Capítulo 54

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JENNIE

Camine lo mas rápido que pude para entrar en la empresa de Mino. La larga sección de caricias y palabras de amor con Lisa anoche me había echo dormir esta mañana.

—Jennie— habló Mino apenas me vio entrar —¿paso algo?— pregunto, sabía que lo decía por el horario.

—Discúlpame es que mi alarma no sonó y me quedé dormida pero te prometo que será la primera y última vez— dije tratando de caminar hacia mi oficina pero el me lo impidió.

—Espera— dijo —acompáñame a mi oficina.

Asenti y camine tras él. Al entrar él se dirigió detrás de su escritorio, mientras yo tome asiento en la silla del frente.

—Bien— dije —¿Qué pasa?

—¿Hace cuanto estas con Lisa?— me pregunto y por un segundo senti todo detenerse, no me esperaba esa pregunta.

—Yo…—  estaba algo nerviosa.

—¿Me engañabas con ella verdad?— me dijo su tono no era molesto, más bien era algo triste —¿cuanto tiempo nos vieron la cara a mi y Jackson?

Suspire y entendí que tenía que decirle la verdad.

—Yo lo siento— dije y baje mi mirada hacia el piso —yo…paso de repente, ni siquiera nos dimos cuenta cuando ya empezamos a sentir cosas entre nosotras.

El asintió con su cabeza y luego negó.

—¿Eso quiere decir que terminaste conmigo, cuando tu ya me eras infiel?— el pregunto y  no sabía que responder.

—Yo lo siento— es todo lo que podía decir —pero eso no justifica que también me hayas engañado y en tu propia oficina.

—Pero tu ya me engañabas Jennie— habló levantando un poco la voz. Yo lo mire con algo de miedo.

—Esta bien tienes razón— suspire —yo te engañe primero y lo siento. Lo siento mucho y si quieres levantó mis cosas de la oficina y me voy. Sólo te pido que me perdones no era mi intención que lo supieras así.

—Ah, tenias planeado decírmelo— me dijo en tono irónico.

—Por supuesto que si, no quería que mezclaras las cosas entre tu y yo— dije mirándolo fijo el tenía los ojos algo cristalizado.

—Porque Jen— dijo y me senti la peor mierda del mundo —¿no fui suficiente para ti?— pregunto.

—Eres un gran hombre— le dije levantándome y acercándome a él. En ese momento el se levanto y lo abrace —eres el mejor hombre del mundo. Y se que encontraras una mujer que te haga feliz— lo apreté más a mi cuerpo, sentía sus sollozos en mi hombro —y Perdóname nunca quise que las cosas fueran así.

—La vez que me viste con Kristal— me dijo cambiando de tema —yo la invite aquí. Ella es una mujer muy buena y lamentó que se hayan conocido así. No fue mi intención a pesar de todo que nos encontrarás así.

—No te preocupes te entiendo— dije separándome de su abrazo y limpiando las lágrimas de sus mejillas —ella es muy bonita.

—Tal vez ella puede ser la indicada— dije con una sonrisa.

—Hoy…hoy la invite a cenar— dijo.

Yo sonreí en que momento habíamos pasado de hablar de Lisa, a hablar de Kristal.

—Eso es estupendo— dije y camine para irme —aprovecha a lo mejor te repito. Puede ser el amor de tu vida, esa mujer que necesitas, dicho aquello comencé a caminar para ir a tomar mis cosas y marcharme de la empresa.

Estaba segura que el deseaba eso, porque lo había engañado, lo menos que podía hacer era irme.

—¿A donde vas?— pregunto cuando tomé el pomo para abrir la puerta.

—A mi oficina a buscar mis cosas e irme— dije y el frunció el ceño.

—¿Porque?— dijo —yo no te despedí. Sólo hablamos y dejamos las cosas en claro, es bueno que no me lo hayas negado.

—Porque lo negaría— dije y el sonrió —ella es el amor de mi vida, perdón— dije.

—No te preocupes— dijo y levantó una carpeta y me la paso —llévalo a casa y léelo tranquila. Es un nuevo puesto en la gerencia de la empresa, quiero tomarme unas vacaciones para conocer mejor a Kristal y necesito a alguien para que se quede a cargo ¿que dices?— pregunto.

Y no podía creerlo, realmente el era un gran hombre y me gustó que tomará lo mío con Lisa de una forma calmada.

—Lo hare— dije y tomé la carpeta de sus manos —lo haré por ti. Así conozcas bien a Kristal que estoy segura te hará feliz.

—Gracias— me dijo y me hizo señas para salir de su oficina —ahora ve a tu puesto. Lo que paso entre nosotros no tiene porque verse afectado en el trabajo, no te preocupes, ahora solo somos jefe y empleado, pero no quiere decir que si necesitas algo siempre puedes contar conmigo para lo que sea— hablo con una sonrisa sincera.

Sonreí ante lo dicho.

—Lo siento señor Mino, en seguida voy a mi puesto— dije y el sonrió aún más.

Él negó con la cabeza y se sentó en su silla detrás del escritorio y yo abrí la puerta para salir encontrándome con ella, con Kristal.

—Hola— saludo algo nerviosa.

—Hola— dije con una sonrisa dándole a entender que estaba todo bien —yo ya me iba- dije y ella se hizo a un lado para dejarme salir.

—Ohh hasta luego— me dijo y asenti.
Cuando la puerta se cerró me quedé unos segundos mas allí no podía creer todo lo que acababa de pasar, no lo creía.

—Amor— escuché dentro de la oficina y era la voz de Mino. El realmente sentía algo por ella. 

—Amor— escuché decir a Kristal y entonces sonreí.

Ellos se merecían ser feliz y yo ya tenía mi respuesta aceptaría al puesto que me ofrecía Mino. Lo haría para que ellos puedan ser felices. No podía hacer nada más debido a que él había tomado de lo más bien lo mío con Lisa.

Sonreí Lisa no iba a creerme cuando le cuente lo de Mino.

Corrí a mi oficina, quería ponerme a hacer mis cosas y así terminar rápido para ir con Lisa.

Estoy segura que se pondrá igual o mas feliz que yo al saber que podremos estar tranquila y mostrar nuestro amor donde queramos.

A escondidas (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora