba del beso con el correr del tiempo —me encantaría probar ese sándwich.

—Esta bien— dijo abriendo la pequeña bolsa. Del cual saco uno para mi y el otro para ella —toma, espero te guste— me dijo.

Comimos en total silencio. Ella miraba el lago donde los patos chapoteaban y yo miraba su perfil sin ningún pudor.

Cuando terminó se acomodo en su lugar quedando frente a mi. En ese momento yo terminaba de comer el último pedacito del sándwich.

—Ya— dijo —¿ahora me darás mi beso?— pregunto.  
Tanto era el deseo de besarme. Era la primera vez que me sentía tan intimidada, y más por otra mujer. Así que le pregunte.